La
independencia de Canarias y la separación de poderes
Los canarios y canarias seguimos sin poder
decidir en las cuestiones importantes que nos atañen, sin poder mandar sobre
cómo queremos nuestro futuro. En la actualidad nuestras aguas no están
delimitadas acorde con la jurisdicción internacional, al ser un archipiélago
perteneciente administrativamente a España, motivo por el cual la propuesta
reforma del “estatutillo” no puede hablar de aguas interiores, sino
interinsulares y ahora aguas canarias, aberración jurídica que no ampara el
derecho internacional. Tampoco tenemos poder de decisión sobre los lógicos
controles de la carga poblacional que nuestro territorio admite o sobre el cien
por cien del currículo escolar de nuestros alumnos, en el que introduciremos,
junto con el inglés y el castellano hablado en Canarias, el idioma que hablaron
y escribieron nuestros antepasados los awaras, bimbaches, gomeros, mahos,
canarios y tinerfeños, ni podemos diseñar nuestro sistema Científico,
Tecnológico y Cultural, actualmente inexistente. El desarrollo de un potente
sistema financiero canario, incluyendo una banca pública, nos permitirá
suministrarlos económicamente. Los estudios económicos, por lo tanto, formarán
parte del curriculum escolar desde la educación obligatoria.
La única forma de superar esta falta de
competencia sobre nuestros asuntos es dotarnos de los tres poderes
tradicionales: el ejecutivo, el legislativo y el judicial.
Un poder legislativo canario para reglar
nuestras normas de convivencia y organización, como Estados Libres e Independientes, en materias como la
inmigración, delincuencia, nacionalidad, vecindad civil, regulación de una
policía canaria, de las milicias canarias y de un ejército propios, concertar la paz, pactar alianzas,
establecer el comercio y efectuar los actos y providencias a que tienen derecho
los Estados independientes.
Un poder judicial que nos dote de jueces propios
que conozcan nuestros problemas y nuestra idiosincrasia y no sujetos a
continuos cambios de destinos.
Un poder ejecutivo con competencias para
ejecutar con eficacia los acuerdos del
poder legislativo y organizar nuestra policía y ejército, así como las
milicias canarias, responsables de la seguridad del Estado Canario. En la
policía canaria, las milicias canarias y nuestro ejército podrán integrarse, si
lo desean, todos los canarios y canarias que actualmente ejercen o hayan
ejercido su profesión, independientemente del destino, en los cuerpos militares
españoles (ejército y guardia civil), así como en la denominada policía
nacional.
Por todo ello las ciencias políticas y jurídicas
formarán parte de la educación obligatoria de la ciudadanía.
Ejerceremos así el control pleno y soberano sobre
todo el territorio del Archipiélago Canario, convirtiéndonos en una República
Federal Archipelágica, entendiendo
como tal las Islas de El Hierro, Fuerteventura, Gran Canaria, La Gomera,
Lanzarote, La Palma y Tenerife, así como las Islas de La Graciosa, Alegranza,
Lobos y Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste. Comprende también el mar territorial que nos
rodea, sus aguas limítrofes (después de establecer la mediana con los países
vecinos y descontar las
Canarias,
8 de Diciembre de 2011.
Movimiento
por la Unidad del Pueblo Canario (Movimiento UPC)