REFLEXIONES
PARA IMPULSAR NUESTRA SOBERANÍA
Juan
Edilberto Rodríguez Morales
“¿Quién, que en las Afortunadas por su
fortuna naciera, viéndolas pobres, diezmadas, de otro pueblo esclavizadas, su
libertad no quisiera?” –
Secundino
Delgado (1871-1912)
Una
Canarias libre e independiente, democrática, próspera y moderna, sin penurias y
con oportunidades para todos, donde nos podamos sentir orgullosos de nuestro
trabajo, tradiciones autóctonas y de la sociedad que hemos creado; aspiraciones
que empezaremos a considerar factibles cuando todos los canarios/as nos demos
cuenta de una vez que el mal de los males de la involución política, económica y fracaso educativo de estas islas se
llama colonialismo; que no aceptamos que las decisiones más trascendentes para
Canarias se impongan desde Madrid o Bruselas, que de manera abusiva e ilícita se
enriquezcan de nuestros recursos unos pocos y percibamos nuestra africanidad como
una humillación. Guste o no, es hora ya de reconocer lo evidente: no somos
europeos, ni asiáticos, ni caribeños; habitamos un Archipiélago africano con
una situación geográfica que debemos asumir con las consecuencias políticas y
económicas que se presenten, sin paternalismos oportunistas vengan de donde
vengan.
El
rechazo xenófobo tendente a eludir la cercanía de nuestras islas a las costas de
Marruecos, ignorar su idioma al igual que el tamazight y afrontar tímidamente
las relaciones comerciales con el continente africano viene diseñado por
conveniencias del colonialismo español y un fin, incontestable: asimilarnos
culturalmente, desvirtuar la conexión amazigh del norte de África con la
población canaria e imponer fronteras a nuestro desarrollo económico.
Entender el juego de relación y afán mercantilista
que simultáneamente une y separa a Canarias de España, comprender de manera
objetiva el proceso colonial desde su conquista hasta hoy, así como la desestructuración
social y cultural de los canarios, nos permite desenmascarar los intereses
ocultos, los sutiles mecanismos de dominación y las tácticas universales del
colonialismo: sobornar, intimidar y desunir.
La
población canaria caracterizada por ser emprendedora e infatigables trabajadores/as
allá donde vayan, tener una industria turística dinámica, una posición
logística comercial y cultural importante, una riqueza natural igualmente
valiosa y amplios recursos energéticos en forma de gas, petróleo, nódulos poli
metálicos y renovables, que nos permitiría diversificar nuestra economía, todavía
hay quienes cuestionan la independencia de Canarias con la misma coincidente obstinación:
¿de qué vamos a vivir?, nos preguntan. Que
sepamos, ni España ni Europa nos mantienen por mucho que quieran seguir sobornándonos con subvenciones,
adjudicadas posteriormente a dedo; creyendo que pueden burlar el pensamiento
confiado y despolitizado de la mayoría de los canarios. Sabemos que los
ingresos que percibe el Estado español por las tasas sobre puertos y aeropuertos,
operadores turísticos, telefónicas, eléctricas y empresas de todo tipo, superan
con creces todas esas envenenadas ayudas que tan vital para nuestra
supervivencia consideran algunos. Canarias soporta una renta por habitante
inferior en más de un 20% a la media española, una tasa de paro cercano al 35%,
sueldos inferiores por el mismo trabajo, mayor tasa de fármacosdependientes, marginalidad,
alcoholismo, ludopatía y nula inversión sanitaria
preventiva.
Cuando cargos políticos afincados en
Canarias alaban la hospitalidad y amabilidad del pueblo canario, lo que pretenden
es reforzar la sumisión y la nobleza. Subliminalmente, mediante técnicas de
manipulación cognitiva están exigiendo a dirigentes sindicales y sociedad en
general, obediencia y subordinación; esperan que sigamos siendo un pueblo dócil
y agradecido. Sin lugar a dudas, se ríen delante de nuestras propias narices; pero,
olvidan que quién ríe último, ríe mejor; que el futuro de Canarias será tan español como lo fue en su día Cuba, Filipinas,
Venezuela o Guinea Ecuatorial: mientras, en nuestros colegios maestros/as
canarios obligan a memorizar los ríos de España y los nombres de los reyes
godos. Para más infortunio, todavía hoy, canarios/as ultraconservadores temerosos
de perder privilegios y herederos de este anacronismo histórico, persisten en ignorar u ocultar los derechos internacionales
y democráticos del Pueblo Canario; se prestan a reafirmar un españolismo que
nos empobrece, a negar el colonialismo, a manipular sectores marginales y menos
formados, privar derechos, posibilidades y subestimar
la valía de su gente. Intentan negarnos
con subterfugios la viabilidad de una Canarias libre e independiente, la
oportunidad de desarrollar un sistema de valores sólidos, inatacables e
irrefutables sobre la que cimentar nuestra futura sociedad, sin concesiones a los
amiguismos y a la corrupción ahora reinante; un modelo integro que homogenice
los diferentes estratos sociales en base a nuestra educación, capacidad y trabajo;
transformarnos en una sociedad moderna como Noruega o Finlandia; aprender a
sentir el éxito y el fracaso de los trabajadores como propio, a tener confianza en nosotros mismos, encauzar nuestras
reivindicaciones con movilizaciones y aspirar a una democracia participativa. Pero,
nada de esto será posible si priorizamos las parrandas con fútbol y no izamos
las banderas libertarias, convenciéndonos de que manteniendo criterios perseverantes y coherentes en todo lugar y
momento conseguiremos nuestras metas y el respeto que los canarios nos
merecemos; la seguridad de que “descalifique quien descalifique, se mire por
donde se mire, siempre se llega a la misma conclusión: la raíz última de los
problemas que aquejan a Canarias, empresarios, autónomos y trabajadores canarios
es su pertenencia a España y a su modelo de explotación colonial”.
Ni España,
ni
Legitimados
para reivindicar nuestra soberanía en cualquier escenario de la vida política
internacional, incluso, en el supuesto caso de que fuéramos una colonia de
Portugal o de
Si desafortunadas
son las desavenencias ideológicas entre las diferentes organizaciones
nacionalistas, relentizando la Descolonización de Canarias y la desmovilización
de las capas populares, también lo es la denuncia del Movimiento UPC: “A sólo tres
minutos de cerrar las urnas del 20-N de 2011 en Canarias, los informativos de
radio y televisión daban una participación del 48 %, que por arte de magia y
birlibirloque aumentó en 15 puntos porcentuales, hasta el 63 %, constituyendo
el único ejemplo del mundo en el que la participación se incrementan después de
cerradas las urnas”. Así, con esta combinación de adversidades -bendecido por
la monarquía española, la complicidad de
los partidos españolistas y la fragmentación del movimiento soberanista-, no
vamos a ningún sitio, ni sorprendería hoy a Mahatma Gandhi; pues, ya argumentaba
que: “En territorios por descolonizar y,
sobre todo en donde se intensifican las disgregaciones ideológicas, desconfianza
de la clase trabajadora y disputas por el poder, sugería la abstención en las
elecciones, desobediencia civil y la no-colaboración no-violenta, como parte de
una estrategia de lucha unitaria radical incontenible”. Método que creemos
válido, no sólo porque fortalezca a todas las organizaciones soberanistas en
tiempo y forma, manteniéndose ideológicamente independientes unas de otras;
sino, porque con esta alternativa de lucha no hay excusas que valgan para no
impulsar un “Movimiento de Liberación
Unitario”; un referente libertario imprescindible que englobe a hombres y
mujeres inconformistas, que todavía sin la
ideologización política, sean coprotagonistas de nuestras reivindicaciones. Un “MLU”
que sea capaz de zanjar la continua atomización que fomenta el colonialismo
español con clara intencionalidad marginal, y que ha condicionado a miles de
canarios desentenderse políticamente, participar en fraudulentas convocatorias
electorales o colaborar con “políticos” oportunistas parapetados cínicamente tras
la bandera independentista canaria. (Leer: “Canarias con futuro” de Jorge Dorta,
“¡Canarias despierta!” ANC y “Textos
anticoloniales” Ed.
Si nos
queda algo de dignidad y de rebeldía, quitémonos la venda que cubre nuestros ojos;
recordar el mensaje del Comandante Che Guevara a los canarios. ¡Buscar la
verdad! ¡Impliquémonos! ¡Organicémonos! ¡Seamos libres!
“Defendamos la libertad, la libertad de ser
todo lo que podamos ser, tantas veces como sea necesario”.
¡¡
DESCOLONIZACIÓN, INDEPENDENCIA Y AUTOGESTIÓN !!