La ignorancia es muy atrevida

Jorge Ancor Dorta *

 

Para hablar de la viabilidad económica de una Canarias independiente no podemos caer en argumentos infantiles de si los hoteles están viejos o de si hay que arrancar las plataneras. Hace falta un análisis mucho más serio y riguroso.

Si queremos hablar seriamente del tema, tenemos que analizar cuáles son los desequilibrios de nuestra economía y cómo se pueden corregir. Y, si lo hacemos, veremos que todos nuestros desequilibrios económicos, ecológicos y sociales están causados, en última instancia, por nuestra inclusión en el Estado español.

Los desequilibrios ecológicos son consecuencia de los desequilibrios económicos y sociales. No somos zona monetaria óptima ni con el euro (ni lo éramos con la peseta), lo cual nos deja sujetos a lo que los economistas denominamos ?shocks asimétricos?, que terminan destrozando la economía real.

El paro en Canarias no está causado por la lejanía y la insularidad, sino que es la consecuencia lógica y directa de las políticas económicas keynesianas, llevadas a cabo durante los últimos treinta años, que han incrementado la demanda agregada a base de obra pública, gasto público, así como exenciones fiscales y subvenciones. Estos excesos keynesianos han creado una economía tremendamente burocratizada e ineficiente, al igual que sucedió en la Europa de los sesenta y setenta y han terminado destrozando la competitividad de la economía canaria.

Las desigualdades sociales son la consecuencia lógica y directa del paro, una política educativa deficiente y una política fiscal disparatada que solo tiene por objeto llevar al empresariado a posiciones de dependencia, pacto y asimilación con el Estado. Una política que adormece y destroza la capacidad de competir mediante subvenciones, proteccionismo, barreras burocráticas y corrupción. Como no podía ser de otro modo, esto crea una economía ineficiente al tiempo que anula el dinamismo y la movilidad social.

Esos excesos keynesianos, propios de la izquierda socialdemócrata europea de los sesenta y setenta, han sido implementados por partidos supuestamente de derechas, es decir, CC y PP, que son los que han gobernado este país desde 1993.

Esta aparente contradicción se explica porque el Estado ha planteado una refinada estrategia en Canarias con un objetivo primordial: impedir que se desarrolle un proceso ver­daderamente democrático y popular que demande la soberanía y la descolonización del Archipiélago.

El Estado fue consciente de que para ello debía conseguir dos cosas: impedir que se desarrollase una auténtica clase empresarial que pudiese apoyar posiciones soberanistas y mantener a CC como fuerza regionalista en posiciones de pacto y asimilación con el Estado.

Solo bajo este supuesto, el disparate de la política económica y fiscal en Canarias durante los últimos treinta años cobra sentido. Solo bajo este supuesto, el disparate del REF y el enorme fraude democrático del sistema electoral canario cobra sentido. Solo bajo este supuesto, que se haya querido mantener al empresariado canario al margen de la globalización vía subvenciones cobra sentido. Todo tiene una razón lógica, no siempre admitida, no siempre reconocida.

En cuanto a los argumentos infantiles y folclóricos sobre la procedencia del presidente de Canarias, este será, en cada momento, la persona que elijan los canarios mediante elecciones libres y democráticas.

No tenemos que demostrar que Canarias puede ser económicamente soberana e independiente. Ya lo hemos hecho. Y lo hemos hecho en base a argumentos económicos sólidos y serios, sin folclorismos ni radicalismos. Le invito a que se lea usted mi libro ‘Canarias con futuro’ o se pase por mi blog www.menceymacro.com para que lo pueda comprobar por sí mismo.

 

* Economista, financiero, director de Mencey Capital Management en Suiza y autor del libro ‘Canarias con futuro’ y  del blog www.menceymacro.com

** Publicado en el periódico El Día, domingo 11-09-2011