Ichasagua, ¡¿dónde estás?!
Un día te alzaste, un día y muchos más, y nada quedó enantes. La libertad es presente, la libertad es regalo, un murmullo entre tu gente, un grito ante el Tirano. ¡Cuánto me dices, Ichasagua! ¡Cuánto me dices y no callas! Sin embargo tantos no te conocen, sólo de lejos ven tu Roque.
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Y cómo conocerte si hasta a tu Roque, la Fortaleza Ahiyo, pusieron del conde, ese conde que tu nombre esconde, y hasta el corazón me rompe. Y me pregunto qué conde vivió aquí, y silencio recibo de tu Roque, y me sigo preguntando y al fin: ¡es lo guanche quien me responde! Desde aquí puedo escuchar tu grito de Tilelli, de Libertad; grito que no debe ser contenido, grito que no nació para parar.... |
Javier Benahuya