Hora de cambiar
Hilario Rodríguez *
Lo peor no está en equivocarse. Lo realmente malo es
cometer errores y no corregirlos. Hace algunos años que Coalición Canaria
empezó a transformarse en un partido diferente al que tiene que ser. Un partido
que se ha alejado de los vecinos, del pueblo, de la gente. Un partido que vive
por y para el ejercicio del poder. Un partido que no escucha la voz de su
propia gente, aquella de la que viene, de la que nació y que confió en
Coalición Canaria para defender los intereses de estas islas, de esta Nación
Canaria.
En la
Corriente de Opinión Secundino Delgado hemos reflexionado sobre esto. Y hemos
llegado a la conclusión de que el silencio no es una respuesta para poder
cambiar las cosas. Nos equivocamos cuando apostamos por el consenso con
responsables del partido que nos pidieron un esfuerzo de integración, que nos
emplazaron a aportar nuestro compromiso para que las cosas cambiaran. Aceptamos
dar una tregua a nuestras críticas, a favor de ese consenso, pero las cosas no
solo no han cambiado sino que siguen empeorando.
Creemos
que existe otra manera de gobernar, otra manera de hacer las cosas. Creemos que
uno debe ser fiel a sus principios, a sus creencias y a sus orígenes. Los
nacionalistas de Coalición Canaria venimos de los pueblos y los barrios de
nuestra isla. Pero el ejercicio del poder nos ha estropeado. Nos hemos alejado
de nuestra gente. Y nuestra gente hoy está sufriendo, está pasando
dificultades. Hay familias que simplemente padecen hambre. Hay barrios enteros
donde las personas no tienen ni trabajo ni ingresos ni esperanza. Nosotros no
podemos estar ausentes de esa realidad. Nosotros no podemos cerrar los ojos
ante el sufrimiento de nuestra gente. No podemos estar separados de ellos por
una barrera de cargos, sillones y coches oficiales que sólo sirven para
hacernos perder la visión de la realidad y el contacto con el pueblo al que
servimos.
La
Corriente Secundino Delgado no necesita encuestas. Estamos en la calle y
sabemos que nuestra gente está decepcionada. Y con razón. Hemos perdido el
apoyo de muchos vecinos que confiaban en nosotros, pero porque les hemos
abandonado. Porque nos hemos convertido en unos políticos profesionales, como
aquellos de los partidos estatales a los que criticábamos cuando les decíamos
que primero es el barrio, después nuestra ciudad, después la isla y después
Canarias. Cuando les decíamos que nuestro país se construía de abajo hacia
arriba. Cuando les decíamos que nosotros éramos la voz del pueblo de Canarias.
Ya no lo somos. Porque Canarias está enmudecida.
El
proyecto de Coalición Canaria ha seguido un rumbo equivocado. Nos hemos
plegado, negociado y pactado con gobiernos centrales que nos han engañado una y
otra vez. Nos hemos entendido con gente que ha abandonado a Canarias en la
cuneta. Hemos accedido a negociar con un centralismo que sólo se preocupa de la
cartera de quienes mandan en este país y ha dejado abandonadas a cientos de
miles de familias.
En
nuestra capital, hemos permitido que Santa Cruz se haya transformado en una
ciudad de segunda división. Las administraciones dependientes del Estado nos
han negado una y otra vez el pan y la sal mientras se atienden otros municipios
donde mandan los asalariados políticos de Madrid, las sucursales dóciles de los
poderes centrales encargadas de separar y dividir a los canarios. El proyecto
político de Coalición Canaria en Santa Cruz ha abandonado la defensa de
nuestros barrios y ha consentido que el municipio esté embarrancado en la
parálisis y manejado por cuatro sinvergüenzas que hacen imposible que nadie
confíe en invertir, en crear empleo, en generar actividad que se marcha siempre
hacia otros lugares donde sí se les facilitan todas las posibilidades.
La
Corriente Secundino Delgado cree que ha llegado la hora de promover un gran
cambio en el seno de Coalición Canaria. Para intentar desde dentro lo que, de
no ser posible, habrá de conseguirse desde fuera. Un cambio que pasa por
apostar por candidatos y candidatas que estén comprometidos con el pueblo, que
sirvan al pueblo y que estén en contacto con el pueblo. Un cambio que supone
regresar a nuestros orígenes, escuchar la voz de la gente de la calle, recoger
las esperanzas y los problemas de los vecinos y luchar por ellos con uñas y
dientes.
Es el
tiempo de hacer cosas. No es el tiempo de hablar. Tenemos que volver a respirar
la ilusión de representar a una capital y una isla que un día confió en
nosotros para defenderla. No nos valen ya quienes se sientan en sus sillones
para guardar silencio, para pactar con quien sea para salvar sus cargos,
quienes para no enfrentarse a los problemas incómodos prefieren ignorarlos.
En la
Corriente Secundino Delgado vamos a promover el nacimiento de nuevas
candidaturas de gentes de nuestros barrios, abrir las puertas del nacionalismo
a las miles de personas que están pidiendo a gritos la existencia de un partido
canario que les defienda sin cortapisas y sin compromisos. Aunque el precio de
ese compromiso sea que las restantes fuerzas clientelares de Madrid pacten en
nuestra contra, porque estarán pactando en contra del pueblo de Canarias. Lo
importante no es gobernar a cualquier precio, lo importante es que un día el
pueblo de Tenerife y de Canarias esté gobernado por quienes les hayan
demostrado su compromiso inquebrantable.
Este
es el camino que hemos elegido. Un camino difícil dentro y fuera de Coalición
Canaria. Pero creemos que hoy más que nunca es evidente ese viejo mensaje:
renovarse o morir. Tenemos que renovar nuestra manera de pensar, nuestra manera
de actuar. Tenemos que acercarnos de nuevo a lo que sienten y padecen los
canarios y transformarnos en sus representantes legítimos. Y hacerlo al coste
que sea, personal y político. Porque para eso nacimos como fuerza nacionalista.
Y si en ese desempeño sufrimos el cerco y acoso de quienes obedecen a sus líderes
centrales en Madrid, sabremos que estaremos haciendo lo correcto.
¡¡Viva
Canarias Libre!!