Cuando la historia está tergiversada

 

Ángel Rivero García

 

[Si la historia no se tergiversara, estarían reconocidos los derechos de las distintas Nacionalidades que a día de hoy conforman España y la realidad sería muy distinta, como el hecho innegable de que el Estado Español sigue manteniendo colonias a pesar del mandato de la ONU… ¿o acaso alguien mínimamente instruido en el tema puede negar que Canarias es una colonia?...]

 

Cuando España pasó de una dictadura represiva a una democracia representativa (al menos en teoría), parecía que la tergiversación de la historia mantenida hasta la fecha iba a acabar; que los relatos contados de manera interesada iban a reescribirse de acuerdo con la realidad de los hechos acaecidos…, craso error.

 

Hasta la fecha, casi cuarenta años después, lo cierto es que desde distintos centros de poder (Iglesia, Gobiernos varios, Lobbys económicos, etc…) se ha hecho hincapié en que la verdad siga oculta por sus propios intereses, en la cuenta de que un Pueblo despierto es más difícil de manejar que un Pueblo dormido, a quien es fácil manipular y amoldar al ideario clásico en España: unos pocos manejan el cotarro y la mayoría simplemente deja que esos pocos “piensen y decidan” por todos (no hay más que analizar con objetividad la historia de este país en los últimos siglos)…

 

A estas alturas, seguimos viendo cómo se tergiversan datos históricos un día sí y otro también, con el peligro que ello conlleva no sólo para la inteligencia sino para la armonía ciudadana…

 

Si la historia no se tergiversara, no contaríamos con una Real Academia de la Historia (RAH) que publicase un Diccionario Biográfico (encargado en su día por José María Aznar) tan alejado de la realidad que resulta ofensivo para cualquier ciudadano con un mínimo de dignidad moral. Un texto donde el actual Presidente, Mariano Rajoy, aparece canonizado, donde a Franco no se le muestra en ningún momento como lo que realmente fue: un dictador y asesino de miles de compatriotas no sólo durante la guerra posterior al golpe de estado que ejecutó, sino durante años después de acabada ésta; donde sin embargo las figuras que defendían la Legalidad Institucional, la Democracia que había hasta ese momento, son “retratadas” como los “villanos” de la historia: Azaña, Dolores Ibarruri, o el Presidente Juan Negrín (alguien de quien, por cierto, los canarios debemos sentirnos orgullosos pues fue el primer y hasta ahora único Presidente del Estado español nacido en Canarias)…otro debate diferente es si los canarios debemos estar orgullosos (O NO) de pertenecer al Estado Español…

 

Si la historia no se tergiversara, no se conmemoraría un Día de los Difuntos donde tantísimas familias no tienen una tumba donde “visitar” a sus muertos por encontrarse sus restos perdidos en cunetas o fosas de triste recuerdo sin haber cometido delito alguno…

Si la historia se contase como realmente sucedió, lugares como la Sima de Jinamar y demás “pozos del olvido” ocuparían el lugar que realmente les corresponde históricamente y los restos de los cuerpos arrojados allí estarían “rescatados” y habrían sido “entregados” a sus familiares…

 

Si la historia no se tergiversara, estarían reconocidos los derechos de las distintas Nacionalidades que a día de hoy conforman España y la realidad sería muy distinta, como el hecho innegable de que el Estado Español sigue manteniendo colonias a pesar del mandato de la ONU… ¿o acaso alguien mínimamente instruido en el tema puede negar que Canarias es una colonia?...

 

Pero cuando la historia se escribe del lado de los vencedores y nadie hace nada por cambiarla acaba por convertirse en mera fábula que responde a intereses particulares creando un pueblo “engañado” que ignora su condición

 

Fuente: canarias-semanal.org/