LA HERENCIA DE LA DICTADURA FRANQUISTA

 

 

Félix Adargoma

 

A una parte del pueblo, la dictadura franquista, y la burguesía, iglesia católica y oligarquías que la sostuvo y apoyó, la dejó aterrorizada y con el miedo metido en el cuerpo.

 

A otra parte la fusiló, asesinó y la persiguió a sangre y a fuego, a otra parte la metió en la cárcel; otra parte tuvo que exiliarse.

 

A la mayoría de las nuevas generaciones las ha dejado sin menoría histórica, ya que nuestros padres y muchos de nuestros abuelos se criaron y "educaron", obligatoriamente, en el falangismo nacional catolicismo. Así que tenemos una generaciones de jóvenes que le inculcaron, los políticos e instituciones franquistas de ayer y los de la derecha neofascistas de hoy, a no interesarse por la política, solamente quieren que sus hijos de estos hereden su hegemonía social, económica, cultural y política como clases dominantes; que las cosas no cambien, que sigan igual que siempre, aunque “cambian algo” para que todo siga igual.

 

Y ante este panorama desolador y frustrante, tenemos a las tribus de las izquierdas, las políticas y las sindicales, divididas y enfrentadas en veinte mil chiringuitos. Esta es la cruda realidad.

 

Como dijo el “Che” Guevara: “Si fuéramos capaces de unirnos… ¡Qué hermoso y qué cercano sería el futuro!”

 

Las Palmas de Gran Canaria, 28 de mayo de 2013.

 

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