Cándido Quintana ©
Sí, un halo
de esperanza de cambio político hecho realidad de momento en las
europeas, esto para mi es lo más importante de lo sucedido este pasado domingo
electoral de mayo de 2014 para la historia. Lo más valorable,
el meteórico ascenso de la IZQUIERDA
PLURAL, la fulminante irrupción de PODEMOS
y la relevante presencia de UPyD, sin desmerecer a PRIMAVERA
EUROPEA y a algún otro que se hace presente por primera vez.
Al
otro lado, y como contrapartida de todo ello, la esperada ruptura del
bipartidismo, del tripartidismo en el caso de Canarias, por fortuna y para que
nunca perdamos la esperanza de que luchando todo se consigue. Fracasos muchos,
el de ese PP que se viene
autoproclamando como vencedor obviando su estrepitoso fracaso, su brutal
pérdida de votos más allá de lo esperado por una nefasta gestión que ha
escachado a la Ciudadanía de a pie. Al contrario, se trata de una derrota en
toda regla y ya ven.
Pero
ese estrepitoso fracaso del PP ha
sido superado de largo por CC y,
sobre todo, por el PSOE, partidos al
borde del abismo político desde hace bastante tiempo por sus continuadas
pérdidas de votos elección tras elección. Y es que no terminan de hacer un acto
de fe, autoanalizarse y poner los pies en el suelo real. Basta con que aparten
sus prepotencias, escuchen a los ciudadanos, que son los que tienen la última
palabra, y actúen en consecuencia. No es admisible que se crean los “reyes del mambo”, que hagan lo que les
venga en ganas y que el Pueblo se joda, porque después pasa lo que pasa, y para
muestra un botón con estas elecciones.
Y
es que, lamentables políticas aparte, un partido político, y ahora me estoy
refiriendo a Coalición Canaria, no puede defender, como está defendiendo,
nefastas gestiones de juzgado de guardia, como la del exalcalde Miguel Zerolo Aguilar, por encima de las exigencias de un Pueblo
que sufre la quiebra de sus arcas y ve mancillado el buen nombre de su Ciudad.
Mantas sucias aparte, es mejor hablar, caiga quien caiga, y retornar el rumbo
correcto. Y para muestra otro botón, analicen los resultados de los
nacionalistas en Santa Cruz de Tenerife, ¡los
quintos!, por detrás de IU y de Podemos. Increíble pero cierto, ¡han
perdido el 50% de los votos que consiguieron en el 2009!
Y dedico la parte final
de mi artículo al partido que ha sufrido el mayor descalabro en estas
elecciones, al PSOE, centrándome en
Canarias que es lo que más conozco. Parto de que, obviamente por estar en la
oposición, autoproclamarse de izquierdas y valedor de los avances sociales de
los últimos años que el PP ha
cercenado, debería haber crecido y sin embargo ha resultado gravemente
castigado. Es harto difícil digerir y ponerle nombre a las formas y a la
trayectoria del PSC/PSOE, pero pienso que con la palabra “soberbia”
doy de lleno en el clavo.
No
sé ni cuantos artículos de opinión he escrito en los últimos tiempos sobre el PSC/PSOE, por esas rechazables formas de
actuar en Canarias y en Tenerife. Una pila de ellos, con los que únicamente he
conseguido el odio de algunos de sus dirigentes, a pesar de que conocían las
campañas que a su favor había realizado en comicios anteriores entre mi gente
cercana. Esto, hasta que fui consciente de que estaba siendo engañado, algo que
mis amig@s me habían advertido por activa y por
pasiva.
Desde
aquellos vergonzosos momentos en los que las ejecutivas que mejor funcionaban y
que mayores perspectivas de futuro tenían, la de Tenerife y la de Santa Cruz,
fueron miserablemente fulminadas porque las soberbias de algunos así lo
imponían, hasta dañinas tomas de decisiones obligadas por un pacto contra
natura. Y en esta errada trayectoria, inhibirse o tomar parte en un
catálogo canario de protección de
especies, próximo a un crimen animal en toda regla, o admitir como buena la
elección de Miguel Zerolo como senador por la
Comunidad Autónoma de Canarias, que conllevaba lo que tod@s
sabemos, que ellos también conocían.
Mirar
hacia otros, mayormente hacia el PP, y no hacia dentro de su propia casa,
cuando se hablaba de corrupción o de irregularidades, es otra forma habitual de
actuar. En ese sí pero no, en ese cambiar de color permanente de los
camaleones, pues su secretario regional podía apostar por las prospecciones y
luego oponerse al máximo porque, supongo, el pacto se lo exigía. O no actuar
con la misma firmeza, CC tampoco,
rechazando la introducción del gas en Tenerife, sabiendo, como todos sabemos,
el daño que le hace al turismo, mayor si cabe por cercanía que las
prospecciones a las Islas de Lanzarote y de Fuerteventura, o el peligro que le
traslada “de por vida” a los núcleos
urbanos cercanos, que no son pocos. Hablando del entorno del puerto de
Granadilla, yo tenía preparado un escrito para que los socialistas se
cercioraran de que en esas cuentas detectadas a la exministra de Fomento,
Magdalena Álvarez, por los ERES, no aparecían partidas que tuvieran su origen
en Tenerife, ¡por si acaso!
Y
hablando de esta misma infraestructura, y después de recordar la ilusión que
nos trasladó a muchos canarios Juan Fernando López Aguilar en su retorno desde
el Ministerio de Justicia, por su afán de acabar con la corrupción que
posteriormente se diluyó bastante, no puedo olvidar que algunos nos reunimos
con él en el Parlamento de Canarias. Entre otras cosas, le pusimos al día, y
creo que hasta le aportamos documentación al respecto, sobre ciertas
irregularidades del estudio de impacto ambiental. Nunca podré olvidar su cara de
sorpresa y el interés que puso, pero después, si te he visto no me acuerdo.
Tampoco
podré olvidar lo que Santiago Pérez lucho a la vera de Juan Fernando por las
mismas causas, y como finalmente se quedó tirado y sin apoyos, y como tuvo que
poner fin a su militancia en el PSOE.
Me vienen a la mente muchas cosas, muchos casos, desde Casimiro Curbelo y los
apoyos a tope de la ejecutiva regional que obligaron a Alfredo Pérez Rubalcaba
a tomar cartas en el asunto, a otros situaciones más recientes que también le
han hecho perder demasiados votos en casi todas las Islas, desde los Cabildos
de El Hierro y La Palma, a Ayuntamientos de Tenerife, como Tacoronte y alguno
más. En fin, una trayectoria muy difícil de tragar y de votar, ¿conseguirán
retomar el vuelo?..., ¡así no, por supuesto!