Los guardianes del cochino negro
Juanjo
Jiménez *
Es difícil ponerse en la piel del
candidato. Desde que la política es oficio, revalidar el contrato es un marrón.
Cierto que ya no existe el contrato fijo para nadie, ni siquiera el contrato en
sí, pero cuando en tu trabajo te ponen un coche con tresillo, en la oficina te
lo pasas bomba viendo cómo te hacen la pelota y encima sales por la tele a
saludar, dejarlo no es opción. De ahí que en este desesperado intento para
soldarte al cargo se diga de todo, entrando en este proceso un enorme porcentaje
de boberías. Las hay de dos clases.
La tipo soriana,
que apunta a un discurso más soporífero: "Todo el programa del PP es
enterito" para Canarias, algo que tiene el mismo efecto que el que tiene
tos y se mira las dioptrías, y el formato que acaba de inaugurar el candidato
chicharrero al Senado, Ricardo Melchior, más de papas con mojo, y que puede dar
resultados turbadores según el enrale.
"Nosotros", sentencia el protosenador,
"somos los que defendemos el cochino negro, la vaca basta o el presa canario
y, como este último, nosotros somos los guardianes de este territorio".
Nos ha jodido Melchior: mi cochino negro, que en principio no iba a votar
porque tenía feria, ya se ha pedido el día libre. Y la vaca también.