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Francisco García Talavera Casañas
Los
últimos datos demográficos del Istac nos
revelan que la población de nuestro archipiélago supera ya los dos millones,
en concreto 2.025.951 habitantes. Pero esas cifras recién publicadas llevan un
año de retraso, pues corresponden a enero de 2007. Por lo tanto, ahora -a
comienzos de 2008, y con la tendencia actual- habremos sobrepasado con creces
los 2.050.000. Atendiendo también a los datos del Istac vemos
que, en cifras aproximadas, de esos dos millones de personas que habitamos en
este privilegiado -en muchos aspectos- archipiélago afroatlántico, 1.500.000
(las tres cuartas partes) somos canarios de origen y nacimiento, y el restante
medio millón de residentes en las islas es de origen foráneo, unos 250.000 son
españoles de distintas nacionalidades y regiones de
Pues bien, veamos
ahora el origen de ese millón y medio de canarios "nativos". Sabemos
que antes de la conquista europea de las Islas, habitaba aquí un pueblo
norteafricano bereber:
el guanche. Así es como se conoce -desde siempre, dentro y fuera de las Islas-
a la antigua población de Canarias. Cómo y cuándo llegó a nuestro archipiélago
son otras cuestiones en las que aún no se ha dicho la última palabra. Bien es
cierto, también, que los guanches a la llegada de los europeos presentaban
ciertas diferencias insulares lingüísticas y culturales -lógicas debido al
aislamiento- que, sin embargo, entroncaban en una raíz común. Diferencias que,
de ningún modo, permiten hablar de pueblos distintos en cada isla.
La población
guanche de nuestro archipiélago en el momento de la conquista oscilaba, según
los autores, entre 60.000 y 100.000 personas. Y las islas con mayor densidad
demográfica, con diferencia, eran las mismas que en la actualidad: Tenerife y
Gran Canaria. Ya sabemos que esa población autóctona, después de la brutal y
cruenta invasión y conquista, resultó diezmada debido a la guerra,
enfermedades, esclavitud, etc. Pero de ninguna manera llegó a desaparecer, sino
que, como se está comprobando genéticamente, quedó en suficiente proporción
como para que ahora, en 2008, más de la mitad de los canarios seamos portadores
de sus genes. Pero volvamos a la población guanche superviviente, la cual, a
pesar de todo, permaneció en mayoría con respecto a los colonizadores
(principalmente portugueses), que arribaron a nuestro archipiélago en las
siguientes décadas. El mestizaje étnico que se produjo entre guanches y
europeos fue fundamentalmente con portugueses, en primer lugar, y
"castellanos" (andaluces, extremeños,
castellanos, gallegos, etc.) y, en muchísima menor proporción, con genoveses,
catalanes, flamencos, franceses y otros, además del importante aporte genético
proporcionado por los numerosos esclavos traídos del vecino continente.
Y si tenemos en
cuenta que a finales del siglo XVII, según reflejaba el censo de 1688, la
población de Canarias era de 105.075 habitantes, de los cuales 51.867 (prácticamente,
la mitad) residían en Tenerife y en Gran Canaria, 22.154, estos datos son
suficientes para hacernos una idea de cómo ha ido evolucionando demográficamente
este país. El país de los que vivimos y sentimos en esta tierra, hayamos o no
nacido aquí.
En definitiva, si
hoy en día aceptamos con naturalidad que guanche es el vocablo que define a
todos los antiguos habitantes del archipiélago (sin ir más lejos, en Gran
Canaria, el barco de vela latina que más triunfa es "El pueblo
guanche", y en Gáldar llaman a su antigua necrópolis, "
Guanches ayer,
canarios hoy, actuemos como un solo pueblo dispuesto a afrontar con orgullo,
identidad, inteligencia, firmeza y eficacia, los importantes retos que se
avecinan.
*
Francisco García-Talavera Casañas,
geólogo y paleontólogo, exdirector del Museo de Ciencias Naturales de
Tenerife, expresidente de Museos de Tenerife y actual asesor emérito de la
citada institución.