El golpe de Estado número 155
Confunde que algo queda. Mediante el subterfugio denominado artículo 155 de la constitución a la española, el PPSOE y su apéndice C’s, liderado por Alberto de Rivera, sendos brazo político del borbonato cuya jefatura desempeña Felipe VI de España y nada de Canarias, han procedido a dar un golpe de Estado que, en consecuencia, afecta a todo el Estado, no solamente a Catalunya como se pretende hacer creer, cercenando derechos fundamentales básicos como la libertad de expresión y manifestación, con presos políticos y de conciencia incluídos como la joven canaria Aisha Hernández Rodríguez, en prisión por realizar una pintada en contra de la ingente bolsa de paro juvenil y cuya puesta en libertad exigimos al régimen fascista, monárquico y colonial, al igual que ha ocurrido con los dirigentes de la Asamblea Nacional Catalana y Omnium Cultural, popularmente conocidos como “Los Jordis”.
Cualquier parecido con la realidad se torna mera coincidencia. El citado Artículo 155 consta de los siguientes dos apartados:
1. Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.
2. Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas.
El mismo gobierno metropolitano reconoce en el párrafo segundo, página diez, de su amplio y tedioso escrito de diecinueve páginas, sobrepasan los preceptos contemplados en el artículo 155 y lo hace en los siguientes términos: “La magnitud del incumplimmieno determina que, en este caso, no baste con la impartición de instrucciones a las autoridades autonómicas…”. Entonces seamos serios y rigurosos, lo que se está aplicando nada tiene que ver con el artículo 155, en el que intenta ampararse el gobierno estatal en base a la mayoría absoluta que tiene en el Senado, soslayando la legislación internacional que España ha suscrito y, por lo tanto, tiene la obligación de respetar, específicamente la Carta de las Naciones Unidas.
Usurpación de funciones. Atribuyéndose unas prerrogativas que incluso la retrógrada legislación interna no le reconoce, Rajoy se atribuye la potestad de destituir al Gobierno de la Generalitat, su Vicepresidente y hasta el mismísimo Presidente, atribuyéndose asimismo la competencia de decretar la disolución anticipada del Parlament o el fin de la legislatura y la convocacotoria de elecciones autonómicas. Se interviene absolutamente toda la administración de la Generalitat y, específicamente, los Mossos d’Esqudra; la gestión económica, financiera, tributaria y presupuestaria; el área de telecomunicaciones y comunicaciones electrónicas y audiovisuales. Se intervienen las competencias del Parlament ¿Qué relación tienen todos estos despropósitos con el artículo 155?
La generalización del golpe.
El PPSOE, obnuvilado por el espejismo de la algarabía que ha provocado en una parte importante del ignorantado pueblo está creyendo, aun sin ser cuestión de fe, que las medidas pactadas se pueden extender tanto a Euzcady y Nafarroa como a las Islas Canarias, a más de dos mil kilómetros de la madrastra nada arbitraria, porque no da puntada sin hilo. Vean si no la prohibición de exhibir nuestra libertaria bandera, la tricolor con 7 estrellas verdes, en los campos de fútbol, olvidando que tanto la última como la antepenúltima dictadura, llevan intentando que nuestro pueblo no enarbole nuestra anticolonialista bandera desde el momento mismo de su creación, en el año 1964, cuyo 53 aniversario estamos conmemorando, con movilizaciones masivas en nuestras calles, repletas con la bandera que representa las ansias de emancipación de nuestro pueblo.
En la República Democrática Federal Canaria no está prohibido exhibir nuestra enseña nacional. Si los aficionados asistieran a los actos deportivos portando la bandera de Franco seguro que no encontrarían problema alguno por parte de los representantes del colonialismo ni por los esbirros a su servicio, como se ha demostrado recientemente con la vergonzosa visita al Campo Nou de uno de nuestros equipos más representativos y emblemáticos, la Unión Deportiva Las Palmas que, por exigencia de la directiva, la portó en su vestimente, para vergüenza y oprobio de todos nosotros y tampoco los van a encontrar con la bandera de las 7 estrellas por mucho que la directiva del Tenerife Fútbol Club pida a los aficionados que no entren al estadio con la bandera. Es tan sencillo como fácil de entender: o la bandera entra a los estadios o no entramos los aficionados que, además, exigimos la inmediata dimisión de ambas directivas, dimisiones a las que deben acompañar las del presidente del pseudogobierno de Canarias, Fernando Clavijo y Román Rodríguez, (ex presidente del pseudogobierno y vicepresidente de la Caja Insular de Ahorros cuando la entregaron a Bankia) respectivamente, el primero por apoyar la represión del fascista régimen monárquico y colonial en el Senado y el otro por abstenerse, también vergonzosamente.
http://www.congreso.es/consti/constitucion/indice/titulos/articulos.jsp?ini=155&tipo=2
http://www.congreso.es/consti/constitucion/indice/titulos/articulos.jsp?ini=143&fin=158&tipo=2
Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario