Giorgio Bocca
Juan
Jesús Ayala
A los 91 años ha dejado de existir en Milán Giorgio Bocca, uno de los grandes escritores y periodistas del
último medio siglo. Fue fundador del periódico La
República y escribió durante su vida numerosos libros de pura crítica a la
sociedad del momento, siendo insobornable, y donde sus diatribas iban directas
al corazón de las cuestiones. No se andaba ni por las ramas ni por reírle las
gracias a cualquiera que no las tuviera, lo que le costó algún que otro
disgusto, sobre todo, cuando en el año 2002 escribió sobre el caso Berlusconi.
Colaboraba
semanalmente en una revista italiana, donde se titulaba "el antiitaliano". Era un enemigo acérrimo de la Italia
fastuosa y opulenta, estaba en contra de la moda y de las melindreces
que por su alrededor circulaban. Nunca tuvo ningún reparo en decir lo que se le
ocurriera dentro de la lógica de los acontecimientos; no se vendió ni por
cuatro liras ni por mil euros. Destacaba su dureza, que se pudiera llamar
"antidemocrática", y así manifestaba, una y otra vez, que el pueblo
soberano está siempre dispuesto a cometer tropelías, sostener el engaño y hasta
cometer este o aquel delito por propia satisfacción de la incoherencia.
Decía cuando podía,
que era cuando a él le daba la gana, que la historia de Italia se ha fabricado
a través del martillo de las minorías. Lo que era una gran incongruencia
porque, en realidad, siempre fue un referente de la izquierda y un batallador
por los principios de la igualdad y la solidaridad. Pero estaba convencido de
su autoridad moral y no tenía inconveniente alguno desde un masoquismo
diletante en torturarse asimismo, porque quizás había colaborado en parte a la
construcción de un país que le había decepcionado.
Siempre estuvo del
lado de los menesterosos, de los que padecían hambre en todas las vertientes, y
abarcó todo el espectro cultural de la época con sus crónicas ácidas y bien
dirigidas. Lo que más destacó en su última época fue la publicación de su libro
"Pandemonio", en donde hace una crítica a internet
y a la nueva economía, que hizo que fuera uno de los libros más vendidos y
leídos de los últimos tiempos.
Fue un amante del
periodismo más que de la estructura académica de los libros, nunca pretendió
dar lecciones de periodismo a nadie y siempre estaba dispuesto a seguir aprendiendo;
no se instaló en el pódium de los escogidos y de los que hay que mirar hacia
arriba para vislumbrarlos. Siempre estaba dispuesto a aprender, "escribir
claro y deprisa, tener capacidad de síntesis, no perderse en dudas ni
vacilaciones, pero también ser culto, abierto al mundo y a sus lecciones, capaz
de emocionarse y de solidarizarse con el ser humano". Fue crítico hasta
con sus colegas de la izquierda y no le dolían prendas poner el acento en dónde
había que situarlo.
Personas como Giorgio Bocca, cuando se nos presentan al final de su vida, nos
hacen recordar, una vez más, como los grandes hombres, los que han abierto
cauces hacia la verdad y remarcado la actualidad con una realidad fuerte y
contundente, como, siendo sabios, pretenden y hasta hacen un esfuerzo para
pasar desapercibidos, y es por eso por lo que traemos hoy aquí su memoria, para
que sea referente a los que siendo meros trepadores del pensamiento y ausentes
de toda contundencia intelectual circulen por la vida adoptando su ejemplo, lo
que siempre es bueno.