Por Luis
Bacallado
[Y
Canarias ¿qué pinta en este baturrillo?, pues muy sencillo. A lo largo de
nuestra historia, Gran Bretaña ha dado vivas muestras de auspiciar el
desarrollo general de Las Islas y por ende, siempre ha venido bien llevarse bien
con los anglosajones. Incluso llevarse mejor que con España, la cual ha hecho
exactamente lo contrario, cercenar nuestro progreso a toda costa. Lo importante
de esto es que no hay que irse muy lejos para corrobarlo.]
Andan
en un disgusto los hijos de España por haberles fastidiado el descanso estival.
Como ya saben todos, en estos días estamos asistiendo a lo que ha sido
denominado como "Crisis del Peñón o Crisis de Gibraltar", una
serie de desencuentros entre Gran Bretaña y España, originada a finales del
pasado julio con la emisión al mar por parte de un remolcador inglés de 70
bloques de hormigón frente a las bahía de Algeciras, habiendo desacatado además
los acuerdos anglo-españoles en materia de pesca firmados a finales de los 90.
No
en vano, "la calentura" ha ido aumentado con el paso de las jornadas,
tanto es así que los patriotas del Toro de Osborne demandan a viva voz que el
Ejecutivo de Rajoy tome cartas del asuntos (acojonaos hay que estar) ya
que entre otros desaires,
la
Royal Navy ha vulnerado el Tratado de Utrecht, con las recientes
aproximaciones de portaaviones ingleses a las costas cercanas al Peñón para la
realización de maniobras militares. Las primeras medidas no se han hecho
esperar...
Y
Canarias ¿qué pinta en este baturrillo?, pues muy sencillo. A lo largo de
nuestra historia, Gran Bretaña ha dado vivas muestras de auspiciar el
desarrollo general de Las Islas y por ende, siempre ha venido bien llevarse bien
con los anglosajones. Incluso llevarse mejor que con España, la cual ha hecho
exactamente lo contrario, cercenar nuestro progreso a toda costa. Lo importante
de esto es que no hay que irse muy lejos para corrobarlo.
¿De
qué vivimos actualmente los canarios? De nuestro turismo, gracias en parte a CC
y su política monocultuvista, pero la realidad es esa. Y en este sentido, las
cifras hablan bien a las claras. Solo en el pasado mes de junio, visitaron Las
Islas un promedio de 302.142 turistas británicos. Ahí es nada.
Empero, si buceamos en la hemeroteca, ese binomio llamado buenhacer británico-
jodienda española, económicamente hablando, resulta más que evidente.
La
Crisis del Vino del siglo XVII que acabó por finiquitar una próspera
relación comercial con Gran Bretaña, fue motivada por el cierre del mercado
por parte de España porque ésta quiso declararle la Guerra a los británicos,
iniciándose una vez más una de sus estériles refriegas y de paso, impidiendo
que el famoso caldo canario (Malvasia, The Canary Gold y el Canary Wharf de
Londres, la estación de bienvenida) siguiera exportándose hasta los puertos
ingleses.
Ya
en el siglo XX, los ingleses introdujeron el monocultivo del plátano
cuya exportación la controlaba principalmente la compañía comercial Fyffes.
Después
vamos nosotros y vendemos como un gran logro haber echado a Nelson en
1797... Guárdame un cachorro...
Yéndonos
de nuevo al presente, a la enésima tomadura de pelo que le han infligido al
bueno de Mariano, la actualidad ha dejado muchas opiniones. Entre ellas la de
algún catalán despistado que ha replicado a los españolistas gibraltareños
que siguen argumentando el carácter de colonia del Peñón. ¿Entonces
las posesiones españolas en el Norte de África que son maestro?[2]venía
a decir el compañero con su crítica.
Lo grave es que al camarada catalán se le olvidó nombrar otra posesión, que
está aún más lejana que el Peñón de Vélez (territorio legítimo de la
etnia rifeña ghummara) y que como ya hemos comentado,
cumple
prácticamente todos los requisitos de colonia,
Las Islas Canarias. Grave
error no incluirlas en la denuncia compañero.
Pero
nada, menos mal que nos queda la Royal Navy, poniendo en su sitio a España
desde que en 1588 les hundieran la Armada Invencible.
[1]GutierrezNelson.
Fuente: menceymacro.blogspot.com