Gibraltar no es una colonia; Canarias, Ceuta y Melilla, sí
Antonio
Cubillo Ferreira *
El pasado martes, la
Asamblea General de la ONU tuvo que escuchar pacientemente el consabido discurso
del Sr. Rajoy, presidente del Gobierno colonialista español, representando a la
Corona de España. Nos imaginábamos lo que iba a decir, pues desde siempre el
Gobierno de Madrid, cuando tiene problemas interiores de todo tipo, saca la
conocida cantinela que enarbolaba el franquismo y la Falange con la cuestión de
Gibraltar.
Recuerdo que hace años,
cuando el representante español en la ONU sacaba el caso, el británico, para
hacerlo callar, declaraba: "Nosotros devolveremos Gibraltar el día que
ustedes devuelvan a Marruecos Ceuta y Melilla", y se terminaba el asunto.
Pero ahora la Corona española atraviesa una grave situación interna, pues está
a punto de llegar el rescate por los disparates económicos de gobiernos
anteriores socialistas e incluso del actual de la derecha, y por ello tiene que
sacar lo de Gibraltar, cuando los anticolonialistas pensábamos que por fin la
Corona española iba a reconocer ante la ONU que se aprestaba a descolonizar,
mediante un calendario a establecer, los territorios africanos que ocupa desde
hace siglos en el norte del continente: Islas Canarias, Ceuta, Melilla, islas
Chafarinas, islotes de Vélez de la Gomera, Alhucemas, Perejil.
El Sr. Rajoy, como
todos los políticos de la Corona española, ignora adrede lo que dice el
tratado en el que España cede el peñón:
Tratado de Utrecht.
Cesión de Gibraltar a Inglaterra. Artículo X. 13 de julio de 1713: "El
Rey Católico, por sí y por sus herederos y sucesores, cede por este tratado a
la Corona de la Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y
castillos de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortalezas que le
pertenecen, dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce con
entero derecho y para siempre, sin excepción ni impedimento alguno".
Por haber firmado este
tratado, España recuperaba la isla de Menorca, ocupada por los ingleses con
motivo de la guerra de sucesión y abandonaba por cesión y para siempre (forever)
Gibraltar. Luego esto no es un caso de colonialismo ni el roque de Gibraltar una
colonia. Lo que sucedió es que cuando se formaron las Naciones Unidas se pidió
a todos los países que dieran el nombre de sus colonias y territorios, pero
como Gibraltar los ingleses lo denominaban colonia, como otros territorios, se
puso por error en la lista de la IV Comisión o Comité de Descolonización.
Cuando entró el gobierno de Franco, le pidieron que diera la lista de colonias,
y Madrid respondió que no tenía ninguna colonia, sino provincias de ultramar;
por eso no se incluyó Canarias, Guinea y Sahara.
Desde un punto de vista
de derecho internacional, quien únicamente podría solicitar algún día la
devolución de Gibraltar a la Corona inglesa sería una República española, ya
que la cesión para siempre había sido firmada en 1713 por la Corona española
a la inglesa, y no por un Estado español, es decir, una República, lo que no
sucede ahora, pues sigue siendo Corona.
La Corona española
sabe perfectamente que cuando se plantee oficialmente el caso de Canarias ante
la ONU, como se estaba preparando en 1978, las Naciones Unidas le exigirán a la
Corona española un calendario de descolonización; por ello recurrió en su día,
el 5 de abril de 1978, al crimen de Estado de terrorismo internacional, el
crimen de Estado o terrorismo de Estado llevado a cabo en Argel, donde estaba
instalado el MPAIAC, como es público y notorio. Para volver de nuevo a la
actualidad, todo depende de las movilizaciones populares unitarias que podamos
organizar en Canarias los patriotas a favor de la autodeterminación y la
independencia.
Las movilizaciones
populares que están llevando a cabo ciertas organizaciones anticolonialistas en
Marruecos son importantes y estamos a su lado, y todos los canarios deben ver
con simpatía este movimiento, a pesar de las pegas que opone el propio gobierno
marroquí, interesado en mantener relaciones con la Corona española antes que
defender la integridad de su país, rompiendo incluso relaciones si fuera
preciso. Nos extraña que organizaciones anticolonialistas conocidas como El
Istiklal y la Unión de Fuerzas Socialistas no encabecen y dirijan estos
movimientos por la recuperación de las ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla y
los islotes. Nuestro partido independentista, el Congreso Nacional de Canarias
(CNC), brazo político del Movimiento de Liberación Africano de Canarias, el
MPAIAC, apoya desde siempre estas reivindicaciones, pues mientras haya un solo
metro de tierra africana ocupada por el colonialismo, África estará en peligro
y no se habrá liberado del colonialismo europeo.
Miren ustedes nuestra
situación actual, que por el hecho de que Canarias sigue dominada por la Corona
española ha cedido las islas al pacto de la OTAN, y desde nuestro territorio se
van a llevar a cabo intervenciones en el continente africano, con los peligros
que conlleva. Como es lógico, existe en esta colonia un llamado Gobierno autónomo,
que desde luego no va a protestar, al contrario, ya están pensando sus
dirigentes autonómicos en los beneficios que podrían sacar con la presencia de
las naves y aviones de la OTAN, sus tripulaciones y negocios a instalar en el
puerto de Las Palmas y en las fotos que se van a hacer en los navíos, con sus
señoras vestidas con mantones y peinetas españolas, imitando al presidente de
dicho Gobierno, el exalcalde de El Sauzal don Paulino Rivero, que aunque canario
se siente muy español, monárquico y europeo.
Los gobiernos africanos
y países demócratas y anticolonialistas de las Naciones Unidas deben sopesar
si es mejor que Canarias siga siendo una colonia europea o que se constituyan en
un Estado africano, en una nación, es decir, lo que preconizamos los patriotas
del Congreso Nacional de Canarias (CNC), brazo político del MPAIAC, una República
Federal, Laica y Social, cuyo lema internacional es la neutralidad positiva y la
laicidad, entendiéndose esta tal como debe ser ("el principio de laicidad
no es la guerra a las religiones, sino el respeto de todas las
religiones"), y cuya bandera es la independentista republicana de las siete
estrellas verdes, que este próximo mes cumple el 48 aniversario de su creación
en Argel, el 22 de octubre de 1964.
En base a este
principio, el CNC reconoció en su día al MNLA, Movimiento de Liberación del
Azawad, representando a los revolucionarios tuareg que se encuentran en el norte
de la república de Mali, y porque este siglo XXI es el siglo de las identidades
de los pueblos sometidos en todos los continentes. El hecho de que el Azawad
sirva de refugio ahora a grupos terroristas musulmanes, como El Aqmi, Ançar
Eddine y Mujao (Movimiento por la Unidad de la Djihad en el África del Oeste),
Al Qaeda, teledirigidos por traficantes de drogas y armas, el salafismo, el
whabismo y otros intereses ocultos para desestabilizar el Sahel, no quita que
los representantes del pueblo tuareg, que no tienen patria, tengan razón como
ha hecho el MNL en búsqueda de la patria que el colonialismo francés le negó
en su día.
Debemos evitar
problemas tan graves como el del Sudán, cuyas fronteras diseñó Inglaterra sin
tener en cuenta el pueblo de Sudán del Sur, cristiano y animista, diferente de
los de Sudán del Norte, musulmanes, árabes y antiguos traficantes de esclavos.
El Gobierno francés
está muy preocupado por sus intereses en el Azawad, sobre todo de las
explotaciones de uranio para sus fábricas de energía atómica, según ha hecho
saber estos días en la reunión de la 67 Asamblea General de las Naciones
Unidas, y Francia quiere implicar a países como España, por sus territorios
coloniales en África.
Ha logrado el Gobierno
francés que la Comunidad Económica de los Estados de África del Oeste forme
una fuerza militar con el cuartel general en Bamako, pero está buscando en
estos días un acuerdo urgente incluso del Consejo de Seguridad, aunque señala
que no va a enviar tropas francesas al norte de Mali, pero estas son falsas
promesas que pueden cambiar de un día para otro, y ya sabemos las consecuencias
de una invasión de salvación. Francia tiene mucha prisa, porque acaba de
conocerse su cifra de parados, que pasa de los tres millones, y quiere buscar
salidas para sus parados y militares en aventuras africanas.
El CNC cree que ante
todo esto debe ser un asunto a resolver entre la Organización de la Unidad
Africana y países limítrofes, como Argelia, Níger y Libia, que deben
supervisar todos estos movimientos, ya que se trata de una posible intervención
extranjera en nuestro continente, con las consecuencias y derivas que esto puede
acarrear. El MNLA es el único interlocutor válido e independiente que
representa los intereses generales de los tuareg, de su lengua y de su cultura
ancestral, y debe estar en todas las conversaciones, ya que busca el
reconocimiento de una República Laica y Social, patria de los tuareg, a la cual
hay que ayudar en su lucha y reconocerla, para combatir a los extremistas
islamistas y otros infiltrados venidos de diferentes países para establecer en
el Sahel una Djihad y Charia islámico-extremista, anticultural y antidemocrática,
como cuando llegaron las tribus árabes y beduinas de Beni Hillal, en el siglo
XII, destruyendo las culturas amazighs e imponiendo con la espada una lengua
extraña, el árabe, y una religión.
El Gobierno colonial
español tiene en estos días graves problemas sociales y políticos. En las
televisiones y prensa del mundo entero se han visto en estos días los horrores
de la intervención de las fuerzas de policía española contra los
manifestantes en Madrid. Tiene también problemas en la metrópoli con el
despertar de los pueblos europeos catalán y vasco, que luchan justamente por su
autodeterminación e independencia, que les pertenece por derecho propio y que
obtendrán en pocos años.
No nos extraña el
comportamiento de la Corona española, a la cual echaron los pueblos sometidos
en América y Oceanía. Por lo tanto, es tarea de los africanos ahora echarlos
de esta parte que aún colonizan, ya que la Corona de los Borbones jamás se
sentará por las buenas con los representantes de estas colonias para establecer
un calendario de descolonización, sobre todo cuando se siente arropada y
protegida por los grandes partidos políticos españoles PP y PSOE, que apoyan a
la monarquía, al centralismo y al colonialismo.
Es una vergüenza que
los socialistas y comunistas españoles, que tanta sangre derramaron durante la
guerra civil española defendiendo el régimen legal republicano y sus
instituciones, en la actualidad sostengan la monarquía española y su política
colonial no solo en Europa, sino en el continente africano, donde nos hallamos
los canarios.
A título recordatorio,
señalamos que, en octubre de 1960, el Gobierno de la URSS en las Naciones
Unidas, a través del representante de Ukrania en su delegación, puso sobre el
tapete el caso de las colonias españolas en África y pidió la descolonización
de las Islas Canarias. Hubo una reacción enorme de la prensa franquista y los
ayuntamientos domesticados canarios enviaron a los gobernadores civiles y a
Madrid sendos telegramas de apoyo al régimen y en contra de la toma de posición
de la URSS, Ukrania y, después, de la delegación de Bulgaria sobre este tema.
En julio de 1962, asistí
en Moscú al gran Congreso de la Paz, representando a Canarias dentro de la
delegación española enviada por el PCE, donde expliqué cuáles eran las
aspiraciones canarias en favor de la independencia, cosa que los republicanos
españoles del PCE no aceptaban. Fue allí donde, el 5 de julio, el entonces
presidente de la URSS, Kruschov, anunció a los cuatro mil asistentes
congregados la independencia de Argelia después de una larga lucha de liberación
de ocho años y un millón de muertos contra el colonialismo francés.
Uno de aquellos días,
estando en los salones del Kremlin, en la plaza Roja, se acercó hacia mí un
camarada soviético diciendo que si yo era canario y estaba de acuerdo con la
independencia de Canarias. Le contesté afirmativamente, y entonces me contó
que él era ucraniano y fue el delegado de la URSS que puso sobre el tapete la
cuestión canaria y su descolonización, en 1960, en Nueva York, siguiendo órdenes
de la delegación soviética, que quería denunciar todos los colonialismos
europeos en el continente africano. Se lo agradecí en nombre de los patriotas
canarios, pero me añadió que, meses después, estando también en los salones
del Kremlin, se presentó un personaje hablando ruso e insultándolo poco menos
por haber sacado la cuestión de Canarias en la ONU, diciéndome que ni yo ni
los rusos sabían nada de Canarias, que estas islas eran una parte de España y
de Europa y que los canarios no querían ser independientes. Ante mi asombro le
pregunté el nombre del citado personaje y me dijo: Santiago Carrillo,
secretario general del PCE.
Entonces comprendí y
no me extrañó nada, pues conocía los manejos de Carrillo contra el
independentismo canario y mis conversaciones con él y el Comité Central en París
para que abandonase mis convicciones independentistas. Entonces le pregunté al
camarada ucraniano cómo se explicaba esta actitud colonial de un comunista. Me
dijo y aclaró que tanto los franceses como los españoles antes que comunistas
son españoles centralistas y nunca han comprendido el levantamiento de los
pueblos sometidos al colonialismo; que la guerra de Argelia fue dirigida por los
gobiernos socialistas y con el apoyo de los comunistas hasta que al final llegó
el general De Gaulle, que no era ni socialista ni comunista y resolvió la
cuestión colonial negociando el problema de abandonar Argelia al FLN. Que los
rusos desde muchos años antes, siguiendo la política de Lenin, sabían que había
que apoyar la lucha de los pueblos colonizados, pero los comunistas europeos y
los socialistas no lo comprendían.
En diversos congresos
en Moscú, donde ya participábamos los movimientos de liberación africanos, me
encontré a menudo con el general republicano Lister. Le fui convenciendo de la
importancia de las luchas en las colonias y que había que apoyarnos, en lo que
estuvo de acuerdo, pues luchando por la independencia de Canarias también se
luchaba contra la dictadura franquista.
En 1974, en otro
Congreso de la Paz que se celebraba en Moscú, me encontré con Lister y me
dijo, por fin, que tenía razón sobre lo que le decía sobre Carrillo y que en
Moscú, en este congreso, se presentaban dos delegaciones españolas: una,
dirigida por él y la Pasionaria y otros dirigentes comunistas, y otra, enviada
por Carrillo, dirigida por dos princesas de Borbón Parma y toda una serie de
representantes españoles monárquicos y de otras tendencias, que ya habían
negociado con la monarquía para ocupar el poder después de Franco. Ante esta
bajada de los pantalones del carrillismo con su eurocomunismo, Lister acababa de
escribir un libro titulado "Basta", donde se denunciaba todos estos
manejos, que podían significar acabar estableciendo de nuevo en España la
monarquía borbónica..., en vez de una república, como así sucedió.
Estos días se está
celebrando en Tenerife el congreso de los socialistas canarios incluidos en el
PSOE, todas cuantas decisiones y políticas vienen ya programadas desde Madrid.
Fíjense bien que no se dice ni se dirá una sola palabra condenando el
colonialismo español ni contra la corona ni, desde luego, nada sobre el derecho
del pueblo canario a su autodeterminación e independencia ni tampoco sobre el
establecimiento de bases de la OTAN en Canarias, aunque los canarios votaron no
a dicho pacto militar, que como todos saben lo aceptó e introdujo en España y
colonias el gobierno socialista de Felipe González.
* Presidente del partido independentista CNC, brazo político del Movimiento de Liberación Africano, el MPAIAC
Publicado
en el periódico El Día, 29-09-2012