Reflexiones sobre la conferencia “Evidencias genéticas sobre el origen de los aborígenes canarios” de la Doctora Rosa Fregel
[..., se han hallado linajes específicamente indígenas (guanches) en todos los territorios poblados históricamente por canarios como Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela, San Antonio de Texas (EEUU) o Uruguay...]
Muchos amantes de la Historia de Canarias tuvimos una cita
ineludible en el MAB
(Museo Arqueológico Benahoarita) de
La Palma y en la ULPGC.
La conferencia de la Doctora en Biología Rosa
Fregel titulada “Evidencias
genéticas sobre el origen de los aborígenes canarios” nos
ponía al día del estado de estas investigaciones.
La investigadora
canaria de la Universidad
de Stanford (California,
EEUU) está aprovechando su estancia en el Archipiélago también para la difusión
del conocimiento teniendo la amabilidad de regalarnos estas conferencias que
despertaron una gran expectación.
Los
estudios genéticos no han dejado de evolucionar de manera acelerada estos últimos
años y constituyen una interesante vía para complementar el conocimiento del
pasado en relación a movimientos de población.
¿Qué sabemos
con certeza desde el punto de vista genético? Pues en primer lugar que la
procedencia de los primeros canarios es norteafricana de etnia bereber. En
segundo lugar, y no menos interesante, confirma los datos históricos que
siempre han apuntado a una importante procedencia indígena de la población
canaria actual desterrando el discurso extincionista. Por último una mayor
pervivencia de mujeres que de hombres nativos tras la conquista europea similar
fenómeno que tuvo lugar en Latinoamérica.
Otro dato de
interés es que se han hallado linajes específicamente indígenas en todos los
territorios poblados históricamente por canarios como Cuba, Puerto Rico, República
Dominicana, Venezuela, San Antonio de Texas (EEUU) o Uruguay.
No obstante, si
bien la genética nos ha corroborado algunos datos que ya señalaban las fuentes
arqueológicas, historiográficas, lingüísticas y etnográficas, aún quedan
no pocos aspectos por descifrar de aquellos hechos pretéritos ¿Cuál era la
procedencia geográfica concreta de nuestros antepasados indígenas? ¿Cuándo y
cómo llegaron a las islas desde el Continente? ¿Fue una oleada o varias?
Precisamente hacia la resolución de estos interrogantes se dirige el trabajo de
Fregel. Para ello aspira a reconstruir el genoma completo de los antiguos isleños
en base a diversas muestras que se pueden obtener en los museos del país.
Es de agradecer
este tipo de actos orientados a la divulgación ya que es precisamente el ámbito
nuestro principal talón de Aquiles aún a día de hoy. En los últimos años se
ha multiplicado la labor divulgadora de los estudios históricos de Canarias en
diversos ámbitos. Sin embargo, se echa en falta un plan divulgativo y formativo
efectivo a largo plazo desde las instituciones canarias para introducir estos
conocimientos esenciales en el sistema educativo y los medios de comunicación.
La
genética no es identidad
Quizás
esta es la idea que más relevancia entraña personalmente de la interesante
conferencia de Rosa Fregel. Y es que los marcadores genéticos son valiosos en
cuanto nos aportan información de un hecho histórico como los movimientos de
población pero, en ningún caso, la identidad cultural de un pueblo o etnia. O
dicho de otra manera; los datos no pueden ni deben precisar ningún porcentaje
identitario, algo así como cuánto somos los canarios de españoles,
portugueses, bereberes o subsaharianos. Ésta depende de otros factores de la
experiencia colectiva de una sociedad y sobre todo de su propia voluntad.
Como bien ha
expuesto en sus trabajos José
Farrujia sobre los
discursos del poder en relación a la arqueología canaria, la politización de
estos estudios está profundamente arraigada en la historia de estas
investigaciones. Con todo, en la actualidad contamos con la mayor rigurosidad y
número de profesionales en la materia que nunca antes. La inconsciente figura
del ‘canariólogo’ se está sustituyendo por la de verdaderos profesionales
que no hacen sino ilusionarnos en un futuro bastante prometedor para el
conocimiento de nuestro pasado.
No son pocos los
isleños de hoy que sin importarles su genética se sienten indígenas, otros no
comparten tanto esa sensibilidad o se identifican más con otros componentes de
la canariedad. Están todos en su derecho, negar nuestro componente europeo o
bereber nos llevaría al absurdo de negar la nacionalidad canaria a todo aquel
que no fuera poseedor de cuatro abuelos isleños. El mestizaje del canario no es
una excepcionalidad global, de hecho casi todos los pueblos del mundo son frutos
de diferentes procesos de fusión y no significa que por ello que estén
moralmente obligados a renunciar a su identidad.
Los frutos los
estamos viendo y confirman que ni somos guanches puros ni castellanos castizos,
sino ambos y más. Somos milenios y siglos compartiendo estos riscos, volcanes,
playas, océano, salitre, alisio, siroco, miseria y dominación. Somos
sencillamente canarios, ¿es que no es suficiente?