¿FRUTAS
Y HORTALIZAS DE AQUÍ?
Padre
Báez *
Anda
diciendo una firma hotelera por ahí, que va a dar de comer a sus comensales
frutas y hortalizas de aquí.
Y uno se pregunta y dice, pero ¿dónde hay aquí frutas y
hortalizas?, porque se da uno una vuelta por la isla, y no encuentra ni una ni
otra, a no ser que vaya a servirles pinocha y retamas, pero ¿para matarlos
envenenados?; de otra forma no entiendo ese proyecto o intento se pueda cumplir
y llevar a cabo, a no ser que empiecen a plantar árboles frutales y plantar
hortalizas. Es una verdad de Perogrullo, que nadie da lo que no tiene; y si no
tenemos ni una ni otra, ¿cómo es que van a dar de comer con cosechas de aquí,
cuando lo único que cosechamos es pinocha y retamas? Ya andan con el sello de
calidad, cuando la calidad brilla por su ausencia. A no ser que traigan frutas y
hortalizas de p´fuera, y les pongan el sello como que son de aquí, y así engañar
a los comensales, porque de otra manera no me lo explico, ni veo se pueda hacer.
Esto,
además, se me parece al cuento de la lechera, antes de tener ya vendía lo que
no tenía. Cierto que en la isla hay un mínimo plantado, pero difícilmente
alcanza para el que lo plantó, ¿de dónde van a sacar para dar de comer comida
de aquí, cuando no se la tiene y todo está protegido y si te ven limpiar un
trozo de terreno tuyo para plantarlo de algo, te caen encima y te multan?
Resulta, que para sobrevivir -que no vivir-, según organismo
internacionales, cada pueblo debe producir como mínimo el 50 % de lo que
consume; nosotros, que no llegamos al 5 %, ¿vamos a dar de comer a miles de
turistas cada día?, pero ¿dónde están esas fincas produciendo comida para
nosotros y para ellos? ¿Acaso los barcos han dejado de importar a diario
toneladas de todo para nosotros?
¿A
quién quieren engañar? Porque basta con ver cómo lo que comemos no tiene
sabor, y llega casi putrefacto a las mesas, porque de aquí nada se consume,
salvo la excepción, pero ¿camiones de frutas y de hortalizas?, ¿de qué
pueblo?, ¿de qué fincas? Antes, hay que plantar mucho para luego esperar más,
y cuando se comience a recoger y coger cosechas, se podrá dar de comer de lo
que tengamos, pero no veo estén por la labor, ¿dónde esos agricultores y
ganaderos? Si nada producimos, nada podemos ofertar. Hasta ahora todo lo que
consumimos lo cultivan otros para nosotros.
Hubo
un tiempo en el que producíamos hasta para exportar, pero lo que es ahora, todo
lo que comemos es importado. Más aún, sabe uno de más de dos casos en los que
dueños y cosecheros de las mejores naranjas de aquí, y lo mismo con las papas,
las ha ido ofertando de hotel en hotel, de restaurante en restaurante de área
comercial a área comercial, y se las han tenido que volver a llevar y tirarlas,
porque nadie se las quería. No hace mucho dije de quien tira los calabacinos
porque no se los quieren sino regalados, y claro, al menos les sirven de abono.
Estas
tenemos y nos dicen que van a servir comida tabaibera, ¡eso, como no les pongan
de postre una ramita de tabaiba para que chupe algo de leche, no se qué les van
a dar, porque leche de cabras y ovejas, con sabor a pienso que apesta, no es
para darla de comer a nadie (¡y eso que tenemos hierbas por todas partes, pero
toda vez que está toda protegida, no hay animal que la mordisquee!, y ello
porque, aunque se los suelten se asustan de la hierba, y no la comen, porque
nunca lo hicieron y ¡pasan de ella! Total, que nuestra tierra no produce nada,
y vamos a dar de comer de lo que no producimos. “Mi, no entender”, que decía
el inglés aquel. Es decir vendemos la vaca que no tenemos. Los campos se llenan
de maleza, y vamos a dar de comer, ¿qué? Y por si fuera poco, ahora vienen
otros y dicen que los demás hoteleros debieran hacer lo mismo que los de la
iniciativa de dar comida de aquí -¡que no tenemos!- y es que por si eran pocos
y nos sobraba la comida que no producimos, los hay que aconsejan -repito- que
todos los que dan de comer sea donde sea, que den comida de aquí, pues si eso
hicieran se iban a morir de hambre todos, y nosotros mismos, si los barcos
dejaran de traérnosla a nosotros.
Y
es que hay que ser tontos de remate, pretender llenar despensas y almacenes,
neveras y frigoríficos de lo que no tenemos, y antes de un a planificación agrícola
y ganadera que pueda generar esos productos, que cuando se tenga se podrán
ofertar, pero no antes. Y es que si la pinocha, la retama y la leche de tabaiba
se comiera, seríamos exportadores y multimillonarios, pero encima la tierra está
envenenada, esterilizada, y con tanta sal que cualquier cosa que se siembre y
plante, ya de entrada, va a ser malo, pequeño, con bichos, y ruin. Y si no, a
la experiencia les remito: allá donde se produzca algo -de manera familiar o
particular- véase cómo no es posible sacar un producto como antes. Todo el
terreno está envenenado, esterilizado, improductivo, ¿y qué moto nos quieren
vender? Hablan de sacar cuatro millones de kilos de fruta, cuando sana-sana, no
van a sacar ni cuarenta, que será el que las venda y querrán hacernos ver y
creer, y a todo el que venga de fuera -cada vez menos hasta desaparecer- los
engañarán con que es comida de aquí. Sí ¡díganme en qué finca las
producen, porque lo que se coge en un huerto escasamente da para el dueño y los
suyos.
Primero,
hay que abrir el campo, arrancar los pinos, quitar medio ambiente (“miedo”
llamado por muchos), y entonces para dentro de muchos años, pongamos que unos
cuarenta -los que llevan de abandono- comenzaremos a levantar cabeza con algo
propio; mientras no (sino engaños, promesas y mentiras). No existe sector agrícola
alguno, sino algo residual y testimonial, ¿y van a dar de comer a miles
diariamente? ¿Dónde en esta isla, hay 30 clases de frutas diferentes?, ¿dónde
los tomates y las papas?, ¿dónde las verduras y las hortalizas?, ¿dónde los
vinos, quesos, dulces, carnes y mieles?, ¿piñas, sandías y melones?, ¿dónde
los cítricos?, ¿dónde las lechugas, brécol, zanahorias y pepinos?, ¿...
¡¡Están locos!!, ¡¡son soñadores!!
* El
Padre Báez, que les dice a ustedes, que: ¡nos la pegan con queso (hecho con
leche de cardones -por eso los están plantando y regando, no te digo)! ¿Comida
de aquí?, ¿de dónde?