El fuego no le dejó nada
Por René Acosta
El fuego que comenzó en la zona de Las Moraditas y que llegó hasta
Tacande, quemando todo lo que se encontraba a su paso, sin compasión, como una
bestia salvaje sin control, en su funesto recorrido arrasó con la vivienda de
un alemán residente en Tacande desde hace 20 años, que se hace llamar
Francisco; todo el trabajo de 20 años
quedó reducido a cenizas. En las fotos que ilustra esta crónica, se puede ver
como el fuego devoró su casa, dejándosela solamente con las paredes laterales;
ni puertas, ni ventanas, nada de nada. Al día de hoy, Don Francisco está alojado
en un garaje pequeño durmiendo en una colchoneta en el suelo, junto con su
mujer y su suegra; todos ellos en la misma colchoneta. Esta maldición fue
causada por un fuego prendido en extrañas circunstancias, que terminó con
todas sus pertenencias devoradas por el fuego, hasta un tractor quedó
totalmente derretido.
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Este señor se dirigió a una radio de la zona de Los Llanos para pedir
ayuda a aquellas personas que puedan y quieran facilitarle algún ropero,
algunos muebles, ropa de cama, etc., etc. La única ayuda que recibió fue la
burla; «que se buscara un traductor porque no lo entendían». Sin embargo, lo
cierto es que a Francisco se le entiende muy bien y sin esfuerzo…, pero, al
parecer, es mejor ignorar que ayudar. Seguramente que si los que se burlaron de
este residente alemán se vieran en las mismas circunstancias y en un país
extranjero, seguramente cuando le mandaran a buscar un traductor, no les haría
ninguna gracia.
Don Francisco está muy enfadado por el menosprecio recibido. Por nuestra
parte, desde www.elcanario.net y desde nuestros compañeros del blog http://puertodetazacorte.blogspot.com intentaremos llegar a aquellas personas caritativas y nobles, (y no digo
cristianos porque en esta isla hay practicantes de muchas religiones y no es
cuestión de ofender a nadie, nombrando solo a los cristianos) que cuando se
pueda ayuden de corazón a este damnificado, y al mismo tiempo que esta
ayuda se extienda también a aquellas otras personas igualmente necesitadas. Hay
un refrán que dice: ‘puedes estar haciendo tu casa durante muchos años pero
en un segundo se te puede derrumbar. Pensemos que hoy la desgracia se ha cebado
con este extranjero y su familia,
pero que mañana puede sucederte a ti y a los tuyos.