Feudalismo o Estado nacional: la elección es nuestra
Por Helga Zepp-LaRouche
Una
encuesta representativa que tomó varios años en Alemania dio luz al hecho de
que una mayoría abrumadora de alemanes, a la pregunta de si es posible un
cambio político, dicen que ellos no creen que eso sea posible. Más del 80% de
la población del país está convencida de que "¡no hay nada que podamos
hacer!" ¿En qué tipo de sistema político vivimos entonces? ¿En una
democracia, una oligarquía o una dictadura feudal? ¿Y en qué tipo de país
queremos vivir realmente?
La
Corte Federal Constitucional de Karlsruhe, Alemania, en la denominada
resolución de Lisboa de 2009, determinó que una mayor transferencia de poderes a
la UE, que convertiría de hecho a Europa en un Estado federal, significaría un
cambio en la Constitución alemana, y por lo tanto se requeriría un referéndum,
de acuerdo al Articulo 146 de la Constitución alemana.
¿De regreso a la Edad Media?
Giuliano
Amato, quien después se convirtió en vicepresidente
de la mentada Convención Europea, que redactó la Constitución Europea, dio a
conocer sus intenciones en una entrevista que le diera al diario italiano La
Stampa el 12 de Julio de 2000, es decir,
antes de que se introdujera el euro:
Que
tan preciosa puede ser esa Edad Media, sin Estados nacionales soberanos que
puedan defender el bien común, es lo que viven actualmente los griegos, lo
italianos, los españoles y portugueses, cuya expectativa de vida, como consecuencia
de los recortes a los servicios sociales, rápidamente va ha llegar al nivel de
la que existía en la Edad Media.
"Tomamos
una decisión sobre algo, la presentamos, y esperamos un poco a ver que sucede.
Si no hay grandes protestas y manifestaciones, puesto que la mayoría de la
gente no tiene idea de lo que se ha decidido, continuamos, paso a paso, hasta
que ya no hay vuelta atrás". (Der Spiegel, 52/1999)
La
Junta de Gobernadores del MEE, que está conformada por los ministros de
Finanzas de los países de la zona del euro, podría en cualquier momento, hacer
un retiro de los presupuestos de los Estados miembros, si fuera necesario, para
incrementar la suma de garantía de los actuales 700 mil millones de euros hasta
cualquier suma que se requiera, e inclusive puede pedir mayor liquidez
directamente del Banco Central Europeo (BCE). Pudiera también transferirse
todos los poderes a la comisión de directores, la mentada "gerencia del
MEE". Este comité es designado a dedo, no tiene que rendir cuentas a los
electores, tiene inmunidad legal, y puede, sin transparencia alguna, echar a
andar indefinidamente las máquinas de imprimir dinero, naturalmente siempre en
respuesta a la naturaleza "sistémica" de la crisis.
Dictadura Supranacional
El
autor se queja de que el discurso político en Europa presenta un "tonillo
escéptico", y que los mismos abogados se quejan de la falta de legitimidad
democrática de las normas que se imponen desde Bruselas. Luego continúa para
denigrar la idea de la soberanía, uno de los más grandes logros en la historia
de Europa. Finalmente, argumenta que la esencia de la soberanía constitucional
no se ha violado, porque los Estados aceptaron de forma voluntaria las
obligaciones del tratado de la Unión Europea. Por lo tanto, no ha habido pérdida
alguna de soberanía, y además, porque el tratado de la UE permite que se
retiren de la Unión.
¡No seas esclavo!
Con
la Unión Fiscal y la amenaza en ciernes del tratado del Mecanismo Europeo de
Estabilidad, ya se excedieron del límite establecido por las Cortes
Constitucionales de Lisboa en su dictamen de junio de 2009. El paso en
dirección de convertir a la Unión Europea en un Estado federal, de acuerdo al
artículo 146 de la Constitución, requiere una nueva Constitución, y para eso,
es necesario hacer un referéndum.
En
la antigua Roma, a un senador se le ocurrió la idea de que todos los esclavos
debían de llevar un listón blanco alrededor del brazo para que pudieran ser
identificados más fácilmente.
23
de marzo de 2010
Este artículo se
tradujo de la versión en inglés publicada en el semanario Executive Intelligence
Review (EIR) del 30 de marzo de 2012, que se tomó del
original en alemán que circuló en forma de volante titulado "¡Pero no
podemos hacer nada! --¡Si podemos!". Lo reproducimos por considerar
que sigue teniendo plena actualidad.