Los festivales folclóricos en América

 

 

Francisco R. González  Alonso

Para los falsos nacionalistas que nos han gobernado, las manifestaciones culturales canarias se limitan a difundir el folclore de nuestras Islas, rico musicalmente y vistoso por su escenografía, al interpretar sus ritmos con trajes multicolores y bellas figuras danzantes. En sus cantos, se siente la perenne nostalgia y tristeza que siente el canario por la ausencia de sus seres queridos, o ya fallecidos o por haber tenido que emigrar para poder subsistir y evolucionar con la libertad que no tenemos en nuestros terruños insulares.

Pero lo triste de esas manifestaciones folclóricas, más que por difundir fuera de Canarias el folclore, se trata de pescar en río revuelto con mucha sutileza política el voto que hasta ahora los ha respaldado para permanecer en el poder, a pesar de no haber ganado las elecciones, y seguir en comparsa política con los también falsos y descalificados socialistas, que arruinaron a su país y a nuestras Islas Canarias, identificados popularmente como "socios listos". Las banderas políticas que han enarbolado a los cuatro vientos distan muchísimo de lo que significa ser socialista; ser socialista es otra cosa, mostrar más humanidad y solidaridad.

En Venezuela y otros países de la América hispanoparlante como Cuba, Argentina, Uruguay, etc., el Gobierno autónomo de Canarias ha realizado muchísimos festivales folclóricos a un alto costo, que hacen ver al pueblo canario que es una de las mejores inversiones para el acercamiento espiritual con la diáspora, con presupuestos inflados que gran parte desvían para catequizar políticamente a los votantes en el exterior, que desconocen las intenciones maquiavélicas de ciertos funcionarios con tendencias hacia el sexo opuesto y vergonzosas a la vista de todo el mundo, que desdicen mucho de lo que significa ser hombre. Estos ejemplares, descalificados moralmente de la política, siguen aferrados al poder después de haber pasado por diferentes organismos públicos del Gobierno autónomo, permanecen enconchados en los Cabildos Insulares no por sus conocimientos, sino por retribuirles de alguna manera su participación de captar votos para el clan CC.

Ya se están organizando otros festivales folclóricos para realizarlos cuando se aproximen las elecciones autonómicas, con el mismo fin que han tenido los anteriores: obtener recursos económicos para realizar la campaña electoral. Dirán a la opinión pública en Canarias que se trata de corresponder y ser consecuentes con los emigrantes, pero la verdad de sus maquinaciones políticas es la obtención del voto, especulando así con nuestros sentimientos y añoranzas del sentir canario.

Lo acontecido políticamente durante todos los Gobiernos autónomos nos llama a reflexión profunda sobre la conducta de los falsos nacionalistas que han ejercido el poder, dilapidando los incalculables recursos que han generado nuestras Islas Canarias, y hoy lamentablemente nuestros pueblos sufren una pauperización generalizada.

Tal conducta tiene que ser penalizada con gran rigor y el poder judicial no puede seguir indiferente; tiene que actuar contra los que han dilapidado el erario, con todo el peso de la ley para que paguen por sus fechorías.

Al manifestar todo lo expuesto de los festivales folclóricos, la sociedad canaria tiene que reaccionar y estar vigilante de las artimañas políticas de los falsos nacionalistas que nos han gobernado, pues, como ya lo he manifestado, se oye un rum-rum de realizar dichos eventos en América, y ya están advertidos de los fines que persiguen. Esos festivales folclóricos no dejan de ser manifestaciones culturales populares, más pueblerinas que populares, pero no se realizan con tal objetivo. Si el Parlamento autonómico aprueba algún presupuesto en favor de los canarios en el exterior (que lo pongo en duda), que sea para atender los múltiples y graves problemas de asistencia social que sufren muchos coterráneos que están totalmente desamparados.

Las asociaciones civiles han dejado de recibir las migajas de ayudas que recibían del Gobierno autónomo, y muy poco pueden ayudar a nuestros coterráneos en desgracia, pero los festivales folclóricos en América seguro que seguirán; primero porque es una forma de hacer turismo a costa del pueblo canario y, segundo, porque es una oportunidad para distraer finanzas electorales. Sepan nuestros coterráneos que dichos festivales persiguen otros fines. Por lo tanto, estén ojo avizor para que no les metan gato por liebre. Necesitamos ayuda, sí, para los paisanos enfermos, que son muchísimos.

Por otra parte, ante la imposibilidad de ayudas por la dificilísima situación económica que vive Canarias, por culpa de los malos gobiernos que hemos tenido, que con desfachatez pretenden seguir en la conchupancia política a espaldas del pueblo que los eligió, ese pueblo humilde y sin bríos para reaccionar ante la humillación que sufre, por el miedo que siente a perder lo poco que tiene, no puede manifestarse con la contundencia que debería actuar para barrer de la faz de nuestras islas a todos los políticos sin escrúpulos que a nombre de un falso nacionalismo siguen burlándose del pueblo. ¡Despierta, canario..., despierta!

franciscoteide@cantv.net