Fedecanarias, en crisis

 

 

Francisco R. González Alonso

 

Como miembro de la comunidad canaria en Venezuela, observo con gran preocupación la actitud asumida por algunas directivas de asociaciones civiles que representan a sectores de nuestra diáspora, por estar violando los estatutos de dichas organizaciones sociales, al involucrar a sus miembros con sus simpatías políticas.

Comenzaré por recordarles que las asociaciones civiles han sido constituidas para el esparcimiento social, cultural, espiritual y deportivo, así como para ser solidarias ante los problemas que afligen a sus miembros, y que son apolíticas y tolerantes con la condición social de raza y de sus creencias religiosas.

En lo personal, considero muy grave que se esté manejando a un conglomerado social como son las asociaciones civiles canarias en Venezuela bajo influencia política partidista para que las miniayudas que reciben del Gobierno algunos de sus miembros, familiares o amistades de su entorno, estén condicionadas a ser simpatizantes de dicha organización política, salvo muy pocas excepciones.

Como ente individual podemos ser simpatizantes o no de cualquier partido político, pero cuando representamos a organizaciones civiles sin fines de lucro, de esparcimientos tanto deportivos como sociales y culturales, las directivas que las representan no deben involucrar ni condicionar a sus miembros en la política que ellos respaldan o simpatizan. Eso está prohibido estatutariamente y tiene su penalización.

En la actualidad, la Junta Directiva de Fedecanarias, organismo federativo que representa a las asociaciones civiles canarias en Venezuela, está identificada políticamente como partidista de cierta organización que ha estado gobernando por muchos años en nuestras queridas Islas Canarias, y que, a pesar de no haber ganado las últimas elecciones autonómicas, continúa en el poder, llevando a nuestras comunidades insulares a la mayor postración económica o, lo que es igual, a la ruina del pueblo canario.

Tal elección integrada por miembros que se han identificado como partidistas de dicha organización política en el poder, que se autodeterminan como nacionalistas y no lo son -la cual debe ser apolítica-, ha provocado lamentablemente fricciones que han originado el retiro de muchas asociaciones civiles integradas a Fedecanarias, como son el Hogar Canario Venezolano de Caracas, la Unión Canaria de Macuto en el Estado Vargas, Canarios en el Mundo, la Asociación Benéfica y Cultura de La Gomera, Hijos y Amigos de Lanzarote, la Academia de la Cultura Canario-Venezolana, la Fundación San Sebastián, etc., etc., en virtud no solo de manifestarse políticamente, sino por actuar la junta directiva a espaldas de sus miembros en temas delicados administrativos, sin la debida consulta a los miembros afiliados a Fedecanarias.

Dicho organismo federativo debe ser un ente apolítico y solidario de la unión entre todas las organizaciones que representa. Solo así podemos convivir y disfrutar de nuestros esparcimientos socioculturales, deportivos y de acción solidaria. Hay que mantener la unión por encima de nuestras simpatías políticas, que si las tenemos no deben manifestarse, como ha estado ocurriendo por parte de los integrantes de la junta directiva de Fedecanarias, pues las asociaciones civiles que la integran son apolíticas, como ya les he indicado, y tales manifestaciones son antiestatutarias.

A nuestra comunidad canaria en Venezuela solo la une nuestra identidad como pueblo honrado y trabajador que lucha por su bienestar y contribuye con el progreso del país hermano, donde convivimos fraternalmente.

La política no está contemplada en los estatutos de nuestras asociaciones civiles. Por lo tanto, las asociaciones que han causado baja en Fedecanarias lo han hecho por no hacer el papel de tontos útiles, en una institución que se ha jerarquizado monopolíticamente. El Gobierno autónomo, presidido por el señor don Paulino Rivero Baute, tiene que gobernar para todos los canarios y no seguir interviniendo descaradamente en favor de sus proselitistas.

Defendamos la única política que debe existir entre las asociaciones civiles canarias en Venezuela, que es la solidaridad, compañerismo y defensa de sus postulados sociales.

Fedecanarias, para continuar representando a nuestras asociaciones civiles, debe ser el vocero de todas ellas por igual, sin distingos políticos de ninguna clase, y ejecutando democráticamente lo aprobado por mayoría de sus miembros, una vez analizados pormenorizadamente cualquier proposición puesta en mesa para ser discutida. De lo contrario, Fedecanarias está condenada a desaparecer por falta de identidad y solidaridad canaria.

franciscoteide@cantv.net

 

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