Sobre
la falacia de la unidad
Jorge
Ancor Dorta
[Se
confunde la unidad con la "unidad de acción". La unidad es una utopia
que solo se da de forma ficticia en regimenes totalitarios de partido único.
Por el contrario, la unidad de acción se da todos los días en política, en
todo tipo de temas.]
Dicen
que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.
Entre los múltiples disparates y falsos paradigmas que pueblan el
independentismo canario está el concepto de la necesidad de la
"unidad". Imagino que cada cual entenderá la "unidad" como
algo distinto y según le parezca; para algunos será unidad ideológica, para
otros unidad de acción, para otros partido único, etc., etc., etc....
No niego que la unidad de acción
tenga un efecto motivador en la militancia independentista y en los
simpatizantes, como se demostró hace dos años en las manifestaciones unitarias
en Aguere y Las Palmas de Gran Canaria. Pero tampoco pasa nada si no se da.
¿Para
que queremos "unidad" si no vamos a presentarnos a unas elecciones ni
tampoco queremos crear un partido único? El
hacer de la "unidad" un requisito es un posicionamiento que
solo refleja el enorme desconocimiento político a todos los niveles y la falta
de formación de los cuadros dentro del independentismo.
Se
confunde la unidad con la "unidad de acción". La unidad es una utopia
que solo se da de forma ficticia en regimenes totalitarios de partido único.
Por el contrario, la unidad de acción se da todos los días en política, en
todo tipo de temas.
La
experiencia sirve para mucho pero si no va acompañada de formación se puede
convertir en un pesado lastre. Además muchos son incapaces de ver donde están
sus limites, donde deben de ceder el paso a otros mejor preparados y como
transmitir la experiencia a las nuevas generaciones.
A mi personalmente la
"unidad" en esta fase del proceso me importa mas bien poco. Lo que
realmente me importa es avanzar en la construcción nacional con sentido y
visión de Estado. La unidad no es imprescindible, ni tan siquiera
necesaria.
Una cosa es que el colonialismo fomente la división y la
trivialidad -en eso estamos de acuerdo y el pleito insular es ejemplo de ello -
pero otra cosa es que el movimiento de liberación nacional tenga que ser
unitario, de hecho creo que sería hasta contraproducente que lo fuera.
El techo electoral del
independentismo de izquierdas radical es de un 1-2%, pero es un 1-2% que hace
mucho ruido. Nos queda por convencer al 98-99% restante de la población, ¿como
lo hacemos?, ¿uniéndonos a los radicales en sus posiciones dogmáticas e
intransigentes que espantan al 98-99% de la población? ... Sinceramente, no
creo que ese sea el camino.
El
mensaje que tenemos que transmitir a la ciudadanía es distinto, es que el
independentismo ya no es cosa de 4 con el puño en alto, sino que existe mas
pluralidad, mas madurez y posturas mas moderadas y realistas en lo político....,
solo así podremos alcanzar a la mayoría de la sociedad y generar la confianza
y el consenso necesario para generar un cambio. Si lo que
hacemos es unirnos a los radicales simplemente estaremos mandando el mensaje
contrario.
Dicho de otra forma, la unidad
del independentismo sería en realidad un impedimento a la masificación del
movimiento (*), pero a pesar de eso seguimos deprimiéndonos porque no hay
unidad..., es demencial, el mundo al revés.
Algunos se desaniman por ver
divisiones y peleas internas pero no se dan cuenta de que lo que estamos viendo
ahora es algo muy distinto. Lo que estamos viendo ahora no es algo negativo ni
peleas entre grupúsculos por personalismos. Tampoco se trata de un grupo contra
otro por la supremacía independentista o la pureza ideológica. Es algo mucho más
profundo que eso. Lo que estamos viendo es que el liderazgo (**) y el cambio van
empezando a aparecer de forma natural, y eso por supuesto genera resistencia.
Estamos asistiendo a un cambio
de paradigma, y como en todo cambio de paradigma hay una resistencia que hay que
superar para seguir avanzando (***).
Aunque la unidad de acción sea
deseable, no pasa nada si no se da. No podemos permitir que esto nos afecte.
Siempre habrá intereses particulares u otros intereses en ralentizar o acabar
con el movimiento y paralizar el proceso de cambio. Pero necesitamos decirles
alto y claro que queremos un cambio y que no vamos a detenernos por ellos.
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(*) Esto no quiere decir que no necesitemos partidos de extrema izquierda, el
colonialismo es un monstruo muy grande que hay que atacar desde diferentes
frentes.
(**) El liderazgo es
promover y gestionar el cambio. Para producir cambio tienes que romper barreras
y cambiar paradigmas, creencias y valores. Cuando se rompen barreras y
paradigmas es normal que se generen ataques y resistencias al cambio.
(***) Hay momentos en los que
la negociación y la capacidad de compromiso son importantes y necesarias, pero
hay otros momentos, especialmente en los momentos de cambio de paradigma, en los
que son un lastre. No podemos permitir que la dinámica que permite la formación
de una mayoría social que reclame sus derechos nacionales y reclame un cambio
nacional en Canarias sea coaccionada por una minoría marginal.
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