FALACIAS Y FALACES

 

Antonio Artiles Mejías

 

     Las dos mayores falacias que España nos ha impuesto y por las cuales ha hecho creer a Europa, es que las Islas Canarias sean España y que sean Europeas.

 

     Cuando el lunes 23 de julio pasado, leíamos uno de estos periódicos que se publican en Las Palmas quedamos boquiabiertos al descubrir a dos sociólogos canarios dispuestos a favorecer el dominio de España sobre estas islas, al menos mientras ellos mantengan sus puestos de trabajo. Se niegan a reconocer que Canarias es una colonia de España en África.

 

     Usan la falacia de que los inmigrantes, no españoles, realizan trabajos que los canarios rechazan, lo cual es falso porque hay multitud de familias canarias en la más absoluta indigencia, por lo cual estarían dispuestas a aceptar cualquier trabajo. Tanto Aniano Hernández como Juan del Río se niegan a admitir que los españoles debemos considerarlos también inmigrantes, ya que son ciudadanos del estado que nos subyuga. Son precisamente los inmigrantes españoles los que tienen un sueldo superior al de los nativos canarios, con la aplicación de la conocida “residencia,” además muchísimos de ellos vienen a Canarias con un puesto de trabajo bajo el brazo, puesto de trabajo al que los Canarios no podemos aspirar porque no nos dan la oportunidad de hacerlo. A todos nos asombra que a pesar de los abusos el pueblo canario siga adormilado y sumiso.  La única explicación es que mucha de nuestra gente padece el síndrome del colonizado.

   

     La riada de españoles que se vienen a Canarias sigue hoy igual que antes, lo cual encontramos inconcebible, e incluso cruel, puesto que saben el enorme índice de paro que padecemos en las islas. ¿Cómo no vamos a tener un paro descomunal si durante el periodo comprendido entre 1997 y 2007 la población en Canarias subió en más de 500.000 personas? Y el abuso continúa. Supongo que este argumento sería suficiente para que Europa comprenda que no podemos seguir dentro de ella en las actuales condiciones.

 

     Los ya mencionados sociólogos, Aniano Hernández y Juan del Río, probablemente ignoran que en la construcción de la macro cárcel en Castillo del Romeral no emplearon mano de obra canaria, y ahora el personal de la cárcel también es venido de la Metrópoli. También ignorarán que para la construcción de la citada cárcel se destruyó una magnífica parcela agrícola de 600.000 m2, cosa que en el caso de que Canarias fuese un país libre nunca lo habríamos permitido.      

   

     Para ampliar el aeropuerto de Los Rodeos, en el Norte de Tenerife, también se han destruido terrenos agrícolas en los cuales incluso había un manantial.

   

     Por otra parte, si hay algo que cualquier canario relacionado con el turismo conoce es que siempre hemos tenido sobreoferta, lo cual ha mantenido precios bajos con la consiguiente falta de rentabilidad. A pesar de esto, tanto Soria como su fiel servidor Camón, Consejero de turismo del Cabildo, abogan porque se siga construyendo, a pesar de que tienen que saber que eso significaría seguir destruyendo nuestras islas. ¿Dónde estaban los Presidentes del Cabildo de los últimos años que no supieron impedir la desaparición de las Dunas de Playa del Inglés?

 

     Cuando alguien del Cabildo, como en este caso, no respeta las directrices del Gobierno de Canarias, pensamos siempre que esta institución sobra y podría ser sustituida por delegaciones del Gobierno Canario.

 

     Para terminar, quiero poner al descubierto una monumental falacia: España pretendía, basado en ese principio tan español de hecha la ley hecha la trampa, colarse en el Banco Central Europeo por la puerta de atrás pretendiendo que el Mecanismo Europeo de Estabilidad obtuviera licencia bancaria y de esta forma esquivar al BCE. Justificaban esta sucia maniobra con la falacia de que entonces acabarían los riesgos que tanto España como Italia suponen para Europa. Don Mario Draghi se ha ganado el respeto de la Comunidad Internacional por su firme actitud, sin cambalaches.

   

     Al menos a los canarios de las islas orientales los mantienen perfectamente desinformados o desorientados con falacias constantes, por ejemplo cuando dicen que ‘los canarios consiguieron un 25 % de la gloria olímpica’, cuando todos sabemos que Canarias no participó en los Juegos Olímpicos, cosa que sí hizo Kiribati, país de menos de cien mil habitantes.

 

17.08.2012

 

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