Luis
Bacallado
La negación de las Islas Canarias como
colonia del Estado Español es la negación de lo evidente. No es que lo afirmen
los independentistas canarios, es que lo corroboran los hechos de actualidad con
los que nos encontramos en la escena internacional casi a diario.
Si
hace unos meses era el mismo Paulino
Rivero el que afirmaba que “Canarias debía revisar una vez más su pacto
con el Reino de España”, recientemente nos encontrábamos con una
rocambolesca noticia que sacudió la escena política europea y latinoamericana
y en la que las Islas tuvieron ciertamente su protagonismo.
A
decir verdad, el impedimento al avión presidencial de Evo Morales para su transcurso por el espacio aéreo de España,
Portugal, Italia y Francia en el trayecto que trasladaba al mandatario indígena
[boliviano] desde Moscú, deja bien a las claras las artes
neocoloniales de los gobiernos europeos emplean en pleno siglo XXI. Todos
ellos, se escudaron en la supuesta presencia de Edward
Snowden en el aparato, ex agente de la CIA y actual “desvelador” de los
sucios procederes del Gobierno norteamericano en cuestiones de espionaje, como
coartada para violar deliberadamente los derechos internacionales. Así las
cosas, después del “semi-secuestro” de Evo en Viena, donde fue obligado a hacer escala durante casi 13 horas, se
ha abierto un contencioso entre los países de Unasur y las naciones europeas
anteriormente citadas. Válgame Dios.
Empero,
lo verdaderamente relevante de este asunto es lo que se detalla en el presente párrafo.
Una cuestión que ha pasado de puntillas por los mass media. Y es que sin el mayor titubeo, el Ministro de Asuntos
Exteriores español García Margallos,
procedió a autorizar a Evo para que el mandatario pudiera aterrizar en las
Islas Canarias (concretamente en Gran Canaria) después de que prácticamente
durante medio día, se le negara categóricamente al presidente americano hacer
uso del espacio aéreo español. Lo que traducido viene a significar lo
siguiente; “Mira Evo, para que no nos des más el peñazo, te enviamos al patio
trasero que tenemos al lado de Marruecos, a nuestra colonia, para que allí
repongas combustible y te esfumes de una vez”.
El
Ministerio naturalmente niega este hecho pero las acciones hablan por sí solas.
No hay peor ciego que el que no quiere
ver.
Fuente:
menceymacro.blogspot.com