La Europa racista.
Isidro Santana León *
Es totalmente reprobable y condenable el racismo que practica esa Europa llamada “democrática” sobre los pueblos subdesarrollados o en vías de desarrollo. De todos es sabido el intervencionismo y la injerencia de Europa y EE.UU en el mundo, todo bajo pretexto de llevar su pseudo-democracia para saquear las riquezas de los países que someten por la fuerza.
Empezando por Libia, Estado que era soberano donde se respetaban los derechos civiles y humanos, país con una alta calidad de vida al tener cubierta todas las necesidades sociales de su gente y de los extranjeros, sistema que ya quisieran los colonialistas europeos para sus súbditos.
No sólo tenía Libia a su pueblo en un bienestar superior a los Estados que se dicen desarrollados, sino que la mujer jugaba un papel fundamental en la vida administrativa de su sistema político. Si, era Libia el país más desarrollado y con axiomática justicia social de toda África y, yo me atrevo a decir, de Europa. Además de darle respuesta laboral y profesional a más de tres millones de subsaharianos, la Libia de Gaddfi contaba con un corredor humanitario para coadyuvar a paliar la miseria del continente, donde el propio país se hacía cargo de subvencionar el transporte de las mercancías a sus destinos. La migración hacia Europa era casi inexistente, además de los tantos europeos que trabajaban con grandes salarios en Libia.
Pero se le ocurrió a su líder, Muammar al Gaddfi, propiciar un Mercado Africano –con una moneda única sostenida en su oro– para favorecer el desarrollo del norte de Africa y, en consecuencia, del continente; acabar con la pobreza propiciando el desarrollo e implantar la justicia social, plan que, sobre todo, a Francia no le fue de buen gusto porque es la dominadora y saqueadora absoluta del norte de África. Con el plan de Mercado africano que Gaddfi pretendía poner en función, los intereses Galos se veían amenazados en el continente africano –al que tenía y tienen sujeto bajo una economía de rapiña y miseria–, cuestión por la que acordó con EE.UU, la OTAN y el silencio cómplice de China y Rusia –diseñada la invasión en la declaración más vergonzosa de la historia de la ONU– para invadir Libia, siempre con el cuento de la democracia occidental y bajo el pretexto de que Gaddfi era un tirano para así poder desestabilizar el país apoyando y metiendo el terrorismo islamista en libia.
Ya lo advirtió Gaddfi antes de que lo asesinaran: “ustedes se las verán de frente con toda la migración africana hacia Europa”… Pronóstico o profecía que se está cumpliendo por mor del depredador imperialismo. Yo les cambio ahora, sin dilaciones, el sistema político que tenía en práctica Gaddafi, por las inhumanas, asesinas, imperialistas y depredadoras democracias de las que se jactan.
Cuando terminó la invasión de Libia, Francia y los EE.UU habían robado todo el oro del país norteafricano y billones de dólares en divisas.
Han sido muy eficaces las patrañas propagandísticas de los países imperialistas cuando quieren invadir a otros más débiles para rapiñarles sus riquezas, como inventar armas de destrucción masivas donde después se comprueba que nunca las hubo, acusar de la posesión de armar químicas, que después usa el mismo imperialismo para matar a la población y culpar a sus gobiernos de tiranos… Así es, toda una concatenación de estrategias genocidas para que vivan bien los lobby de las armas y los saqueadores del petróleo, como de todos los minerales preciados y preciosos, botines que, paradójicamente, ni revierten en las poblaciones de los Estados rapiñadores.
Después de todas estas guerras que dejan millones de muertos y poblaciones en la miseria absoluta, los racistas yanquis y europeos le cierran las puertas a los seres humanos, como ha pasado con la población siria. No obstante, lo tienen todo calculado para que el éxodo de su barbarie no llegue a sus enriquecidos Estados, hacinando a emigrantes y refugiados políticos en pequeños Estados y colonias con un futuro incierto.
Debo mencionar a Malta (Estado que logró la independencia del Reino Unido en 1964, pasando a ser República y miembro de la Commonwealth en 1974 y, posteriormente, miembro de la UE en 2004), ya que este pequeño Estado, compuesto por dos islas y un islote, tiene una superficie menor a la Isla de Gomera (Canarias): 316 Km² y una densidad poblacional de 493.559 habitantes. Nos resulta una ofensa, humillación y abuso, que a los malteses les llamen xenófobos porque no pueden con toda la migración que sale de Libia y que los Estados grandes de Europa que han propiciado este drama humano se nieguen a recoger en su seno.
Igual pasa en Canarias, los canarios somos xenófobos si por circunstancias de capacidad territorial, económica y social nos oponemos a que siga llegando más migración a nuestras islas.
Claro, si miramos los últimos datos de la migración hacia Europa, nos encontramos con que ha disminuido sustancialmente, pero ha aumentado cuantitativamente en nuestro archipiélago porque, es de suponer, que España y Marruecos han pactado blindar al máximo la frontera norte de África y lo que pasaba por el Estrecho ahora lo mandan directamente a Canarias. Y creo que hay una causa política en todo esto…
La presión que ha hecho la ultraderecha española al blandengue gobierno de turno quien, para no crear conflictividad social y política en la metrópoli evitando así el desgaste de su ejecutivo, aquí, en su inveterada colonia, nos meten toda esta carga demográfica, pase lo que pase.
Acuso, ¡cómo no!, a las ONG y a Cruz Roja de hacer de correa de transmisión en el asunto de la invasión a Canarias, pues, estas asociaciones “humanitarias” han ido regularizando subrepticiamente a todas las personas que llegan como turistas a Canarias y luego se quedan años hasta que, definitivamente, consigan los papeles. (En esto tienen responsabilidades muchos ayuntamientos).
Todo va viento en popa en la colonia: tenemos una baja tasa de paro, unas pensiones dignas, unos sueldos de alemanes y todos los canarios poseemos una vivienda y sanidad digna. Aquí, en este prostíbulo ultraperiférico llamado Canarias, nos peleamos por las migajas los foráneos y los nativos, mientras los politicastros esbirros de la colonia y de la metrópoli viven a cuerpo de rey.
Cuánto echo de menos aquella incipiente Mesa por la Descolonización e Independencia de Canarias, pues, hoy hubiéramos estado articulados y organizados dando respuesta a estos fenómenos colonialistas y frente a la delimitación de las aguas jurisdiccionales por parte de Marruecos.
Aviso: los que se llaman de izquierda tienen que abordar este problema en la raíz y no seguir poniendo parches sobre la metástasis. En una colonia el que no es independentista no es de izquierda.
27/01/20