Europa es el pasado, África es el futuro
Pablo
Zurita Espinosa *
[A mí me da que este sistema de ahora ya no da para más, que debemos
rectificar, usar la cabeza y pensar, quizás en clave africana, por qué no;
nunca es tarde para tender puentes, para el diálogo, aunque primero haya que
aprender francés.]
Nuestro régimen
económico no funciona. Y no es una opinión, tan solo constato las evidencias:
nuestra pérdida de calidad de vida, los datos del paro, con la gigantesca cifra
de subsidiados, reales o ficticios, y además ese 60% de demandantes de empleo
que no han completado la Educación Primaria. Incalificable fracaso de las
instituciones y de las familias: tremenda pérdida de valores de unos padres que
se desentienden de la formación elemental de su prole... Cuánto no habrá leído
usted ya de todo este naufragio.
Y con este panorama,
el presidente Rivero se empeña en buscar el futuro de Canarias en Bruselas y
nuestros europarlamentarios -de todo color político- en Estrasburgo, para que
no se reduzca la ficha financiera de las ayudas que sostienen nuestro
chiringuito ultraperiférico. Me resisto a estar condenado a pedir ayuda por
siempre jamás, confieso que me da vergüenza, me toca el amor propio, oiga, no
sé a usted; una estrategia que se fundamenta en dar pena, qué quiere que le
diga. Porque, además, tal epidemia de incentivos ha demostrado una más que
dudosa eficacia: la RIC, el REA, la ZEC, el POSEI, la reducción de impuestos
indirectos..., y al final tenemos la cesta de la compra más cara y los salarios
más bajos. Ya le digo yo que esto no funciona.
"Felipe González
nos engañó con la idea de Europa", escuché, "porque Europa pertenece
al pasado, el futuro está en África". Y muy cabal proponía para Canarias
ser plataforma para el tráfico de mercancías y de pasajeros, base de
operaciones de las grandes corporaciones multinacionales que ven en el
continente negro su escenario de crecimiento, ser la referencia tecnológica, el
enlace en las telecomunicaciones. Hablaba de poner en valor nuestras excelentes
infraestructuras al servicio de toda una sociedad en desarrollo. Y yo añadiría
que tal enfoque nos pone en bandeja una inmejorable oportunidad para la gestión
financiera -con estabilidad y seguridad jurídica- , para nuestras
universidades, para nuestros centros sanitarios y para los de investigación
agronómica: mil millones de personas a las que formar, atender y dar de comer.
En definitiva, mi
amigo, que es liberal y un tío listo, pide una visión mercantil en la acción
política canaria: Europa es la subvención, África es el mercado. El REF actual
nos aleja del mercado y nos hace dependientes de un tercero que tenga a bien
consignar el aguinaldo. A mí me da que este sistema de ahora ya no da para más,
que debemos rectificar, usar la cabeza y pensar, quizás en clave africana, por
qué no; nunca es tarde para tender puentes, para el diálogo, aunque primero
haya que aprender francés.
* Publicado en el periódico El Día, 23-02-2012