Estrato político-social
Queramos
o no aceptarlo, la fragmentación en cuanto a pensamiento político y actitud
social es una realidad. Planteamos a continuación una identificación de
segmentos diferenciados y enfrentados en la actual sociedad canaria, que
observamos dividiendo en cuatro las posturas ciudadanas en relación a la visión
de la sociedad actual del Archipiélago, sin profundizar en la visión política
reconocida y clasificada por baremos anteriores (más que antiguos). Tampoco nos
valdremos de cifras electorales para clasificar estas fracciones sociales, pues
entendemos que el voto es muchas veces el fruto del miedo, del descontento, del
castigo o, en definitiva, de influencias del márquetin político que más tiene
que ver con la incultura política que con la tendencia ideológica.
La protesta: Podrían
ser acusados de “los quejicas”, utilizando el dialecto de esta tierra. Estos
no suelen acompañar siempre a los primeros en las manifestaciones ni tienen la
politización de “la contra”; pero sí se alinean con ellos en sus opiniones
y pertenecen a ese 90% explotado y maltratado de la población. Posiblemente, el
aumento de su cultura política y su participación sea decisivo en el futuro.
Los cómplices: Son
los herederos de aquellos “apolíticos” autodefinidos de antes de la reforma
laboral. La apatía político social que ejercen les alinea con lo peor del
sistema y su posicionamiento, o falta de ello, tiende a dar todas las
facilidades para perpetuar el actual estado o empeorar la situación.
Los beneficiados: Esta
minoría no es solo ese 10% de población que acapara el 90% de riqueza, sino
que están ahí los auténticos cómplices políticos, irresponsables, que
gestionan lo público para el beneficio exclusivo de los grandes poderes económicos.
Son quienes se encargan de falsificar la política social por acciones pro
financieras. Rinden cuentas ante una minoría que anuló el poder político
electo democráticamente hace mucho tiempo. En definitiva, son vasallos de la
pequeña burguesía local, de los bancos y multinacionales; así como de poderes
financieros supranacionales que marcan la gestión social y dañan la calidad de
vida de la mayoría de la población, no solo de Canarias.
En
realidad, nadie nace obligado a encontrarse en uno u otro grupo social, aunque sí
puede encontrarse condicionado por su situación laboral o familiar.
Sin
embargo, está claro que todo el mundo tiene la libertad de situarse en uno u
otro plano; por enfrentados que estos se encuentren en su origen. Lo que
considero peor es la falta de consciencia o la ignorancia premeditada de la
situación social individual; o la complicidad que pretende ser ingenua, en esta
sociedad cruel y polarizada que tenemos.
Estamos a
tiempo de corregir nuestra actitud social. Después no cabe justificar el
posicionamiento actual o esconderse de cambios, que ya son previsibles, poniendo
cara inocencia o de “yo no fui”. Hay injusticias que no pueden durar para
siempre. ¿En qué segmento social te ves tú?
*
Miembro
de ANC