La españolidad: una cuestión de "garbanzos" que se puede derrotar

 

«.» Vicente Rodríguez Morales

[...El españolismo de "estòmago" y "miedos" es frágil porque se sustenta en la ignorantación política, pero también en la debilidad de nuestra respuesta informativa, formativa y de pedagogía de un relato que debería ser en positivo....]

La españolidad de muchísimos canarios no está cimentada en los mismos pilares que la de un castellano, un extremeño o un aragonés. El sentimiento de españolidad y su defensa en Canarias por muchos de nuestros compatriotas, tiene que ver más con una creencia fuertemente asentada y concienzudamente tejida por el aparato colonial durante muchísimas generaciones y distintos regímenes, de que su supervivencia en un sentido casi literal (alimentación, seguridad y status quo socioeconómico,etc), depende de su pertenencia a España. No hablamos del español residente, ni de los funcionarios de los cuerpos de seguridad y Ejército del Estado en Canarias, donde obviamente esos pilares de españolidad están mucho más cimentados y "su canariedad" es una simple vecindad administrativa permanente, provisional o "folklorizada". Hablamos de ese canario y canaria que tiene un sentimiento de pertenencia a Canarias más elevado que el de españolidad (los estudios del CIS y otras agencias demoscópticas lo sitúan entre el medio millón y 600 mil habitantes), pero que sin embargo podría tener una expresión identitaria y política más canarizada aún, si lográramos desmontar y socializar masivamente "sus miedos" y "sus interrogantes".

Si el anticolonialismo canario logra desmontar el argumentario colonial cimentado en el "¿de que van a vivir?" , "la invasión marroquí" y " esto sería un caos" y se hace un esfuerzo pedagógico masivo y muy bien publicitado de que es perfectamente posible un escenario de un país nuevo, sin corrupción, capaz de tener mejores índices de desarrollo humano, la españolidad mantenida por "los garbanzos" se desmoronaría en apenas un par de generaciones.

Las razones y los argumentos económicos y no los culturales o políticos son los que sitúan a esos centenares de miles de canarios "entre dos aguas". La gran asignatura del anticolonialismo canario ha estado y está en conseguir que nuestras convicciones y certidumbres sean ampliamente conocidas y no sólo el conocimiento por quienes ya estamos convencidos. Hace falta un trabajo muy serio y riguroso de actualización de contenidos, de pedagogía explicativa y sobre todo de un fuerte aparato de propaganda que lo haga apoderarse del estado de opinión nacional. Eso es lo que ha conseguido el colonialismo, vender su "argumentario" y no otra cosa, porque es evidente que política, social y económicamente sus pilares están fracasados, muy desprestigiados o sin anclajes suficientes en la sociedad canaria no abiertamente españolizada, que nosotros situamos en torno a un 50% como partida.

El españolismo de "estòmago" y "miedos" es frágil porque se sustenta en la ignorantación política, pero también en la debilidad de nuestra respuesta informativa, formativa y de pedagogía de un relato que debería ser en positivo. No ha valido repetir una y mil veces que nuestros indicadores y tasas son cabeza en todo lo malo. Tenemos que poner el foco más en el país que seríamos y no en la cantidad de colonia que somos. Debemos describir menos la cenicienta canaria de hoy y hablar más del "paraíso social, económico y medioambiental" que podríamos ser. Ese cambio de enfoque no es una cuestión baladí: no es lo mismo discursivamente si sólo criticamos al colonialismo, que si hacemos que sea el colonialismo el que tenga que rebatir si "nuestro paraíso" es o no solución

Insistimos, hay un canarismo sociológico que podría volverse político y soberanista si hacemos una ejercicio histórico de pertrechar de explicaciones nuestro relato político, socializarlo masivamente y anclarlo en el escenario político en dos generaciones. Hijos de Canarias quiere estar ahí, porque estamos convencidos de que hay condiciones para subvertir el estado de opinión y conciencia políticas hasta ahora dominante.

Llamamos a nuestros mejores cuadros, a los independentistas que tengan mucho adelantado en ese relato de manera individual a compartirlo para darle un formato y encuadre dialécticamente invencible y socialmente asimilable. Les llamamos a hacernos llegar sus reflexiones, desarrollo de contenidos, para incorporarlas a lo que ya muy reconocidos compatriotas han escrito en publicaciones de altísimo valor discursivo. Se trata de unir todas las piezas del puzzle para poder ver con claridad el "dibujo" del paraíso canario, nuestra particular "tierra prometida".

 

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