España y el euro se hunden. ¿Y nosotros qué?
Antonio
Cubillo Ferreira *
La metrópoli colonial española se hunde en el temporal
económico que azota a Europa, debido, entre otras cosas, a los desastres y
análisis económicos del PSOE y de su exlíder
Rodríguez Zapatero Cinco Millones, copia conforme de Felipe González, el del
GAL y del tráfico de armas Irán-Irak, 1984-88, cuyos rejos en Canarias son el
palacio de la Mareta y el palacio Spínola, en
Lanzarote, y los millones ganados con las docenas de navíos cargados de armas
españolas que transitaron en aquellos años por los puertos de Las Palmas y
Tenerife, previo cambio de nombres y destino, con la colaboración de los
presidentes socialistas de la Junta de Obras del Puerto. (Ver art. publicado en el EL DÍA,
"Residencia Presidencial La Mareta" de 12-8-2009)[1];
que los curiosos e investigadores se enteren de quiénes eran los de la JOP y el
delegado de gobierno.
No solo la metrópoli
colonial, sino la marca España, que se han sacado ahora para vender a quien se
deje engañar, son un fracaso, sobre todo en América del Sur, donde los
gobiernos de Argentina y ahora Bolivia les han dado una buena lección de la que
tardarán en reponerse, pues las nacionalizaciones se van a extender como aceite
sobre agua en toda América. Por cierto, cuando seamos independientes, los
canarios nos acordaremos de que teníamos una empresa eléctrica llamada Unelco, que los españoles se quedaron con ella y que le
pusieron Endesa, y nadie pudo protestar a pesar de sus precios y a la falta de
inversiones en las Islas y envejecimiento del material, o como en el
ayuntamiento de la capital tinerfeña, donde teníamos la empresa municipal Enmasa, que después la privatizaron y la transformaron en
sociedad anónima, llamándola Enmasa, Empresa Mixta de
Aguas, S.A., y en la isla de Tamarán
y su capital, Las Palmas, el agua la controla la empresa multinacional
hispano-francesa Emalsa, y la ciudad de Aguere, en Tenerife, la española Teideagua,
que explota el negocio hace más de veinte años, cuando el ayuntamiento que
dirigía el autonomista de Coalición Canaria Elfidio
Alonso cedió todos sus derechos a esta empresa.
Esperemos que todas
las repúblicas americanas sigan el ejemplo de Argentina y Bolivia, a cuyos
gobiernos felicitamos, y acaben de una vez con los manejos del colonialismo
español, que ocupó durante siglos aquellas tierras expoliándolas hasta el
máximo, y con el cáncer de las multinacionales españolas.
En estos momentos tan
trágicos y merecidos para la monarquía española de los Borbones, España cotiza
a la baja en el mercado internacional. Su deuda pública pierde adeptos y el
capital extranjero huye hacia otros países más seguros. El saldo vivo de
inversión foránea en títulos del Estado ha caído en 61.393 millones de euros en
el primer trimestre del año, casi un 22%, al pasar de los 281.439 millones del
cierre de
En inversiones de
cartera, la salida de capitales en febrero fue de 6.061 millones, de los que
3.883 fueron disminución de inversiones de los extranjeros en España y 2.177 aumento de inversiones españolas en el exterior. Donde más
se apreció la salida fue en el capítulo de otras inversiones (principalmente
préstamos, depósitos y operaciones temporales), donde los extranjeros sacaron
13.460 millones, pero, además, los inversores españoles aumentaron su inversión
en el exterior en 11.349 millones. Las inversiones financieras, la fuga de
capitales españoles fue de algo más de 13.500 millones, mientras que la de los
inversores extranjeros fue de 17.340. Esa fuga de más de 30.000 millones solo
se vio parcialmente compensada por el incremento de la inversión directa (2.505
millones) y de la posición neta en derivados financieros (2.817 millones). El
saldo final del mes, según el Banco de España, es de 25.548 millones negativos
para España.
Esto merece una
reflexión rápida, ya que nuestra pobre economía canaria está unida y a remolque
de lo que suceda en la metrópoli. Como pronto, la irán echando de todos los
mercados (incluso de los africanos) y tendrán que sacar ganancias de su colonia
africana de las Canarias. Para eso cuenta con las sucursales de los partidos
políticos españoles y, sobre todo, de los autonomistas que dirige hasta ahora por
desgracia Paulino Rivero. Por cierto, el jueves pasado el monarca español lo ha
llamado urgente a Madrid -y no creemos que sea para hablar de cacerías en las
islas porque aquí no hay osos ni elefantes-, sino para ver cómo España controla
más el mercado canario, sobre subida de impuestos que tendrán que pagar los
canarios, sobre cortes en la educación (sobre todo para mantener el grado de
ignorancia en la juventud de estas islas) y para hacer algún negocito,
petróleo, alquiler de puertos a multinacionales que buscan negocios en nuestro
continente o importaciones de carnes, frutos y vinos españoles y otros
productos para destruir el incipiente comercio canario.
Las circunstancias
actuales de la economía española imponen que la industria y la agricultura española
se adueñen de la totalidad de las fuerzas productivas canarias, no sea que
surja una pequeña burguesía patriótica y rebelde que busque como salida la
independencia. En efecto, los comerciantes, empresarios y autónomos canarios
buscan una salida para emplear sus energías y buscar un futuro productivo, ya
que las contingencias y trabas que les imponen las leyes de la metrópoli se lo
impiden. A los gobiernos de Madrid les preocupa que con la toma de conciencia
del soberanismo y del independentismo, y con el 51% de paro de la juventud
canaria que podría estar produciendo, quieran adueñarse de las fuerzas
productivas de la colonia y de los instrumentos de producción. Los patriotas
canarios, a pesar de los periódicos y radios controlados y pagados por los españoles
y sus secuaces, se han ido despertando con la línea editorial del periódico más
leído y de más tirada del archipiélago, el diario independiente EL DÍA, donde
se expresan libremente los independentistas, por lo que el gobierno colonial
está buscando a sus fieles colaboradores, como el Sr. Paulino Rivero, el niño
Ríos, Ana Oramas y todos los que forman el paulinato, para llamarlos a capítulo y que busquen cómo
acabar con el citado periódico.
La revolución que va a
significar la independencia y el establecimiento de una República Federal
Canaria, Laica y Social significa una gran pérdida para la monarquía española,
porque va a transformar por entero el modo de producción y la organización
social existente en esta colonia. Canarias dejará de ser el mercado más
importante para los productos españoles, y esto va a tener repercusiones
negativas en la economía española, para los parados, enchufados y
administración que envía la metrópoli a ocupar puestos políticos en las Islas,
que supone un número de medio millón.
Hay que reconocer que
en este siglo XXI las cosas y el nivel de vida ha evolucionado con respecto a
la miseria de otros siglos, pero no ha sido gracias a la metrópoli. En ninguna
época de nuestra historia ha tenido menos valor la personalidad humana de los
canarios que en esta. Las relaciones sociales se han multiplicado, qué duda
cabe, pero los valores morales de nuestro pueblo africano, de los herederos de
los guanches, se han degradado. El alma de la sociedad actual que nos han
inculcado es el dinero y solo el dinero. El trabajo hoy en día en Canarias es
una forma negativa de actividad personal; el trabajador no lo hace por impulso
propio pensando en su patria, en un concepto nacional del que forma parte para
darle todas sus energías, sino por necesidad para no caer en el paro, por lo
que pierde el gusto al trabajo y cae fácilmente en la depresión o en los
alucinógenos.
Contra esto, los
independentistas proponemos una salida diferente, la creación de nuestra propia
república, una república federal, con nuestra propia moneda, el áfrico, nuestro
banco nacional y el control y explotación de nuestras múltiples riquezas,
agrícolas, pesqueras y de los demás sectores, en beneficio de nuestro pueblo y
de nuestros descendientes, tal como hemos expuesto en nuestro Proyecto de
Constitución, que fue publicado durante seis meses en este periódico
independiente, EL DÍA (septiembre de 2007-marzo de 2008)[2], por nuestro partido independentista, el Congreso
Nacional de Canarias (CNC), brazo político del Movimiento de Liberación
Africano, el MPAIAC.
Creemos, al igual que
lo instituyen los principios de las Naciones Unidas, en el Capítulo XI de la
Carta, que Canarias reúne todos los factores enunciados para considerarla como
Territorio no Autónomo y exigimos que la Asamblea General asuma su
descolonización como ha hecho con casi todas las colonias europeas, y así lo
precisa en la Resolución 742 (VIII), sobre los factores que deben ser tenidos
en cuenta para decidir si un territorio es o no es un territorio cuyo pueblo no
ha alcanzado todavía la plenitud de gobierno propio. Canarias no es un
Territorio Autónomo como han querido demostrar los colonialistas y autonomistas
recurriendo a toda clase de maniobras, puesto que, primero, no tiene
jurisdicción plena en lo económico, social y cultural; segundo, no se tiene en
cuenta la opinión de la población autóctona del territorio, expresada
libremente, con conocimiento y por medios democráticos, acerca del estatus
político del territorio o del cambio de ese estatus político deseado por la
población; al contrario, en las votaciones participan los habitantes de la
metrópoli instalados en este territorio colonial y otros europeos residentes;
tercero, no hay libertad de selección, libertad de escoger, sobre la base del
derecho de libre determinación de los pueblos, entre varias posibilidades,
inclusive la de la independencia; cuarto, consideraciones geográficas: Canarias
está en el continente africano y no en Europa y fue conquistada y colonizada
por España en el siglo XV, tras durísimos combates que duraron casi un siglo;
quinto, consideraciones étnicas y culturales: nuestra población se diferencia
de la de los conquistadores por intereses divergentes y de aspiraciones, y
aunque la metrópoli destruyó nuestra lengua ancestral, su espíritu de
liberación lo ha demostrado a lo largo del tiempo para recuperar nuestros
justos y legítimos derechos nacionales; sexto, adelanto político, que existe
actualmente en nuestra población para que esta pueda pronunciarse
conscientemente del destino del futuro de nuestro territorio colonizado,
siempre que intervengan las Naciones Unidas para evitar las sucias maniobras
del colonialismo y sus secuaces, que están dispuestos a todo, como ya lo han
demostrado.
Nuestra futura
república y nación acatará todas las normas de las Naciones Unidas, y ello
viene expresado en nuestro Anteproyecto de Constitución, en su arts. 8 y
"Art. 8).- La
nación canaria acatará las normas universales de las Naciones Unidas, de los
Derechos del Hombre y de los Pueblos y demás Organizaciones Internacionales,
así como podrá otorgar por decreto el derecho de asilo a quien se lo reclamase
y pudiera demostrarlo. En tanto que nación soberana se hallará representada en
el seno de las Naciones Unidas y entrará a formar parte de la organización
continental Unidad Africana y del Grupo de Países de los ACP (África, Caribe y
Pacífico), de la Convención de Lomé. Solo los partidos políticos canarios
organizados de una manera democrática y no dependiendo del exterior podrán
participar en la vida política de la nación, salvo los que tengan un ideario
antisemita, racista, dictatorial, fascista, nazi o antiafricano
o sean filiales o estén subordinados a partidos de la antigua metrópoli. La
República Federal establecerá relaciones diplomáticas con todos los Estados
democráticos del mundo, aunque evitará en lo posible establecer relaciones
diplomáticas con aquellos en cuyas constituciones se encuentren artículos o
planteamientos antisemitas, fascistas, nazis o de cualquier tipo de racismo o
discriminación racial o religiosa".
Nuestra República será
democrática y federal, debido a que somos un archipiélago, como se precisa en
el art.
"Art. 9).- La
forma política del Estado es la República Federal Parlamentaria y estará
formada por la pluralidad de Partidos democráticos; la estructura interna de
los mismos será democrática, por elecciones libres y de listas abiertas. Los
partidos son la expresión del pluralismo político de nuestra nación y serán el
instrumento de la voluntad popular para participar en la política del Estado y
de los diversos parlamentos insulares. El máximo de participación que pueda
tener un partido democrático en la Asamblea Nacional Legislativa será del
veinticinco por ciento. Las elecciones se celebrarán cada cuatro años. El
presidente, cuya edad mínima para presentarse será de cuarenta años, será
elegido por sufragio universal directo a través de dos vueltas entre todos los
aspirantes. En la segunda vuelta solo concurrirán los dos aspirantes que hayan
obtenido más votos. Cada aspirante a presidente presentará al público y a los
electores quién será el vicepresidente del Estado, el cual hará campaña en esa
condición. El presidente y el vicepresidente nunca podrán ser reelegidos por
otro periodo de cuatro años sucesivos. Solo podrán representarse por segunda y
última vez si hubieran dejado pasar el plazo de dos elecciones. Esta cláusula
nunca podrá ser modificada ni cambiada en el futuro".
Los independentistas
no somos como los autonomistas y colaboradores de Coalición Canaria (CC),
Centro Canario de Negocios (CCN) o Nueva Canaria y otros grupos autonomistas
que irán surgiendo, que solo tienen programas de colaboración y sumisión a la
metrópoli y son simples limosneros y bolsilleros sin perspectivas de futuro.
Nosotros tenemos programas políticos y económicos desde hace años. Vean, pues,
el artículo siguiente:
"Art. 220).-
Sistema Financiero Republicano. El espíritu de nuestra Constitución es que
pueda ser conocida por todos los ciudadanos y extranjeros. Por ello debe ser precisa
y explicada a través de sus artículos. La fuerza de nuestra República Federal
deberá estar basada en el ahorro interior de los ciudadanos y ciudadanas, en
nuestro trabajo, en nuestras riquezas naturales, en el mar, en nuestras flotas
y, sobre todo, en una moneda fuerte, el áfrico. Si tenemos una moneda fuerte y
cotizable en todos los mercados, seremos respetados, mantendremos nuestra
independencia e impediremos el neocolonialismo. Es por ello que la República
velará especialmente por la salud económica de nuestra moneda nacional con el
esfuerzo de nuestra administración y Banco de Canarias, por lo que todos los
ciudadanos y todas las empresas canarias debemos dedicar a ello los máximos
esfuerzos".
La verdadera
independencia se basará en el total desarrollo económico de nuestro país, en
base a la recuperación de nuestras riquezas naturales, en la independencia
financiera del Estado, en la creación de un mercado interior fuerte y en el
control y establecimiento de una tecnología moderna y punta. La dimensión del
desarrollo de nuestra República Federal debe ser obra de todos los sectores
sociales y económicos del país, pues se trata de atrapar el retraso acumulado
por los pueblos de nuestro continente que han sufrido la dominación colonial.
Por ello, se necesita un gran esfuerzo para salir del subdesarrollo y ponernos
a la altura de los pueblos que ya se han liberado y, sobre todo, estar atentos
a las maniobras de un posible neocolonialismo.
Los Estados
capitalistas no ignoran la importancia estratégica de Canarias y tienen muchos
medios, e incluso algunos canarios para intentar controlar nuestra economía,
por lo que debemos prepararnos a desarrollar una economía fuerte y así evitar
los deseos de dominación extranjera y el neocolonialismo.
En nuestra política de
independencia económica y neutralidad positiva vamos a estar acompañados por
todos los países del Tercer Mundo que se han ido liberando y quieren consolidar
su independencia y sacar a sus poblaciones de la pobreza. Una de las terribles
herencias que nos han dejado el colonialismo y los gobiernos autonomistas que
inventó la metrópoli es la mentalidad de asistencia que ha desarrollado la
vagancia, la pereza y el no querer trabajar de nuestro pueblo, colonizado
después de seis siglos. Por ello, debemos restaurar la virtud del trabajo, la
del propio esfuerzo y la de crear una nueva mentalidad en base a nuestra
Constitución.
La independencia
económica de nuestra República Federal va a depender, sobre todo, de nuestra
capacidad de hacer frente a nuestros pagos exteriores. Por ello, debemos tener
una disponibilidad en divisas convertibles, ya que por el momento somos una
nueva nación que surge; así pues, el Estado tenderá a establecer los medios
necesarios para reforzar nuestra moneda nacional y recuperar cuantas divisas
nos hicieron perder el colonialismo y los gobiernos autonomistas. La creación
de una moneda propia es un atributo de la soberanía de un país. Pero, para
ello, tiene que apoyarse en una economía fuerte e independiente que se
manifieste por crear diariamente riqueza, es decir, capacidad de producir.
España y Europa se
hunden en sus contradicciones, pero nosotros sabemos lo que tenemos que hacer y
a ello debemos dedicarnos con todas nuestras fuerzas.
* Presidente del CNC, brazo político del Movimiento de
Liberación Nacional, el MPAIAC
cnc@elguanche.net cubilloantonio@hotmail.com
Publicado en el periódico El Día, 05-05-2012
[2]Anteproyecto de la Constitución
de la República Federal Canaria