¡No, Fernando Báez (padre Báez) esa no es ninguna solución!

 

«» Isidro Santana León

 

 

[…, si las cabras silvestres no pueden estar en el lugar porque se comen los plantones de cedros (especie ésta que no es de Canarias o de Gran Canaria), tampoco lo podrán hacer los pastores con su ganado doméstico ni le permitirán el paso a montañeros y otros usuarios del medio: harán un coto privado para políticos, técnicos, amigos etc., y los canarios quedarán cada vez más segregados en nuestra tierra.]

 

Este llamamiento que hace ahora el Cabildo no es la panacea. [Anuncio: Plazo para solicitar autorización administrativa para la captura en vivo de cabras asilvestradas en monte público y espacios naturales protegidos. Se hace pública la convocatoria de presentación de solicitud para obtener autorización administrativa para la captura en vivo de ejemplares de cabras asilvestradas que se encuentran en monte público en los Espacios Naturales Protegidos de la Reserva Natural Especial de Güi güi y el parque natural de Tamadaba. Todo ello con las competencias de este Cabildo previstas en el artículo 6 de la Ley 8/2015, de 1 de abril de Cabildos insulares, así como lo dispuesto en materia medioambiental en la Ley 42/2007, de 13 de diciembre del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, modificada por la Ley 33/2015. Las personas interesadas han de presentar sus solicitudes, conforme al modelo de solicitud oficial publicado en la web de este Cabildo y dentro del plazo de 14 días hábiles comprendidos entre el 25 de abril y el 9 de mayo de 2016, ambos inclusive, en el registro general de este Cabildo, Registros desconcentrados y demás lugares previstos en el artículo 38.4 de la Ley 30/1992, de Régimen jurídico de las Administraciones Públicas y del procedimiento administrativo común. Las Palmas de Gran Canaria, a 19 de abril de 2016. El Consejero de Medio Ambiente, Emergencias y Participación Ciudadana (firma electrónica) Juan Manuel Brito Díaz]

 

Ésta no es ninguna solución, Fernando Báez… Yo que te conozco personalmente y sé que te has preocupado por nuestro sector primario, aparte del aprecio que te tengo, no comprendo este cambio de actitud repentina en ti dando por bueno el apaño que quiere hacer el Cabildo, y que cuantas leyes menciona en su anuncio no es más que paja, ya que lo único que contiene de importancia es que España, Europa y las administraciones canarias tienen que acatar las convenciones de la ONU y, especialmente, en este caso, el artículo 4º a) de la Declaración Universal de los Derechos del Animal, expresa claramente en la UNESCO, organismo de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

 

No entiendo lo que te ha pasado, Fernando…, o quizás sí. Tampoco te creo tan ingenuo como para tragarte este paripé donde el Cabildo se lava las manos, no sólo por los problemas políticos que este sucio asunto le ha supuesto sino por la responsabilidad penal que le pudiera ocasionar. Apañar las cabras salvajes, utilizando a los pastores y otras personas, para después meterlas en la Granja del Cabildo dejándolas a todas fuera de su medio natural, es matar la especie autóctona. Sabes muy bien que si se retira todo el ganado silvestre de su medio, desaparecerá. Fernando Báez, te he defendido en múltiples ocasiones que he visto beneficiosas y en este asunto me he posicionado a tu lado, pero te voy a decir una cosa: o estás con Dios o estás con el diablo, con los dos a la vez sabes que no te lo admito y te voy a reprobar. Además de las declaraciones que diste en una televisión local de Gran Canaria, conservo algún correo electrónico que me han pasado y donde juegas a la ambigüedad: una ambigüedad sospechosa. No quiero pensar mal, como que te hayas reunido con el Cabildo para retirarle la denuncia que dijiste ponerle, dando ahora por buena esta nueva fórmula estratégica de la administración y por colmado tu ego.

 

Quiero aclarar que si las cabras silvestres no pueden estar en el lugar porque se comen los plantones de cedros (especie ésta que no es de Canarias o de Gran Canaria), tampoco lo podrán hacer los pastores con su ganado doméstico ni le permitirán el paso a montañeros y otros usuarios del medio: harán un coto privado para políticos, técnicos, amigos etc., y los canarios quedarán cada vez más segregados en nuestra tierra.

 

A nadie se nos esconde que el mayor depredador del medio es el hombre y, sin embargo, se le permite deteriorar y matar especies o destruir ecosistemas con especies foráneas introducidas, tal y como hace este Cabildo, o el gran deterioro del medio que han causado nuestros políticos –tan “ecologistas” últimamente– con las macrocarreteras o las recalificaciones tras la desprotección de los terrenos de cultivos para pasarlos a urbanos.

 

Por mi parte, aunque uno a veces se enerva con estas artimañas coloniales, no tengo nada personal contra nadie. Por ello, no sólo hago la debida y sana crítica, desmentido y contra-información a los medios oficiales –siempre estos al servicio del poder–, sino que también aporto una solución, no muy diferente a la que se usó en la reforestación de Laurisilva en Bosque de Doramas, en Gran Canaria. Me supongo que los matarifes costaron bastante dinero al erario público y la medida que voy a mencionar, aparte de que es más barata, dará trabajo a ferrallistas en paro. Se trata de tela metálica, cortada a 1 metro o  1,20 de altura, con la que se haría un círculo en torno al plantón, anclada a la tierra con pedazos de hierro de calibre 10 o 12 curvados por un extremo y cerrada la apertura con puntos de berguilla (alambre), trabajo que hacen a la perfección los ferrallistas; esto se haría detrás de las cuadrillas que vayan plantando y que, además de contar con total seguridad contra las inclemencias del tiempo no deteriora el medio –trabajo que se puede realizar con las cabras en su hábitat– y que impedirán que los animales se coman los alevines. Estoy de acuerdo con que hay que controlar la población de las silvestres, pero nunca, jamás, con su exterminio y extinción, ya que pertenecen a nuestro patrimonio natural, ecológico, etnográfico y hasta sentimental: las sentimos como lo más directo con nuestros antepasados, como si fuera nuestra conexión con ellos. Medidas, sensatas y nobles son muchas las hay, pero falta la nobleza del hombre, el bien hacer y la ética de los políticos que nos gobiernan.

 

La cabra autóctona canaria, ha coexistido con el resto de las fitoespecies endémicas de Canarias miles de años y jamás se han extinguido; por el contrario –está estudiado y constatado por otras autoridades en la materia, ajenas al Cabildo– la cabra autóctona, la silvestre, la salvaje, ha contribuido a la distribución de la semilla, fertilización del suelo y limpieza como cortafuego contra los incendios. Un detalle importante… cuando el último gran incendio forestal en Gran Canaria, con las lluvias del siguiente invierno se sorprendieron con nuestra naturaleza cuando empiezan a reaparecer las especies endémicas que dieron por extintas. Nuestro medio biológico nació entre volcanes, en una tierra de fuego…, la prueba la tienen con el pino canario que retoña después de arder. Termino diciendo, que nuestra patria no es grande como se merece, porque el hombre y las organizaciones ponen su afán de notoriedad, su protagonismo, su ego enfermo por delante de nuestra nación: este el gran problema endémico de Canarias, servirte de Canarias en vez de disponerte a su desarrollo y grandeza.

 

25/04/16

 

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