¿PODRÍAMOS
ALEGAR QUE ÉRAMOS, SOMOS?
Benchomo
Artemi Semidan
A veces llego a pensar que la libertad es
sólo una frágil muñeca de porcelana, ahora creo que anda esparramada en ni sé
cuántos cachos con esas patacabras de la confusión. Así han llegado a
doblegar a muchøs en el jodido caos de las propias palabras ambiguas, en esos términos
ambivalentes de ideas más que difusas y sobre todo contradictorias.
Eso que solemos llamar paz,
pienso por momentos que sólo ha sido una bella muñeca que éstos vendidøs a
un Estado que nunca podría llegar a ser el nuestro botaron con rabia al fuego
de las discordias, así han podido sembrar el odio entre nosotrøs mismøs, los
rencores y la propia violencia por fuerzas represivas mercenarias de su propio
ejército policial, además de ponerse a jugar a las guerras con armamentos que
no podríamos ni imaginar, demasiada maquinaria para matar que si llegamos a
saber alucinaríamos. La justicia, por desgracia para muchøs de nosotrøs y
para el pueblo, sigue cayendo la pobre en las manos de todøs esøs totorotas, títeres
al servicio de otro país para expoliar a su antojo todo un Archipiélago, tan
prostituido por estøs lacayøs y pendejøs que siguen en la tierra robando y
llevándose lo que nos pertenece desde hace siglos.
Desde entonces y desde hace
miles de años, pasándose de padres a hijøs están vendiéndose a løs mejores
postorøs de este país que no puedo considerar como el mío, mientras se llenan
los bolsillos de perras a costa del sudor de nuestra gente.
De la verdad, no pretendo ni
ha sido nunca mi deseo de tener una verdad exclusiva, realmente soy humano y
como tal también me puedo equivocar, pero es lo que pienso y como lo siento
sigo transmitiendo. Entonces, ¿qué podría llegar a decir de ésta?, creo que
nada más parirla la robaron del tirón para terminar por camuflarla y colocarla
en la cuna a la propia falsedad.
A veces siento esa magua de ver cómo una parte del pueblo lo ha
aceptado como algo normal, mientras que otrøs seguimos ahí bregando por lo
mismo para poder ser ese gran pueblo soberano y libre, así que tarde o temprano
habría que dejar las diferencias entre nosotrøs y unirnøs más que nunca. ¡Joder!,
sigo sin creerme del todo que aún haya gente que siga estando tan contenta y
tan naturales elløs, con todo su derecho que puedan tener para decidir por sí
mismøs. A diario nuestro lenguaje popular lo prostituyen de tal manera que da
hasta vergüenza, tratan de seguir explicando otras formas lingüistas y de
expresión en esa educación tan inculcada por el miedo, otro tipo de cultura
que nos intentan seguir imponiendo por lo que yo a veces en mi ignorancia me
quedo bobito, aunque ustedes ya saben que ésta no consiste solo en ser sino en
no saber. Sí, esa que no me avergüenzo de padecer alguna que otra vez, por la
cual mi deseo de querer aprender siempre va a más.
Muchos sorchantes siguen a
sus anchas tratando de corromper nuestras costumbres, aquí sigo por estos lares
de esta metrópoli española escribiendo y transmitiendo un modo también de
sentir y de bregar a través de las palabras, aunque tenga a veces esa sensación
de andar en la clandestinidad de mis propias contradicciones. Sigo siendo ese
pequeño ser humano que no olvida sus raíces ni de dónde viene por muchos años
que lleve fuera de la tierra, ésta siempre ha estado presente allá donde he
ido, he vivido y con quién me he relacionado, sobre todo con mi gente y el
pueblo del Archipiélago de Tamazgha con el que me identifico y en el que sigo
creyendo libre. En todøs løs que ahí siguen en pie, intentando verdaderamente
bregar de alguna manera por lo nuestro, por nuestra cultura y lo que representa
tan distinta en todo a la castellana para terminar algún día por dejar de ser
esa colonia porta-aviónes, controlada estratégicamente para los intereses de
un Estado que no podemos reconocer como propio.
Y de una vez para siempre
ser un Archipiélago con todas y cada una de las distintas islas hermanas unidas
más que nunca, un gran pueblo soberano, libre y solidario. Por todo ello pienso
que por muchísimas razones aquí o allá, por lo menos donde pueda seguir
estando, seguro que el apoyo y las manos de la esperanza irán siempre
entrelazadas porque no deseo ni quiero que traten de doblegarme para ser
esclavo. De momento sigo rechazando toda violencia, pero sí que reclamo, aunque
sea a través de las palabras, la verdadera justicia que nos merecemos, para
seguir transmitiendo o compartiendo sencillamente algunas que otras verdades,
aunque solo sean las de mis raíces, las de mi tierra, el lugar donde un día me
parieron....
Fuente: CanariasIndependiente-ARTEMISEMIDAN