La emancipación de
nuestra bandera
[…constituye un inmenso
error el intento de algunas organizaciones de acaparar, en la mayoría de los
casos con espúrios intereses, nuestra enseña nacional, la de todos los
canarios y canarias, independientemente de su ideología… la
bandera es el símbolo de la lucha por la descolonización e independencia de
Canarias, quedando obviamente excluidos los que no asuman esta única consigna
libertaria en una colonia.]
Emanciparse,
diccionario en mano, consiste en liberarse uno de la sujeción en la que estaba,
de tal manera que se emancipan los hijos de los padres, los esclavos de los
amos, las colonias de los colonizadores y hasta las obras de sus autores, siendo
este último concepto el origen del presente título protagonizado por la ya
bandera nacional canaria, blanco, azul celeste y amarillo, con siete estrellas
verdes de cinco puntas, la verdadera, representando a la geografía actual del
archipiélago canario, en igualdad de condiciones, sin que ninguna isla
prevalezca sobre las demás, lo que dió lugar a que el Movimiento por la Unidad
del Pueblo Canario (Movimiento UPC) plasmara este sentimiento, desde el punto de
vista político, en una República Democrática Federal Canaria.
La
bandera de las siete estrellas verdes tiene su origen en el año 1964 de la era
cristiana (2014 del calendario guanche, que empezaron a contar antes) como
bandera del Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago
Canario (MPAIAC), del que se emancipó al ser enarbolada actualmente por la
inmensa mayoría del pueblo canario en su lucha libertaria contra el Estado
colonialista español, cuya forma política es una obsoleta y caduca monarquía
medieval, como siempre, por lo que constituye un inmenso error el intento de
algunas organizaciones de acaparar, en la mayoría de los casos con espúrios
intereses, nuestra enseña nacional, la de todos los canarios y canarias,
independientemente de su ideología.
Conmemoramos
el 49 aniversario de nuestra bandera que ahora es reivindicada por prácticamente
todo el espectro político canario, sobre todo en época electoral, habiendo
sido enarbolada tanto por los lacayos al servicio del colonialismo, los famosos
canarios de servicio, como por los partidos netamente colonialistas, que han
tenido la osadía y el atrevimiento de mansillarla, pues la bandera es el símbolo
de la lucha por la descolonización e independencia de Canarias, quedando
obviamente excluidos los que no asuman esta única consigna libertaria en una
colonia.
No
son estos esbirros al servicio del colonialismo los únicos que intentan sacar rédito
político de la libertaria bandera, sino que existen organizaciones que, sin
identificarse y aprovechándose irrespetuosa y torticeramente del sentimiento
nacionalista de nuestro pueblo lanzan soflamas partidistas por el socialismo,
por el comunismo, por el anarquismo, por el cristianismo, por el islamismo y
hasta vivas a una “Canarias libre y musical”, creando desasosiego en nuestro
frágil y desorientado pueblo que, ante la incertidumbre, termina prefiriendo
seguir como está, pero que indisolublemente unen esas soflamas,
interesadamente, a la única verdadera en la actual coyuntura y que no es otra
que “ Canarias libre”, al ser
incapaces de defender sus postulados
ellos mismos, intentando que lo hagamos los que tenemos como única consigna
anticolonial la descolonización e independencia. Esto es fácil de entender y
hay que tener el coraje de decirlo, pues los compatriotas que asisten a las
convocatorias para homenajear a
nuestra enseña nacional y lo que la misma representa, las ansias de libertad
del pueblo canario, se quedan estupefactos ante el intento de engaño, ahora
acompañado de insultos y soeces descalificaciones, para regocijo del
colonialismo, en cuya trampa no vamos a caer (“No los separes, déjalos que se
peleen entre ellos” decía el genocida Fernández de Lugo a uno de sus
capitanes que intentaba separar a dos guanches que practicaban la lucha canaria
en Aguere, pensando que pelear era lo que hacían), como las injustamente
vertidas contra un medio de comunicación privado, “El Día”, por cierto el
único periódico libertario en la historia de Canarias, cuyo director, el
compatriota Don José Rodríguez ha ingresado recientemente en la prestigiosa
Asociación Internacional de Escritores (IWA, International
Artists and Writers Association), no nombrando siquiera la
desvergüenza que supone, no ya en los medios de capital privado, sino en los
que se sufragan con el dinero de todos nosotros, las televisiones canaria y españolas,
el hecho de que se silencie el problema colonial de Canarias y no será porque a
lo largo de seis siglos de brutal colonialismo no se hayan enterado, periódico,
dicho sea de paso, que también se encuentra probablemente en camino de
emancipación, como lo hizo por ejemplo “Mararía”, la espléndida novela
del escritor canario Rafael Arozarena y como lo ha hecho la misma bandera.
Esta
actitud, consciente o inconscientemente, divide a nuestro pueblo, que debe
luchar unido como una buena piña para que salga un buen gofio integral,
poniendo palos en la senda que conduce a nuestra libertad, retrasándola, por lo
que en última instancia favorecen los intereses del colonialismo, que sistemáticamente
intenta boicotear todas las convocatorias por la descolonización e
independencia, palabra esta, descolonización, qué casualidad, no oímos en
ningún discurso, argumentando incomprensiblemente que
no es suficiente con la independencia, igual que hace el colonialismo, sabedor
de que la descolonización implica la indemnización
a nuestro damnificado pueblo por seis siglos de sometimiento colonial, crimen
calificado de lesa humanidad en el ordenamiento jurídico internacional y por lo
tanto imprescriptible.
Las
canarias y canarios no debemos dejarnos embaucar por estos confusos cantos de
sirena (“Si no puedes convencerlos confúndelos” decía Harry Truman),
vengan por la derecha, por la izquierda o por el centro, sino que debemos
centrarnos en la consecución de la descolonización y proclamación de la
independencia, sin distraernos de este objetivo que constituye la principal
contradicción en una colonia para, una vez libres del yugo colonial, poder
libremente decidir, pues la independencia es para todos, es decir resolver las
contradicciones secundarias. Ese será el momento en el que el pueblo canario
decidirá si quiere ser socialista, comunista, ecologista, conservador,
anarquista o sencillamente lo que siempre ha querido ser ¡Un pueblo libre de
ataduras de ningún tipo!
Movimiento
por la Unidad del Pueblo Canario
Movimiento
UPC