¿ELECCIONES
EUROPEAS?
Juan Edilberto Rodríguez Morales
No entiendo por qué algunos sectores del campo soberanista quieren que
vayamos a votar a las elecciones europeas con los ojos cerrados, cuando siempre
han apostado por nuestra realidad geográfica, cuando afirman reiteradamente que
nuestro marco geográfico natural y político es la “Unidad Africana”.
¿Hacia
dónde quieren llevarnos?; que incluso, o bien no aportan ningún referente a
quién votar, o les da igual que votemos a cualquier partido minoritario
desconocido, obviando por alguna razón el esfuerzo de partidos independentistas
que han dado un paso adelante hacia la unidad; por lo menos en estas elecciones
europeas. Nos referimos al partido Alternativa Nacionalista Canario (ANC) y
Unidad del Pueblo (UP) que juntos a BILDU, Bloque Nacionalista Gallego y otras
fuerzas soberanistas del Estado español participan conjuntamente en la
candidatura “Los Pueblos deciden”. ¿Qué pretenden?
Quién sea independentista y tenga claro que debe votar, tiene en esa
candidatura una opción válida; por lo que no se les debería de ignorar o
ningunear, aunque no compartamos de momento su criterio y estrategia. Podríamos
estar equivocados. Si entendiera que debería ir a votar no dudaría en darles
mi apoyo, de la misma manera que hubiera preferido votar al Movimiento de
Liberación Nacional de Canarias (MLNC). No me cabe ninguna duda. Sin embargo,
lamentablemente muchos seguimos todavía sumándonos a esa mayoría silenciosa
de canarios que van a optar por dar la espalda a las elecciones europeas, porque
sencillamente creemos que esa no es la puerta que nos compete.
Si consideramos incomprensible y alienante el discurso españolista
del miedo: “¿de qué vamos a vivir?”, resulta igual de mediático los
argumentos de ir a votar al azar: ¡que cada cual vote por su cuenta y riesgo!
No nos parece acertado. Se pierde así la oportunidad de que estas elecciones
sirvan como mínimo para aunar argumentos comunes que corresponda a criterios
entendibles para esa gran masa social desorganizada y despolitizada. En
consecuencia, evitar no tener que ir a rebufo de una estrategia colonialista
premeditada que les da la oportunidad de ridiculizar nuestra derrota lo más
amplificada posible.
Evidentemente, la autosuficiencia de unos y de otros, ese no
reconocimiento mutuo, es quién está alimentando una abstención militante y
una desobediencia civil; que sumado a una izquierda inmovilista republicana que
no sabe ni contesta, salvo cuando está enmascara la defensa de sus intereses
personales (educación, sanidad,…) pretenda aparentar la defensa de la clase
trabajadora: la nula implicación contra el colonialismo español. Que poca vergüenza.
Ante esta situación, la alternativa no es no votar por no votar, como alguien
pueda malinterpretar. Todos sabemos que votando en conciencia no contamos con
los mismos medios de difusión que disfrutan los partidos españolistas. La
Abstención y la Desobediencia civil que propugnamos trata de multiplicar y
aunar conciencias para crear las oportunas condiciones identitarias
anticolonialistas. No votar hasta en cuanto no haya un único referente
soberanista que exija la inmediata Descolonización de Canarias. Sería
imperdonable que además de estar legitimando por la gracia de Dios una Ley
electoral injusta, tuviéramos que aceptar los dictados de una España
mayoritariamente intolerante; ya sean de derechas como de izquierdas, que en el
mejor de los casos nos niega hasta el derecho a la Autodeterminación, el
derecho a decidir. Cuánto menos la Descolonización.
Tampoco es que haya poca actitud o que nos falte madurez política o que
alguien pueda pensar que no tengamos nada que exigir o reivindicar más allá de
los límites de la Constitución española. ¿Qué discurso ambiguo es ése de
Soberanía dentro de la Europa mercantilista?, que ni los propios españoles de
a pie y resto de europeos desean. Cuánto menos los canarios. ¿Es así cómo se
crea la autoconfianza necesaria entre la clase trabajadora y las opciones políticas
para que vaya marcándose los tiempos hacia la total soberanía, en un marco
geográfico que no nos corresponde? ¿Por qué algunos liderazgos del campo
nacionalista tienen que renunciar a contar la verdad? ¿Para ganar votos? Por
favor. Lo que nos falta es coherencia, pedagogía de la educación; necesitamos
la implicación de compañeros/as, que no sean pusilánimes, que quieran de
verdad buscar soluciones, que se atrevan a poner claridad a tanta confusión,
que sean de verdad la vanguardia que los canarios necesitamos en este momento de
incertidumbre, sin que a nadie se le ridiculice por su mayor o menor implicación
intelectual. Evitar las contradicciones y las estrategias partidistas, porque
son los diferentes liderazgos, sindicatos incluidos y proletariados más
combativos, quienes tienen la obligación o el deber de no levantarse alrededor
de una mesa, -todos los días que sea necesario- hasta llegar a un punto de
convergencia unitaria: crear una vanguardia que fuera capaz de tirar del carro
en una misma dirección. Cueste lo que cueste.
Un saludo a todas y a todos.
¡DESCOLONIZACIÓN
E INDEPENDENCIA¡
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