Mi declaración unilateral de independencia
César Luis Medina Martín
Dando por sentado que el caso catalán es un asunto interno y una cuestión
bilateral Cataluña-España, quiero, no obstante, valorar positivamente la
posibilidad, más que probable, de que el Parlamento catalán, con mayoría
nacionalista de CiU y ERC, pudiera proclamar
"una declaración unilateral de independencia", que contrarrestara la
pertinaz reticencia española en reconocer el legítimo derecho a decidir del
pueblo catalán. Y como quiera que desconozco cuándo hará lo propio el
Parlamento canario, he tomado "motu proprio"
esta iniciativa, para que cunda el ejemplo en todo el pueblo canario, haciendo
pública la siguiente declaración:
Yo, César L. Medina Martín, natural de Islas Canarias y, por tanto,
patriota canario, en pleno uso de mis facultades físicas y mentales, y en aras
de mi libre albedrío, proclamo solemnemente que:
-En base a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de
1789, inspirada en la declaración de independencia de Estados Unidos de 1776 y
en el espíritu filosófico del siglo XVIII, donde en sus 17 artículos consagra:
que los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos; que los
derechos naturales e imprescriptibles del hombre son la libertad, la propiedad,
la seguridad y la resistencia a la opresión; que nadie debe ser incomodado por
sus opiniones; que la libre comunicación de pensamiento y de opiniones es uno
de los derechos más preciados del hombre.
-Al amparo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada
por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 217 (III), de
10 de diciembre de 1948 en París; en la que recogen en sus 30 artículos
los DD.HH considerados básicos, a partir de
la Carta de San Francisco de 1945, como: "Toda persona tiene los derechos
y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza,
color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole,
origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición
política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción
dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un
territorio bajo administración fiduciaria o sometido a cualquier otra
limitación de soberanía".
-Bajo el paraguas del Derecho Internacional contemporáneo, en el que se
inscribe la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y
pueblos colonizados, Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General de la ONU de
14 de diciembre de 1960; teniendo presente que los pueblos del mundo han
proclamado en la Carta de las Naciones Unidas que están resueltos a reafirmar
la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la
persona humana, en la igualdad de los derechos de hombres y mujeres y de las
naciones grandes y pequeñas, y a promover el progreso social y a elevar el
nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad.
-Considerando que el pueblo canario está sujeto a una subyugación,
dominación y explotación extranjera por parte de España, lo que constituye una
negación de los derechos humanos fundamentales, contraria a la Carta de las
Naciones Unidas.
-Considerando que, por estos motivos, el pueblo canario tiene legítimo
derecho a recuperar su libertad arrebatada por la fuerza de las armas, para
determinar libremente su condición política y a perseguir libremente su
desarrollo económico, social y cultural.
-Considerando que el Estado español no observa fiel y estrictamente las
disposiciones de la Carta de Naciones Unidas, de la Declaración Universal de
Derechos Humanos, ni la Resolución 1514 (XV).
Proclamo al mundo entero mi Declaración Unilateral de Independencia (DUI)
de España; por lo que a partir de hoy, 21 de noviembre de 2013, soy, solo y
exclusivamente, canario; nacional de Canarias, y actuaré en consecuencia. Y en
este momento histórico animo al pueblo canario en general a imitar mi
patriótica reafirmación de canariedad, haciendo
lo mismo que yo he hecho individualmente. También insto a todo el espectro
político verdadera y auténticamente nacionalista a promover entre sus afiliados
este ejercicio de dignidad, personalidad, autoestima y libertad; al tiempo que
inicien campañas para informar del calado político-social de esta novedosa e
inédita iniciativa.