¿Dos versiones del nacionalismo canario?
Juan
Jesús Ayala
[¿Y hacia dónde tienen que llegar los partidos
nacionalistas? Concretamente a la independencia de su territorio, como
propugnan los nacionalistas vascos y catalanes, sin miedo y sin cortapisas…]
Vaya majadería y
perrera tiene cogida Román manifestando una y otra vez que el nacionalismo
canario tiene dos versiones: una que es progresista, la de NC, y otra que es
conservadora, la de CC. ¿Y ya está? ¿Esa es la conclusión? Y el resto de los
partidos nacionalistas ¿qué son?, ¿qué identidad?, ¿qué líneas programáticas?,
¿qué ideología tienen? ¿Están encuadrados en ese esquema simplista, puramente
imaginario, o en el sitio que les corresponde por historia y por coherencia
ideológica; o tal vez andan al garete como zombis dentro del escenario de la
política nacionalista canaria?
Da la sensación de que
cuando se enarbolan estas conceptualizaciones es un intento por desmarcarse del
resto y estar por encima de los demás. Crasa equivocación .Y es que hay que
convencerse de una vez que cuando se habla de nacionalismo no nos estamos
refiriendo a poner en liza y discusión la categoría de clase, sino la categoría
de nación. No se lucha por las clases, se pugna por la nación. El nacionalismo
no se conduce por los caminos que recorre un partido de clase, como pueden ser
sus representantes, el PP, PSOE o IU, por ejemplo, y por decir algo. Puesto que
si nos arrumbamos a la diferencia de clases para diferenciar los partidos
nacionalistas unos de otros flaco favor le estaremos haciendo al nacionalismo.
Nueva Canarias, que
habla de nación canaria en su programa ideológico, así como de Estado
asimétrico, si todo eso lo envuelve con la coraza del progresismo deberíamos
saber qué entienden por nacionalismo progresista. Habrá que pensar que es ir
hacia delante, partir de un inicio, de una situación concreta y caminar,
progresar, para llegar a otra. ¿Y hacia dónde tienen que llegar los partidos
nacionalistas? Concretamente a la independencia de su territorio, como
propugnan los nacionalistas vascos y catalanes, sin miedo y sin cortapisas,
aunque luego dentro de sus esquemas son más o menos solidarios y practican
políticas de bienestar social, pero eso lo hace el PP y lo dice el PSOE. ¿Dónde
la diferencia de ese progresismo? En lograr la emancipación de un pueblo no
cuando nos dé la gana a nosotros, sino cuando lo suscriba la mayoría de los
canarios y que se traduzca al menos en 31 diputados en el Parlamento de
Canarias como importante punto de inflexión. Lo demás son palabras que retumban
en el vacío de las ideas.
Ser progresista en
nacionalismo es avanzar, no quedarse atrapados en los recintos de las frases
altisonantes para marcar diferencias (en el nacionalismo no hay diferencias);
progresismo es dejar de mirarse el ombligo y entender a los demás, y hablar el
mismo lenguaje y no estar con terminologías escurridizas. Y acercar posiciones
y no mirar por el espejo retrovisor, puesto que eso es retroceder, no avanzar
en un proyecto común de nación y de Estado.
El nacionalismo no es
de derechas ni de izquierdas, es simplemente nacionalismo. El nacionalismo no
hay que inventarlo, el nacionalismo canario está por repensarlo, con claridad,
sin ambages, sin darles vueltas a las palabras, y una vez que se repiense, si somos
capaces de ello, buscar la fórmula para ir a una refundación, y aquí no vale
que lo que separa a los nacionalismos es la manera de entender a la sociedad o
usar argumentos de la izquierda o de la derecha, que en el nacionalismo no es
válido. El nacionalismo como tal solo entiende de un argumento, que es la
construcción nacional de un territorio. Y si se es progresista, hay que ir por
ese camino y dejarse de zarandajas conceptuales, que lo que motivan es eso,
confusión y escisiones, pero no por convencimiento, sino por puro egocentrismo-insularismo, y hasta por condicionamientos empresariales
que también obligan a este o aquel comportamiento político.
*
Presidente insular de Tenerife y vicepresidente nacional del Partido
Nacionalista Canario (PNC)