"LAS DOSCIENTAS MILLAS CANARIAS"

 

Francisco García-Talavera *

En relación con las informaciones aparecidas en los diarios locales acerca de la triste actualidad del sector pesquero tras los últimos acontecimientos, como canario me veo en el deber de aportar alguna información sobre el tema, que considero de gran interés.

En primer lugar, aclarar que si bien la ampliación a 200 millas de las aguas -supuestamente marroquíes-, del Sáhara, no afecta a los pesqueros españoles desde el punto de vista de que, aún trazando la mediana, los principales caladeros quedarían siempre fuera de nuestras aguas, también es cierto que una pequeña parte de la plataforma continental africana sí que estaría incluida en las aguas canarias, concretamente frente a Lanzarote (Ver el Mapa)

Por otro lado, vemos que esta ampliación sí que ha afectado a los pesqueros españoles de la zona, puesto que la práctica totalidad de ellos se encuentran amarrados. Este es un hecho que no tiene vuelta de hoja.

En el caso de los pesqueros canarios, la realidad es más dramática ya que la mayoría de ellos, por sus características, sólo pueden pensar en dichas conflictivas aguas. Y decimos que la realidad es triste y dramática para los pescadores canarios, porque van a contemplar impotentes, mientras ellos permanecen amarrados, cómo otros se llevan la pesca en sus propias aguas. Y no me estoy refiriendo ya a la plataforma del Sáhara, sino a una serie de bancos submarinos cercanos a las Islas. En este sentido, discrepo con las declaraciones del director del Laboratorio Oceanográfico de Canarias efectuadas en "El Día", en donde decía que el tema de la mediana, o sea la ampliación a 200 millas de nuestras aguas, no era urgente. Estoy de acuerdo con que es urgente tratar de buscar una solución rápida y favorable a los miles de pescadores que están en paro, como puede ser la búsqueda de nuevos caladeros o la negociación de nuevos acuerdos. Pero, es tanto o más urgente delimitar nuestras aguas y establecer nuestros derechos. Paralelamente, es urgente también la reconversión de la flota canaria desde ahora mismo a las nuevas realidades.

Decía antes que los pescadores canarios van a contemplar cómo otros se llevan la pesca de "sus" aguas, y voy a aclarar por qué. Existen al Norte de Lanzarote una serie de bancos submarinos a modo de islas sumergidas con fondo más o menos plano, entre los que destacan el Banco de La Concepción y el Banco de Dacia. (Ver mapa). El Banco de la Concepción está a unas 50 millas al NE de Lanzarote, siguiendo la alineación Fuerteventura-Lanzarote, y su profundidad se mantiene en grandes extensiones entre los 160 y 200 metros. El Banco de Dacia está a unas 140 millas al N. de Alegranza, de mayor extensión que el de la Concepción, y con una profundidad mínima que en algunos puntos llega a los 80 metros.

Pues bien, en agosto de 1972 se llevó a cabo la campaña "NORCANARIAS I" en el barco oceanográfico "Cornide Saavedra", bajo la dirección de don Carmelo García Cabrera y en la cual participé como geólogo marino. Se trataba de estudiar la naturaleza de los fondos, de la pesca de los bancos y de las aguas del Norte de Canarias.

Comenzaron las investigaciones en el Banco de Amanay -situado entre Gran Canaria y Fuerteventura- comprobándose la naturaleza plana de su fondo, por lo tanto "arrastrable", así como la gran riqueza pesquera que poseía. En algunos puntos la profundidad era tan sólo de 25 metros.

En Concepción y Dacia se llevaron a cabo estudios geofísicos, pesqueros y oceanográficos, comprobándose también la gran riqueza y variedad de especies que viven en sus fondos, así como la viabilidad, en muchas zonas, de la pesca de arrastre. Posteriormente, se estudiaron los fondos de las Islas Salvajes (portuguesas) pero ese ya es otro tema. Con ello, quedó demostrado que esos bancos submarinos ofrecen unas grandes posibilidades que hasta la fecha han sido poco explotadas.

En cálculos aproximados que he hecho se ve claramente que, ampliando nuestras aguas a 200 millas y trazando las medianas con las aguas marroquíes y portuguesas, todos esos Bancos, así como el Eco, que está a unas 150 millas al SW de El Hierro y otros más pequeños repartidos entre las Islas, entrarían dentro de las aguas canarias.

La triste realidad es que mientras se lleva a cabo la reconversión, si es que alguna vez se hace, de la flota canaria para la pesca de arrastre en los bancos, y de palangres y otras artes de mayor profundidad, y en tanto se continúe con las conversaciones sobre los límites de aguas jurisdiccionales y no se establezca una vigilancia rigurosa, otras flotas mejor preparadas se estarán llevando de "nuestras" aguas, "nuestra" riqueza pesquera. Según recientes informaciones, ya se está empezando a pescar de una manera masiva con barcos de arrastre en el Banco de La Concepción y no precisamente por barcos de la flota canaria. ¿Hasta cuándo, señores?.

(Publicado en 1981)