Las dos caras de una misma moneda

 

Jorge Dorta *

 

Supuestamente somos ultraperiféricos y tricontinentales, lo cual siempre me ha hecho mucha gracia, ya que todavía no ha habido nadie que me pueda explicar cómo puede estarse en la ultraperiferia y en el centro de las rutas entre tres continentes al mismo tiempo.

Es más, todavía no entiendo cómo se puede ser ultraperiférico en un mundo globalizado e hiperconectado. Cuando el mundo se ha convertido en una aldea global, Canarias, por lo visto, vive en otro planeta.

La verdad incómoda es que la hipótesis geográfica es una estafa que se ha empleado para justificar el régimen extractivo en Canarias. Un régimen que extrae rentas de los muchos para dárselo a los pocos, sacrificando en el camino las oportunidades, el empleo, el crecimiento económico y la justicia social. Lo que explica el subdesarrollo y la crisis en Canarias, al igual que en otras muchas sociedades, no es la geografía, sino un marco institucional extractivo que bloquea la innovación y el desarrollo.

Pero la hipótesis geográfica (y cultural) del subdesarrollo no es la única mentira que hay que desmontar. A la mayoría de la población canaria se la ha hecho creer que el culpable del subdesarrollo de Canarias o es Madrid o es el caciquismo canario, como si ambos fueran antagónicos.

Este razonamiento es rotundamente falso, porque, en realidad, ambos son las dos caras de una misma moneda. Ambos son los beneficiarios del mismo régimen extractivo que bloquea el desarrollo de Canarias para provecho de unos pocos. Uno sin el otro no podrían existir.

No te dejes engañar por la retórica. Ambos son cómplices en el saqueo, en el nepotismo, en la corrupción y en la falta de transparencia. Ambos cuentan con el poder judicial, las fuerzas de seguridad y los organismos de control a su servicio para protegerlos. Ambos, Madrid y sus socios locales en el papel de medianeros, tienen sus intereses alineados en el mantenimiento del "statu quo" y el régimen extractivo en Canarias. Los últimos tres años son muestra de ello.

Podrás argumentar que España también es un régimen extractivo y que los abusos también se dan en otras comunidades autónomas, y estarás en lo cierto. España es un régimen extractivo desde el siglo XVI, cuando la Corona monopolizó el comercio de Indias a través de la Casa de Contratación, creando una oligarquía alrededor del poder de la Corona. En España nunca se le ha cortado la cabeza a un rey. Ese es el problema. Pero es una cuestión de grado, como en la escala Richter. Si España es extractivo nivel 7, Canarias lo es nivel 10.

En 1835, lord Thomas Macaulay decía, con respecto a la India: "Debemos esforzarnos al máximo en formar una clase que actúe de intermediarios entre nosotros (los ingleses) y los millones que gobernamos; una clase de personas indias en sangre y apariencia pero inglesa en gustos, opiniones, moral e intelecto".

Este tipo de estructuras, en donde existe una élite local con los intereses extractivos alineada a la de la metrópoli, ha pasado en muchas partes: desde la Argelia de los "pies negros" hasta la Cuba colonial española. Dentro de la oligarquía esclavista de Cuba había tanto españoles como criollos y el tráfico de esclavos beneficiaba tanto a dicha oligarquía como a la Corona, a la Capitanía General y a los industriales españoles, que tenían en Cuba un mercado cautivo para colocar sus excedentes y extraer rentas.

En Canarias pasa lo mismo: los grandes empresarios locales no son canarios, sino españoles, como Demetrio Carceller, de DISA, o San Juan, de Satocan. Empresarios españoles afincados en Canarias los que se alinean con Repsol para el expolio de nuestro petróleo. Otros empresarios locales también han alineado su destino y sus fortunas al mantenimiento del "statu quo". Son esos constructores los que se benefician de los 50 millones del Plocan, de la inversión en edificios de parques tecnológicos, porque en Canarias las inversiones en I+D son inversiones en ladrillo.

Un régimen extractivo es un régimen en el que se sacrifica la libertad, así como las oportunidades de desarrollo y crecimiento de la mayoría para que unos pocos puedan seguir extrayendo rentas y recursos cómodamente a costa de los demás. Un régimen inclusivo es aquel en el que el poder político y económico está ampliamente distribuido, y la gente tiene acceso a las oportunidades económicas, así como de desarrollar su creatividad y talento.

Mientras no cambiemos ese sistema jamás podremos implementar en Canarias un régimen inclusivo de mayor bienestar, desarrollo y justicia social. Lo dicho: el culpable de la situación actual no es ni Madrid ni el caciquismo canario, sino ambos. Uno sin el otro no podrían perpetuar el régimen extractivo. Ambos son responsables. Ambos son las dos caras de una misma moneda.

* Director de Mencey Capital

jorge.dorta@mencey.ch

 

comentarios:

Acorán dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con lo que expones en este artículo. Pero ambos son los que han diseñado el sistema educativo e informativo colonial, y que también les va a ambos. La prensa imperialista demofascista colonial también es muy servidora y les beneficia mucho a ambos. Por eso nos han criado con la mentira y nos han obligado a vivir en ella. Por eso hoy parece que se hunde el mundo cuando oímos la verdad. Por eso es más fácil engañar a la gente que concienciarles de que han sido y están siendo engañados. Pero yo no cesaré mientras me quede aliento. Digo "VIVA Canarias libre, soberanía y democracia REAL".

Acorán dijo...

También nos han metido 500.000 personas que han nacido allá en España. Y con muy mala fe y mucha maldad las han colocado en los sitios estratégicos para anular al nativo. Como ejemplo, Leopoldo Fernández, que nació allá en España y tiene la desfachatez de decir que es tan canario como yo, tú o Antonio cubillo. Él quiere una Canarias sometida, empobrecida, corrupta y arruinada. Nosotros la queremos libre, sana y próspera, incorporada al mundo y sin que los muelles estén secuestrados por cuatro GAMBERROS opresores. Creo que se nota la diferencia entre un buen canario, un godo invasor o los lacayos y serviles del sistema colonial.

Ancor Dorta dijo...

Si es una mentira, una prisión mental cuyos barrotes tratamos de derribar echando luz sobre los asuntos.

Fuente: menceymacro.blogspot.com

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