Las dos caras de la democracia española
«.» Jaime Afonso Díaz
[...El centralismo del Estado monárquico español, sus leyes, anteponen su interés al nuestro, que oculta con una autonomía administrativa que nos hace aún más dependientes...]
Olvidemos nuestras diferencias y cambiemos las cosas, distingamos, entre: las aspiraciones de un sistema democrático justo en Canarias y la realidad que va a ahondar más la desigualdad aprovechando la reforma del Estatuto de Autonomía tratan de cambiar el Sistema Electoral, el PP-PSOE-NC-C´s-Podemos, se quieren cargar la circunscripción insular y la triple paridad electoral que favorece la representación de las islas menores, donde se centra la canariedad, para con nueve diputados más poderlas ignorar y centralizar la política desde las islas de Tenerife y Gran Canaria, más repobladas y colonizadas, paradoja de la democrática canaria, ofrecen un espectáculo que favorecerá a perpetuidad la política elaborada desde la “orilla de enfrente” en beneficio de Madrid y la UE, del capitalismo, de los bancos, la burguesía y los triunfadores: directivos, financieros y políticos de partidos de disciplina fuereña que tratan de perpetuar la dependencia, apoyados desde las cloacas del Estado y medios de comunicación, hacen el juego del mismo diablo con careta democrática, con las palabras y hechos, mentiras y trampas, conspiran, en esta “otra orilla”, desde la distancia, contra el pueblo llano, donde el patriotismo sufre represión en barrios y pueblos, paro, etc., dando esperanzas a la gente pobre, a los enfermos de cuerpo y de mente, a los sin techo, a los fracasados, a los deprimidos, a los pensionistas, a mujeres, niños e inmigrantes, a los sin voz.
Hablemos con una sola voz, todos los nacionalistas unidos: desde los autonomistas, dependentistas a ultranza, hasta los independentistas, incluidos los que solo sirvieron para intensificar la respuesta represiva. Prepararemos y celebremos el IV Congreso Nacional de Canarias, para coordinar la lucha por los derechos ciudadanos, la canariedad, ignorada y en declive como el mismo ideal democrático. Colaboremos con la intención de aunar, a la totalidad de la población en la preservación de la propia cultura, el bienestar general y la apuesta futura que tenga en cuenta a toda la población sufrida de dependencias patológicas, base de muchos males, y ejemplo de contradicciones que heredan nuestros jóvenes, seamos coherentes y tenaces, actuemos. El centralismo del Estado monárquico español, sus leyes, anteponen su interés al nuestro, que oculta con una autonomía administrativa que nos hace aún más dependientes. El resto de países europeos están dando continuidad y favoreciendo este conflicto, colonial, que nos deshumaniza.
Además, nos condiciona la extrema derecha, el franquismo sociológico, la misma continuidad autoritaria, escampa a sus anchas en el nacionalismo español, persiste, en sus dos caras: por un lado, la del Partido Popular-PP, apostando por lo inevitable: el partidismo y la monarquía, ante la presión popular, de modo que sigan dominando las mismas estructuras policiales, militares y jurídicas, anticipándose al cambio, que se veía venir con la muerte del dictador Franco, para desactivar el potencial revolucionario que conlleva la democracia; por la otra cara se muestra el Partido Socialista Obrero Español, reformista, por lo que tampoco rompe con el franquismo, busca la alianza con el PP, un contrasentido que mantiene las mismas estructuras de poder, aliándose CC-NC-C´s -Podemos, a esa reforma que llaman “democrática” y no lo es, sus propuestas de cambio, no cambian nada relevante para nosotros, de forma sutil predican la modernización de la dominación y la dependencia del Archipiélago abandonado por los dioses.
Ante lo que se veía venir, se despertó, un espíritu emocional de canaridad, y se organizó el Movimiento de Liberación Nacional Africano-MPAIAC, isleño, que trató de subvertir el acuerdo autoritario posfranquista en Canarias, su tesis era que no bastaba reformar, proponía romper con la dependencia política de España, para construir y autogestionar una Canarias libre de manos fuereñas, pero siguió de forma mimética la descolonización africana, le faltó capacidad negociadora para unirnos en un proceso autónomo e independiente, en defensa de Canarias.
Un plebiscito, por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario del Movimiento-MPAIAC, como las siglas parecían reivindicar, no sería aceptable por España y no sería la solución porque estaríamos en minoría, según los resultados electorales que hemos obtenido, posteriormente, bajo la ocupación. Frustrado, el proceso político de emancipación, dirigido y llevado a cabo desde el Continente Africano, incluso después, reorganizado en el interior, como Congreso Nacional de Canarias-CNC, seguiría reivindicando la aplicación de la resolución 1514, de las Naciones Unidas, para la descolonización de Canarias, ya sin el apoyo de la Unión Africana UA. Acabaría en posiciones conservadoras y autoritarias, como les sucedería a los victoriosos movimientos de descolonización africanos, que estaban liderados por una insipiente burguesía nacional muy interesada por controlar el poder y las riquezas del país, una vez independientes, sus dirigentes, autocalificados de “socialistas”, gobernarían en su propio provecho, reprimiendo brutalmente a sus compañeros, sin que la independencia redundara en la mejora de la población. Mientras en Canarias los independentistas serían reprimidos y encarcelados por la metrópoli, mientras los colaboradores con el nacionalismo español se repartirían las migajas que les dejaban.
Salud-Vida-Fuerza
Adelante isleños reclamemos lo nuestro
La sociedad no cambia de golpe, por voluntarismo, pero podemos amplificar el significado de democracia, fraguando un acuerdo político, de largo plazo, que beneficie, por igual, a quienes tenemos un proyecto político de país, capaz de hacer múltiples acuerdos locales, que cuente con una amplia complicidad social, con listas que vayan más allá de los intereses partidistas, contemplando elecciones primarias en algunas localidades y en otras de mutuo acuerdo. Demócratas honestos serán nuestros candidatos a las elecciones: autonómicas, municipales y europeas de 2019, un camino de rosas lleno de espinas, de personalismos, de paternalismos.
En la actualidad, compartir el mismo caladero de votos nacionalistas, con los autonomistas, es el camino, facilita formar un mismo bloque político que busque la hegemonía canaria, sin romper con España; incluso los más radicales pueden cambiar de comportamiento, mostrar los sentimientos apropiados y abandonar la confrontación entre nosotros, la estrategia es la reconciliación intergrupal a medio y largo plazo, a la vez que nos sumamos a la reivindicación del derecho a decidir que comparten las distintas nacionalidades. Creer que eso es posible aumenta nuestras posibilidades. Un ejemplo de cambio real es Otegui, dando un paso imprescindible, a pesar de que le costara la cárcel, lanzó un mensaje de paz que calo en los distintos sujetos de Batasuna y más tarde de ETA, para bien, reduciendo el odio, con su postura conciliadora, lo que los haría crecer hasta ser la segunda fuerza política más votada en Euskadi, no por lo que hace, sino por la sensación de lo que hace, vivir: en su Tierra, en Paz y Libertad.
Los independentistas hemos sido muy críticos y en ocasiones nos hemos desmarcado de las votaciones, con lemas más emocionales que racionales y posiciones radicales maximalistas que mantenían el conflicto con un enfoque erróneo, de ofuscación africanista y mensajes demagogos que nos hacían quedar mal y restar la empatía de la gente que tenía urgencia de mejoras, la más necesitada, desinteresándose del debate soberanista y de las soluciones que proponíamos para las islas, lo que vamos a corregir. “El único principio en política es autonomía sin restricciones”. Reclamamos estar bien situados en listas unitarias, lo que facilitaría una alta participación y buenos resultados.
Nos definimos como moderados, pues la revolución, no se asusten, es tratar de hacer limpieza de la corrupción; no vamos a generar expectativas con excentricidades, sin contenido; no vamos a tratar de ganar una discusión con consignas. Sí queremos imaginar una vida mejor tenemos que aportar verdadero valor, competitividad, lo que depende de nuestras propias capacidades para mostrar resultados, la simple apariencia sirve de muy poco, y el sistema no va a ofrecer una solución a los complejos problemas de dependencia pues, solo muestran poses y manipulan tras una cortina de humo que a la larga se desvanece, mostrando detrás de la careta pura conveniencia.
El colonialismo y el franquismo, nunca fueron vencidos, solo dieron paso a formas más sutiles de dominación, al pacto CC-PP-PSOE, asimilándonos con sus medios de comunicación, nos divide y aculturizan; tratan de restar significado e importancia al independentismo que muestran, de forma: anti-natural, morbosa y deformada. El caciquismo y capitalismo son insaciables, buscan cada vez más poder, no les basta con lo expoliado, con los beneficios sacados a 14, a 16 millones de turistas, etc. Se podría decir que estamos gobernados por una delincuencia política, protegida por intereses de Estado, que nos deshumaniza, priva de voz y quita valor al voto, al pueblo llano canario que perdura bajo dominio exterior, en forma de zombis consumistas, lo que es inaceptable; muestran el mismo desprecio que una dictadura, a falta de verdadera democracia con la que poder combatirlos, respondamos, hermanos con un acuerdo anti-dependentista, atesorando nuestra cultura, la multiculturalidad, la diversidad, la innovación, transformando las relaciones sociales, laborales, económicas, políticas, técnicas y tecnologías, etc.
Denunciamos el anti-canarismo, de la “clase fuereña política-funcionarial-policial-militar “, que lleva 600 años de ocupación, tratando de eliminar nuestras señas de identidad, cultura, etc.; como beneficiarios de eso, una muestra, las Agrupaciones Independientes de Canarias-AIC, representan a los apropiadores que consumen lo que es de todos, se identifican con el español, con sus formas etnófobas, racistas con su propio pueblo, sin darse cuenta, por eso de la costumbre y creerse españoles; alcaldes equilibristas del franquismo, que conformaron la marca política Coalición Canaria-CC, junto a renegados del comunismo, egoístas y codiciosos, que tratan de obtener parcelas de poder, sin hacer ningún tipo de oposición real, compiten y pactan, con los partidos sucursalistas PP-PSOE, el poco poder que les deja el artículo 143 de la Constitución, sin capacidad de priorizar nuestras necesidades y propios mercados: de trabajo, para proteger a la clase operaria; financieros, para proteger a los emprendedores; de bienes y servicios para proteger a los productores y consumidores, etc.; subordinados solo a los intereses de España, la UE y el capital.
La crisis de relaciones, del Estado monárquico español, ahora se presenta en Catalunya, con la aplicación del artículo 155, una suerte de estado de excepción permanente, que imprime una vuelta de rosca anti-democrática y anti-autonómica, dificultando, así, el desarrollo de la autogestión, deseada, que buscan los pueblos, en nombre de la democracia, una “paradoja a la española”, por su comportamiento de dominio por la fuerza; recuerda su despotismo militar en las naciones autónomas de América que reivindicarían la independencia por necesidad de supervivencia.
En la actualidad, la pertenencia y sujeción de España, a las Leyes de la Unión Europea, no le permiten, hacer lo que le venga en gana, tendrá que ceder con Catalunya, pasar a un modelo de “monarquía federal”, como Bélgica, retrasando España para más tarde el reconocimiento de su independencia, de cara a la galería, tratan de salvar su imagen, a sabiendas de que su trato será de “igual a igual”, sin imposiciones. Este avance democrático facilitará unas relaciones jurídico-políticas UE-Canarias, más justas, con propia identidad y dentro del marco macaronés.
La Constitución del 78, quedó abierta y el pacto autonómico, Titulo VIII, es estructura del Estado. Los artículos: 2 la indisolubilidad de España; el art 8 las Fuerzas Armadas defienden su unidad; art 116 declaración del estado de excepción, de sitio o de alarma contra la población por el Gobierno; y el art 155; entre otros, fueron impuestos por la extrema derecha española, tres millones de votos que han ido, hasta ahora, al Partido Popular-PP, y al parecer van a repartirse con Ciudadanos-C’s. Juntemos fuerzas, como podamos, para hacer frente a sus políticas y Constitución.
En su revisión, prevista, deben constar nuestras reclamaciones: un proyecto alternativo con autonomía política que sirva de protección a las familias originarias o asentadas en los últimos 10 años; derecho a nuestros símbolos patrios, la bandera de siete estrellas; relaciones más amplias con el Estado por el artículo 151, con nuevas competencias, conteniendo las mejoras hechas en Euskadi y Catalunya; relaciones directas con los Estados de nuestro entorno, y con la Unión Europea, por el artículo 299.3 del Tratado; además del reconocimiento de nuestro derecho a hermanarnos con los otros pueblos Makaronesios, y salir de la falsa persección que tenemos muchos canarios sobre nosotros mismos y subsanar la adicción, a la dependencia, a la miseria de la dominación.
Desde principios de la colonización, se dictaron las normas del Régimen Económico y Fiscal, para librar de impuestos a los europeos que se asentaban en los distintos Archipiélagos y Sahara Occidental, islas y costa de la Región Global Makaronesia, para facilitar su poblamiento por colonos venidos de España y Portugal. Leyes que nos dotaron de Puertos Francos, libres de impuestos estatales la importación de mercancía venida de las distintas naciones de ultramar, un derecho suspendido por el franquismo, que tuvo que reponer ante la rebelión de los isleños pero que, más tarde, sus herederos, el nuevo régimen CC-PP-PSOE, nos volverían a arrebatar este derecho histórico para meternos de la peor forma posible en la UE, acogiéndose a una “autonomía administrativa”, por el artículo 143, de esta Constitución que sirve para tenernos bajo su bota. Insistamos en las grandes necesidades a atender juntos.
Solo hablar, de la unidad nacional, de un proyecto común, entre independentistas y autonomistas, para frenar el paro, la dependencia, el agotamiento de recursos, etc., y apostar por el desarrollo sostenible, energía renovable, etc., es un gran avance social, muy difícil de lograr. El problema es elegir a las personas capaces de acordar la estrategia y valorar la elección de los candidatos apropiados que sepan defender los genuinos intereses de las islas, su canariedad, que sean capaces de sumar votos y adoptar las decisiones importantes para Canarias. Un ejemplo a seguir, es: La Mancomunidad de tres Municipios del suroeste de Gran Canaria, con los que colabora su Universidad y la Caja Rural, creando un mercado propio sostenible, en beneficio de consumidores y productores favoreciendo su economía con la autogestión, mejorando la autoestima y orgullo del campesino canario. Ejemplares las aportaciones de los profesores: Víctor Ramírez, Calero, Carlos Castilla, entre otros conocidos y gente anónima. Salud-Vida-Fuerza.
Nuestro referente ha sido Secundino Delgado, que combinó “un ideal de autonomía, la política, con una teoría del conocimiento” adquirido combatiendo a favor de la independencia en Cuba y en Canarias, a finales del siglo XIX, siguiendo las experiencias de las Colonias Americanas, que lograron la autonomía de España, de 1810 hasta 1824, pero ante el continuo trato abusivo, colonial, tuvieron que luchar y ganar la Independencia de la metrópoli, no pudiendo conseguir librarse de la sodomía española, ni Puerto Rico, ni Canarias. Nuestro prócer patriótico sufriría, por ello, persecución, cárcel y muerte prematura. Durante la República se elevaron las cuotas de progreso político, etc., interrumpido en 1936, por el alzamiento militar animado por fascistas y nazis, que establecería un régimen de terror, que sin resistencia armada fusilaría y haría desaparecer, en el mar, a miles de trabajadores e intelectuales, no solo canarios. Parecida suerte correría la rebelión de los canarios encabezados por Antonio Cubillo, desde Argel.