Trabajando, y el sueldo no aparece

 

Por René Acosta *

 

Don Manolo es un emigrante de Cuba, hace catorce años que llegó a La Palma y se considera como un palmero más. Hace un tiempo que decidió residir en Garafía, exactamente en el barrio de El Llano Negro.

 

Según empezó a trabajar con un ganadero autónomo de vacuno, con el que lleva unos seis meses trabajando, cuidando setenta cabezas de ganado vacuno. Según nos comenta, su jornada es de ocho de la mañana y la hora de soltar que oscilaba, más o menos, entre las siete, ocho, nueve, o hasta las once de la noche, por tan solo treinta euros al día, un verdadero abuso. Nos comentaba que no pasaba hambre, gracias a unos vecinos que le ayudan, y el dueño de la casa de alquiler que vive le espera a que cobre. Tiene unas huertas del dueño de la vivienda, en la que vive Manolo, donde puede sembrar algunas verduras para poder escapar ¿Cómo es posible que en la época que vivimos existan autónomos tan abusadores y oportunistas con los emigrantes.

 

¿Cuántos más habrá así y no lo sabemos? Personas como Manolo son las que se merecen una medalla por atreverse a denunciar abusos como estos. Pero claro, en Garafía es más fácil cometer estos errores por su aislamiento, pero visto el caso de don Manolo si se debería vigilar más la zona, y evitar posibles abusos como el de Don Manolo.

 

* Reportero de El Canario