Disyuntiva canaria
Francisco
R. González Alonso
Las islas Canarias,
enclave geográfico en el océano Atlántico, situadas entre los 27º y 30º de
latitud Norte, y los 13º y 18º de longitud Oeste, a
Este enclave
geográfico fue anexado al territorio español cuando fue invadido por las
fuerzas castellanas en 1496, cuatro años después del descubrimiento del
continente americano por el almirante Cristóbal Colón.
Los canarios
conscientes de su estatus político hoy día se encuentran, por supuesto, en una
situación no definida por el pueblo canario, sino la impuesta por el poder
español desde hace siglos, que cercena y menoscaba los ideales de un pueblo
cansado del sistema colonial imperante, aunque digan que somos una región
autónoma de España.
Si bien hay evidentes
aspectos políticos de que España, con su no actuar en defensa de la posición
geográfica de las Islas Canarias, ha permitido a Marruecos apoderarse de una de
las posesiones coloniales habitada por saharauis desde tiempos muy remotos con
todo el derecho de solicitar su soberanía, ha preferido plegarse a los
intereses creados con Marruecos, como es el de poder faenar su flota pesquera
en el banco marítimo sahariano, decisión que perjudica enormemente a las Islas
Canarias, que no pueden ejercer su soberanía para también disfrutar del banco
pesquero sahariano, al cual tenemos derecho y a todos los recursos naturales
del subsuelo marítimo fronterizo.
Se observa con gran
preocupación que España les haya dado más importancia a sus dividendos
pesqueros y de sus inversiones en Marruecos que a la soberanía de nuestras
Islas Canarias, la cual no puede ejercer debido al no estar delimitadas sus
aguas marítimas internacionales.
Posiblemente, entre
España y Marruecos, uno de los países fronterizos de la región noroccidental de
África, haya tratados o acuerdos que justifican el lema "business is business"
(negocio es negocio), lo demás no nos interesa, lo cual va en detrimento de
nuestra soberanía, justificando así, desde el punto de vista económico, que a
España lo que le interesa de las Islas Canarias es la rentabilidad que le
genera su actividad turística, que, a pesar de la contracción económica,
Canarias sigue recibiendo la mayor afluencia turística de toda España, pero sus
beneficios se diluyen o evaporan por arte de magia del poder central español en
connivencia con nuestros mal llamados Gobiernos autónomos. Nacionalistas que
disfrutan de prebendas en lo personal, pero no han ejercido el poder autónomo
de la actual constitución colonialista de Canarias, y se han conformado con el
bajo porcentaje (37%) que nos devuelven de lo que Canarias genera turísticamente.
En el conflicto entre
Marruecos y el pueblo saharaui, que tiene todo el derecho de aspirar a su
independencia y ser un pueblo soberano, las Naciones Unidas tienen que definir
a la mayor brevedad posible, para así evitar la brutal represalia que Marruecos
está ejerciendo sobre un pueblo indefenso que tiene derecho a su libertad.
Los canarios que
estamos en el exterior vemos con una más amplia óptica los acontecimientos
acaecidos en el Sahara y el peligro que constituye el expansionismo marroquí, y
España, pretenda o no seguir rigiendo el destino de las Islas Canarias, tiene
que protestar enérgicamente ante todas las instituciones que rigen el orden
mundial y exigir la pronta delimitación de sus aguas marítimas con Marruecos.
Por supuesto que sus tratados económicos pesan más y no lo hará. Los canarios
seguiremos a la deriva sin poder determinar nuestro futuro político al
permanecer indolentes. Basta ya de tanta paciencia ante la realidad
colonialista que nos gobierna.
Pacíficamente y con
entereza exijamos nuestra independencia. Esa es la gran disyuntiva canaria del
momento histórico: "el de ser o no ser".
Publicado en el periódico El Día, 1-11-2011