Discriminados en casa

 

Luis Bacallado.   

Un pueblo que se pliega de manera pusilánime a intereses foráneos y no rechista ante las decisiones de sus amos, capataces y caciques, finalmente acaba dejando de ser "pueblo" para convertirse en "rebaño".

 

En este caso y sin que sirva de precedente, vamos a dejar en un segundo plano las peripecias de los medianeros que hacen de todo para preservar e incluso aumentar sus privilegios privados y no hacen nada de nada para garantizar los mínimos e indispensables derechos de la sociedad a la que están gobernando.

 

Hablemos hoy de las consecuencias. De esos hechos que día a día son resultado de una nefasta gestión de Canarias y que nos afectan directamente. Hablemos, sin vacilación alguna, de la difícil situación que nuestros jóvenes tienen que encarar para salir adelante. Aquellos que tienen la suerte (o no?) de no formar parte del contingente de emigrantes y se disponen hacer su surco en tierra propia.

 

En este caso, hace poco nos enterábamos de una ejemplificadora situación sucedida en un negocio regentado por extranjeros en Tenerife y que cuanto menos, nos tiene que servir a modo de reflexión. Una auténtica injusticia con todas las letras.

 

Seguramente recordarán más hechos en esta línea. De los creadores de "no queremos canarios para nuestro puesto de comercial en Las Palmas" llega el caso de "no vamos a contratar de manera estable a canarios, poniendo en su lugar a extranjeros de nuestra nacionalidad".

 

Concretamente, la citada empresa, una academia privada que imparte clases en Tenerife haciendo uso de una inversión importante y cuya instauración ha supuesto un duro vaparalo para las humildes academias locales, tiene por política "laboral" la siguiente. Ninguno de los allí contratados son canarios, relegando a estos a la categoría de becarios, ocasionalmente con contrato laboral en condiciones muy deficitarias. Curiosamente, los que conforman la plantilla son todos de la misma nacionalidad y es más conocen al jefe... Blanco y en botella leche. Tenemos ante nosotros un caso de discriminación por nacionalidad (si trabajas con condiciones, tienes que ser de los nuestros, si no a pringar de becario) y también de amiguismo (las mangas por las puertas de detrás de toda la vida). Para más inri, cuando algún nativo se le acaba el contrato de becario, la excusa para no renovar de los dirigentes es "reducción de costes" dada la situación. Agüita con la difícil situación de esta academia que tiene un balance mensual boyante y que puedo corroborar personalmente.

 

Ya, para terminar de rematar la jugada, tenemos que aclarar también de que en toda academia de este tipo, lo más favorable es que los puestos de cara al público tienen que ser a ser posible para nativos canarios. Más que nada, por una cuestión de proximidad cultural y empatía con los ciudadanos locales, que obviamente van  a entender mejor a un vecino que alguien con un acento extraño. Nada de esto se tiene en cuenta.

 

Así las cosas, algo totalmente inadmisible. Sigamos de brazos cruzados ante tantas injusticias. Sigamos colgándoles medallas a los que se hacen llamar "nacionalistas" mientras nuestros jóvenes tienen que hacer el doble o triple de esfuerzo que alguno que venga de fuera. En todo caso, a lo mejor te parece éste un criterio xenófobo o racista. En tal caso, no voy a molestarme en entrar en la discusión y en su lugar te recomiendo que leas lo que es una colonia y la estratificación laboral que se da en ella. Te recomiendo también que leas como territorios insulares de la UE como Malta e Isla de Man tienen medidas en vigor como La Ley de Residencia y como en Canarias se apuesta por todo lo contrario. Ya cuando estés al tanto, me avisas.

 

 

Fuente: menceymacro.blogspot.com