Ancor
Jorge Dorta *
Hoy,
25 de mayo, es el día internacional de nuestro continente. El 25 de mayo se
conmemora la instauración, el año 1963 en Addis Abeba, Etiopía, de la
Organización de la Unidad Africana (OUA), a la que sucede, la Unión Africana
(UA). Felicidades a todos nuestros hermanos y hermanas del continente que
compartimos.
África en el siglo XXI es un continente de esperanza y
oportunidades. Las revoluciones ciudadanas de la primavera pasada están
introduciendo cambios en la Tamazgha. El despegue económico de países como
Argelia, Túnez, Namibia, Kenia, Nigeria, Angola, Gabón o Ghana y la reducción
drástica de la mortalidad infantil siembran esperanza en todo un continente.
Como
recientemente se ha descrito en un informe de Goldman Sachs,
en cierto sentido, el
crecimiento africano puede ser descrito como la
secuencia lógica en la evolución económica
del mundo Los recursos naturales se han vuelto más
escasos y valiosos a medida de que el mundo se
ha ido industrializando.
Además, la población
mundial es más grande que nunca. África exporta el
11% de los combustibles y minerales del mundo y por tanto ha de beneficiarse de
estas tendencias.
En
cualquier caso hay varios factores que contribuyen a crear una
"confluencia positiva" y ha producido un enorme crecimiento económico.
Catorce países africanos crecieron sus economías a ritmos superiores al 6%
anual durante los últimos 5 años.
La
Gobernanza ha mejorado, hay menos guerras gracias al fin de la guerra fría y
hay ciertos signos de inversión en la diáspora que vio emigrar el mayor
capital y factor productivo de un país, su capital humano, su talento.
Además tendencias demográficas harán que África sea la envidia del resto del
mundo en 20 años.
La
distribución de la riqueza empieza a ser menos extrema. Internet y las
comunicaciones han transformado la vida en el continente. El sector privado
prospera cuando lo dejan, y África no es una excepción.
África
está a día de hoy en la mente de la mayoría de inversores profesionales tanto
por sus implicaciones de crecimiento a largo plazo como por sus implicaciones
económicas para el resto del mundo y que afectan a las cadenas de valor
globales.
Los canarios podemos seguir mirando al pasado o atrevernos a mirar al futuro.
Quizás ahora que también lo recomienda Goldman Sachs nuestros compatriotas se
lo empiecen a tomar más en serio. Nosotros lo llevamos diciendo 4 años.