El despertar de la libertad

 

Francisco R. González Alonso

[¡Compatriotas canarios...!, desde la diáspora que sí se sabe los subterfugios y marramucias políticas que impiden nuestra soberanía, les manifestamos que despierten de ese letargo tenebroso sembrado con terror durante siglos.]

Bien quisiéramos no afligir de continuo a nuestros lectores con la pintura de los males de nuestra patria, y la dificultad de su remedio mientras no cambien de rumbo los hombres que nos gobiernan; bien desearíamos apartarnos alguna vez del terreno de la política del momento, y ocuparnos de otras materias menos ingratas; pero cuando los más deplorables acontecimientos se suceden con tanta rapidez, cuando en pos del correo que anuncia la terminación de una crisis, se puede pronosticar que viene otro portador de una crisis nueva, no es posible apartar los ojos de la política, no es posible no hablar de política. Quien asiste a una lucha encarnizada natural es que no hable de otra cosa que de los azares y vicisitudes de la misma.

Lo hasta aquí expuesto pertenece al escritor don Jaime Balmes en sus comentarios escritos en París el 14 de septiembre de 1843 y publicado en Madrid el 24 del mismo. Esto nos dice que el pasado histórico de la España multicolor de reinos cumple lamentablemente ciclos repetitivos. Lo que expone don Jaime Balmes es una constante disyuntiva del proceder político de líderes que no tienen la capacidad de gobernar con la eficiencia y amplitud discrecional.

La historia irreverente de la España Invertebrada, dada a conocer por el filósofo don José Ortega y Gasset, late perennemente en la diversidad conceptual que se tiene de la nación hispana, en cuyos dominios nunca se ponía el sol. En la España de entonces, siempre brillaba el sol. Hoy día, la penumbra invade lo que queda de su imperio, que tiende a oscurecerse en el mayor caos político y económico de su triste historia y, todo esto se debe aparentemente a un efecto sin causa que lo justifique.

Tal vez por las atrocidades cometidas en la formación del gran imperio que tuvo hoy día esté recibiendo el castigo que merece. No olvidemos las atrocidades de la terrible Inquisición, al condenar a muerte a miles de seres que no compartían las mismas creencias religiosas aplicándoles el garrote vil.

El gran despertar y los movimientos de emancipación que se manifiestan actualmente en alguna de las regiones de la España invertebrada, que fueron incorporadas también a la fuerza, se justifica por la forma discriminada como las trata el poder central español, que pretende desconocer que España es una "unión de reinos" con idiomas y costumbres diferentes, que deben ser gobernados políticamente como estados federados o libremente asociados, que disfruten de todas sus prerrogativas y no sometidos a lo que dicte Madrid.

Canarias, con más razón, tiene el derecho a su emancipación política. No formamos parte de su plataforma territorial, fuimos conquistados a la fuerza y estamos a dos mil kilómetros de distancia de la metrópoli.

Nuestro clima nos sitúa en las zonas geográficas subtropicales, frente a la parte nor-occidental del continente africano. Por su clima primaveral, los sabios de la antigüedad establecieron en nuestras Islas Canarias los Campos Elíseos, que hoy día se hace una realidad para quienes nos visitan turísticamente, al disfrutar apaciblemente de nuestra luminosidad solar y poderse zambullir en aguas marinas cristalinas, bajo el esplendor de un cielo azul.

Lamentablemente, lo que genera la visita de tantos millones de turistas en Canarias pasa a ser parte del usufructo que los trust económicos relacionados con el turismo, los cuales se llevan en connivencia con las autoridades autonómicas, donde tantos chupamedias de falsos nacionalistas canarios reciben su dádiva, con tal de permanecer fieles al poder central español que sólo les interesa la recaudación de impuestos.

¡Compatriotas canarios...!, desde la diáspora que sí se sabe los subterfugios y marramucias políticas que impiden nuestra soberanía, les manifestamos que despierten de ese letargo tenebroso sembrado con terror durante siglos. No confundan la humildad con la indiferencia y entrega total al poder que nos coloniza, defiendan vuestros derechos a ser libres, y formar parte de la patria guanche que nos fue arrebatada y, que más pronto que tarde, será una realidad su independencia. No temas expresar tus ideales de libertad que es un derecho inembargable de tu libre albedrío como nacido en Canarias, territorio anexado a la fuerza en el pasado histórico por las huestes castellanas. Haz vibrar tu voz con toda la intensidad emocional que puedas expresar sin temor a represalias. "Viva Canarias libre".

franciscoteide@cantv.net

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