¿DESCOLONIZACIÓN
= DESMOVILIZACIÓN?
Edilberto Rodríguez Morales
[...Desde mi particular visión la descolonización como herramienta jurídica que apoya nuestra plena soberanía tendría más posibilidad de actuación si se constatara en la prensa internacional y en todos los medios de comunicación el descontento de la sociedad canaria vía movilizaciones...]
Probablemente
sí. También podría equivocarme; pero me atrevo a sugerir que si no es
igual-igual lo parece. No podemos pasar por alto que dicha estrategia está
personalizada; la sensación de que desde hace ya tiempo se está poniendo menos
énfasis en organizar a la militancia anticolonialista como
dejar igualmente de lado a los colectivos vecinales; supuestamente porque
las organizaciones imperantes dan por hecho que tarde o temprano el Comité de
Descolonización de las Naciones Unidas tomará cartas en el asunto y obrará en
consecuencia. Ahora bien, sólo Dios sabrá cuándo.
Un
dejar hacer preocupante afianzado en la creencia de que el Derecho Internacional
legitima la independencia de Canarias sin necesidad de consulta previa. Sin
embargo esta situación no implica que nos durmamos en los laureles y no seguir
organizándonos. Prueba de ello lo evidencia que, existiendo condiciones mediáticas
superiores a las que tuvo Antonio Cubillo desde Argel con “La voz de Canarias
Libre” y su Movimiento por la Autodeterminación
e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC) apenas
trascendemos a la opinión pública, salvo cuando vamos a rebufo de alguna otra
reivindicación que haga parecer lo que no es.
Desde
mi particular visión la descolonización como herramienta jurídica que apoya
nuestra plena soberanía tendría más posibilidad de actuación si se
constatara en la prensa internacional y en todos los medios de comunicación el
descontento de la sociedad canaria vía movilizaciones. Cosa que no ocurre explícitamente
porque no damos un palo al agua; y menos cuando la COVID-19 desborda toda la
atención. Así que dudo muchísimo que redundando solo en esta iniciativa
podamos celebrar algún día la emancipación del Pueblo canario.
Salta
a la vista que “Todo para el Pueblo pero sin el Pueblo” nos convierte en una
sociedad muerta, igual de dependiente y carente de autoestima; meros
espectadores de un proceso revolucionario que el colonialismo intenta apuntillar
haciéndonos creer que vivimos en un mundo globalizado; inmovilizarnos con una
renta básica; dejarnos al vaivén de especuladores y oportunistas. De ahí que
haya buena sintonía entre la metrópoli y los totalitaristas. Hago pues hincapié
en valorar en su justa medida reivindicar el ejercicio de autodeterminación
como mejor puesta en escena. Recordar que tiene más ventajas que inconvenientes
si se obra con coherencia política y aprendemos a delegar más pronto que tarde
responsabilidades por muy insignificantes que éstas lo sean, trabajando
conjunta y coordinadamente. Permite con los pies en el suelo superar nuestras
limitaciones; implicarnos todos en la misma tarea dedicando menos esfuerzo pero
triplicando resultados; la posibilidad de resurgir nueva militancia, informada y
formada; apreciar nuevos liderazgos que refuercen los actuales. Dejar menos
opciones al neocolonialismo. A partir de ahí cabría la posibilidad de que el
Comité de Descolonización de las Naciones Unidas supieran de nuestra
existencia y tomaran cartas en el asunto.