«» Jorge Dorta *
La desigualdad ante la ley es la base de toda tiranía. El Antiguo Régimen era una sociedad estamental, caracterizada por la desigualdad ante la ley. Estaban los privilegiados y los no privilegiados.
Los estamentos privilegiados eran la nobleza y el clero. Entre sus privilegios estaban ocupar lugares preferentes, el acceso a ciertos cargos, exención del pago de impuestos, el cobro de tributos en beneficio propio, etc.. pero además la nobleza y el clero tenían sus leyes particulares, que eran distintas a los de los "comunes" y tenían derecho a ser juzgados de acuerdo a dichas leyes.
Además contaban con una serie de ventajas procesales: no se les podía aplicar tormento para obtener confesiones; su testimonio en los juicios prevalecía sobre el de individuos de menor rango social y no podían ser castigados con penas infamantes como la horca.
Era una época en la que el monarca era rey por derecho divino, se consideraba de que la persona del rey era el representante de Dios en la tierra y había recibido tal poder directamente de El ("monarquía por la Gracia de Dios").
Te parecerá un anacronismo, pero la Constitución de 1876 establece que Don Alfonso XII, es "por la gracia de Dios Rey constitucional de España". Por tanto no será hasta la Primera República en 1931 en que el rey deje de serlo por "Derecho Divino". Incluso en la Constitución actual la figura del Rey es inviolable, está por encima de la ley y no se le puede llamar a juicio ni siquiera como testigo.