Blas Cabrera Felipe y el desenfoque
José
A. Infante Burgos *
Blas Cabrera Felipe
nació en Arrecife de Lanzarote en 1878. Estudió Bachillerato en La Laguna y, a
continuación, se trasladó a Madrid, donde comenzó a formarse en Derecho,
siguiendo la estela familiar. Sin embargo, conoce a Santiago Ramón y Cajal, el
cual le convence, ¿a quién no?, para dejar Derecho y estudiar Ciencias. Así, se
licencia en Ciencias Físicas y Matemáticas en la Universidad Central de Madrid,
doctorándose en Ciencias Físicas en 1901.
Depurado por el bando
franquista: "Se separa definitivamente por ser pública y notoria la
desafección de los catedráticos universitarios que se mencionarán al nuevo
régimen implantado en España, no solamente por sus actuaciones en las zonas que
han sufrido y en las que sufren la dominación marxista, sino también por su
pertinaz política antinacionalista y antiespañola en los tiempos precedentes al
Glorioso Movimiento Nacional". Murió exiliado en México D.F. en 1945 tras
haberse convertido en uno de los más destacados científicos originarios de
estas Islas.
Fue, sobre todo, un
físico experimental. Desarrolló su mayor actividad en el campo de las
propiedades magnéticas de la materia, consiguiendo un puesto singular en la
física de su tiempo. En 1903 participa en la fundación de la Sociedad Española
de Física y Química, y de los Anales de dicha sociedad. En 1905, obtuvo la
cátedra de Electricidad y Magnetismo en la Universidad Central. En 1910, la
Junta para Ampliación de Estudios creó el Laboratorio de Investigaciones
Físicas, del que Cabrera fue nombrado director. El laboratorio constaba de
cinco líneas de investigación: magnetoquímica,
químico-física, electroquímica, electroanálisis y
espectroscopia.
Lo curioso es que
ahora lo proponen para dedicarle el Día de las Letras Canarias 2012. El
Parlamento de Canarias ha aprobado por unanimidad una Proposición No de Ley
(PNL) en la que la Cámara legislativa insta al Gobierno autonómico a que
estudie esta posibilidad.
Estando totalmente
seguro de que el que probablemente sea nuestro mejor científico se merece esto
y más, con todos los homenajes a su trabajo habidos y por haber, es primordial,
porque la identidad de una sociedad atlántica e intercontinental como esta
reside precisamente en su cultura, que no quede desenfocado -por decir algo-,
dedicándole un Día de las Letras cuando hablamos de magnetoquímica,
químico-física, electroquímica, electroanálisis y
espectroscopia.
Es como conceder un
premio de goleador a un puntal de lucha canaria, la ensaladera a un corredor de
triatlón o una medalla de vela a Contador. Queda como distorsionado; las letras
son las letras, las ciencias son las ciencias y el arte es el arte, por
ejemplo. Quizás haríamos bien en ser un poquito rigurosos y diferenciar entre
unas cosas y otras, porque de esta manera podemos acabar haciendo un día para
la medicina canaria en el que se premie a un jurista o a un arquitecto.
La labor de
investigación de Blas Cabrera fue notable. Entre 1910 y 1934 publicó unos
ciento diez trabajos (Peter Weiss, a la sazón director del Instituto de Física
de la Universidad de Estrasburgo, comentó en 1932 que de los ciento ochenta
artículos sobre magnetismo presentes en la biblioteca del instituto,
veinticuatro provenían del Laboratorio dirigido por Cabrera). Estableció la ley
que describe las variaciones que experimentan en el sistema periódico los
movimientos magnéticos de los átomos de la familia del hierro (la denominada
curva de Cabrera). Modificó la ley de Curie-Weiss, que describe la
susceptibilidad de un material ferromagnético en la región paramagnética
situada más allá del punto Curie, y dedujo una ecuación para describir el
momento del átomo teniendo en cuenta el efecto de la temperatura. Asimismo,
mejoró muchos dispositivos experimentales. Fue el primer científico procedente
del Estado español en usar los métodos de la teoría de errores y de mínimos
cuadrados para la determinación de las constantes físicas. Algunas de sus
medidas de susceptibilidad magnética siguen siendo las más precisas existentes
en la actualidad.
Claro, el mundo de la
literatura del Archipiélago se ha rebotado, no sin razón, siendo una de las
opiniones más contundentes la de Elsa López, presidenta del Ateneo y escritora:
ha achacado a la famosa "falta de ignorancia" el hecho de que la Cámara
Legislativa haya aprobado esa Proposición No de Ley cuando la
"Enciclopedia de la literatura canaria" coeditada por el propio
Parlamento en 2007 no incluye, lógicamente, entre los escritores a Blas
Cabrera.
Hagan un Día de las
Ciencias Canarias para este "científico" que se relacionó
personalmente con Albert Einstein.
*
Publicado en el periódico El Día, 24-02-2011