Desaparición de la ganadería y agricultura...

 «.» Padre Báez *

Con la desaparición de la ganadería y agricultura, desaparecen también igualmente los pájaros, y nos estamos quedando sin ellos, y a la hora de recuperarlos solo piensan en uno que ya se extinguió, hace tiempo y que se trata del imposible pinzón gris. Pero, ¿por qué no igual preocupación en recuperar los otros más que variados y múltiples pájaros habidos en otros tiempos, y de los que solo quedan mucho menos de la mitad, y en un número tan reducido, que casi no se les ve por ninguna parte; ya puede usted recorrer la isla de punta a rabo, que no se tropieza con un canario del monte, con una abubilla, con un pinto, con un capirote, con un calandro, con un linacero, con un moro, con una alpispa, con un chirringa, con un fraile, con un palmero, con un mirlo, con un chorlito, con un quesero, con una zancúa, con un..., porque son tantos que ya ni los recuerda uno, cuando de niño andábamos buscando nidos, cambiando los huevos, con la jiñera o falsete, con la red, etc., para cogerlos y tenerlos en la jaula, donde los más valiosos alegraban la vida con sus trinos.

Pero, téngase en cuenta que: estos animalitos de Dios se alimentaban de los mosquitos, de los gusanos, de escarbar en los estiercos de las alpendres o chozas de cabras, y por lo general por los terrenos que al ser surcados o cavados, dejaban en libertad lombrices, gusanos, corte capotes, arañas, etc., etc., de los que se alimentaban. Acabándose la ganadería con sus estiércoles y la labranza con sus surcos, aradas o el remover la tierra, se han quedado sin la fuente de su alimentación, con lo que no pueden criar, y ni siquiera sobrevivir los mismos, y he aquí que la única preocupación del cabildo es rescatar a unos pinzones –grises-, que nadie conoce y nunca nadie vio, en olvido total y ciego de los pocos que aquí hemos mencionado, para no cansar al amable lector, porque si sigo con la lista de pájaros habidos en mi infancia y niñez, y hasta no hace muchos años, la lista es interminable.

Seguro, que el amable lector, a los pocos citados por un servidor, puede añadir los que aquí faltan, por no consumir demasiado espacio. Y matando cabras por donde ellos se mezclaban; y plantado todo de pinos, por donde ellos no pueden estar, porque nada encuentran para alimentarse, no solo desaparece la agricultura y la ganadería, que con ellas se acaba con a vida rica y variada de los diversos, múltiples, y más que hermosos pájaros de Canarias, pues según teoría defendida por más de un teólogo, aquí estuvo el paraíso terrenal del Génesis, pues nos estamos quedando con solo tabaibas y pinos, gracias –o por desgracia- del cabildo.

 

* El Padre Báez - Fernando Báez Santana, Pbtero.    

Artículos del Padre Báez  publicados en El Canario.net y en El Guanche