“Era
de noche y sin embargo yo via” (“Nijota”)
Cuenta Juan Eugenio de Hartzenbusch, probablemente el máximo exponente del
drama romántico en España, que recibió a un joven aspirante a escritor que
recababa su opinión sobre una novela que había escrito y que comenzaba con la
frase “Era de noche y, sin embargo, llovía”. El dramaturgo sostiene que
abandonó la lectura nada más leer la frase de inicio, sentencia que en la
actualidad se usa para aludir a cualquier discurso carente de sentido. El
incierto origen de la sentencia ha dado lugar a que algunos la atribuyen al
escritor gallego Antonio Neira de Mosquera.
En Canarias preferimos la versión del escritor de humor Juan Pérez
Delgado, “Nijota” que, dándole la vuelta, la tornó en “Era de noche y,
sin embargo, yo via”
El 20 de diciembre de 2015 se celebraron elecciones a Cortes Generales en el
Estado español en las que la debacle del Partido Popular fue tan imponente que
su cantidato, el gallego de Pontevedra, Mariano Rajoy no suma mayoría
suficiente para formar gobierno ni siquiera con los 40 diputados de Ciudadanos
(C’s, los cuarenta de Ayete). Sin embargo, tres meses después sigue
gobernando “y lo que te rondaré, morena”, gracias a un golpe de Estado
magistralmente ejecutado al negarse a someterse a la investidura a presidente
del gobierno, como era su obligación, con la falsaria excusa de que no reunía
los apoyos suficientes, al ser el candidato designado por el monarca Felipe VI
de España y nada de Canarias, acorde con la constitución española (CE),
evitando de esta maquiavélica manera que se iniciaran los plazos para la
convocatoria de nuevas elecciones (“Si transcurrido el plazo de dos meses, a
partir de la primera votación, ningún candidato hubiera obtenido la confianza
del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones
con el refrendo del Presidente del Gobierno”, según reza el apartado 5 del
artículo 99).
Por si fuera poco el gobierno metropolitano, con Mariano Rajoy a la cabeza,
se niega rotundamente a someterse a control parlamentario alguno con otra
excusa, la de que un gobierno en funciones no tiene que rendir cuentas al
Parlamento, aunque la CE diga literalmente, en su artículo 108, que “El
Gobierno responde solidariamente en su gestión política ante el Congreso de
los Diputados”. Y lo de rendir cuentas no es un tema baladí teniendo en
cuenta, valga la redundancia, que solamente con las decisiones tomadas por el
dichoso gobierno “en funciones” se han dilapidado solamente en el plan
hidrológico 17.500 millones de euros en decisiones políticas que se extienden
hasta el año 2021, dentro de dos teóricas legislaturas. Sería interesante
realizar un cálculo, viernes tras viernes de dolores, día en el que se reúne
“el gobierno en funciones”, de las partidas presupuestarias ejecutadas por
el mismo.
El gobierno se mantiene con la connivencia del Partido Socialista Obrero
Español y de los Gal (y tampoco nada de Canarias), cuyo dirigente en la sombra,
el siniestro personaje Felipe González, sostuvo públicamente que había que
dejar gobernar al PP, para lo que se inventaron un torticero acuerdo con los 40
de Ayete, sin mayoría suficiente para nombrar presidente y con la pretensión
de que las demás organizaciones políticas con representación parlamentaria se
adhirieran por aclamación, con el último objetivo de seguir manteniendo el
bipartidismo que se alterna en el gobierno desde la muerte del antepenúltimo
dictador, el también gallego Francisco Franco, autodenominado “El generasísimo”,
que acuñó la famosa frase “Todo está atado y bien atado” al hacer
hereditario de su fascista régimen, instaurado al dar al traste con la II República
española mediante otro golpe de Estado que desencadenó una cruenta guerra
incivil con cientos de miles de asesinatos y represaliados, régimen todavía
vigene, ahora monárquico y siempre colonial, haciendo realidad la famosa
sentencia del dignísimo Castelao, también gallego: “El
pueblo sólo es soberano el día de las elecciones”.
Los canarios y canarias seguimos sufriendo las tropelías del
antidemocrático régimen, al que hemos rechazado la única vez que nos han dado la democrática oportunidad de hacerlo,
el Referéndum celebrado el 12 de marzo de 1986 inquiriendo nuestra opinión
sobre la pertenencia a la belicista Organización del Tratado del Atlántico
Norte (OTAN por su acrónimo en español), en la que si se integró España,
pero que Canarias rechazó por una amplia mayoría de más del 53 por ciento,
fraude electoral aún pendiente de ejecutar 30 años después. Dentro de los
actos conmemorativos del trigésimo aniversario de la negativa del pueblo
canario a integrarse en la OTAN el
canal internacional de la televisión rusa RT tuvo la gentileza de entrevistar a
Deyanira Tabares en representación del Movimiento por la Unidad del Pueblo
Canario.
Por todo lo expuesto anteriormente y muchas cosas más es urgente la
inmediata destitución republicana de Mariano Rajoy.