El culebrón del PNC (II)
Jorge Ancor Dorta
[Quien
crea que esto es Europa, es que no ha vivido jamás en un país europeo. Quien
crea que en Canarias hay libertad y democracia, quien crea que en Canarias hay
justicia es un ingenuo. En esta colonia ultraperiférica la corrupción e
instrumentalización del aparato judicial es repugnante.]
Creo que ya es hora de que el pueblo
canario sepa lo que ha pasado con el PNC y como estos personajes han
secuestrado unas siglas y mentido a los militantes. El PNC ha pasado de tener
miles de militantes a tan solo un puñado, secuestrado por un grupito de personas
entre las que se encuentran Juan Manuel García Ramos, Juan Jesús Ayala y Álvaro
Pérez.
García Ramos fue elegido presidente del
PNC, pero a partir del año 2003 las irregularidades se suceden. Se establece un
congreso que tenía perdido, pero logra convencer a la gente que le den una
segunda oportunidad. Acto seguido disuelve los comités insulares, hace una
purga interna expulsando injustificadamente a todos aquellos que se le oponían
y monta gestoras para dirigir el partido de forma autocrática. Dimite Cristóbal
del Rosario, presidente insular de Gran Canaria, y empieza el periplo por los
tribunales. Ante esta situación miles de militantes se dan de baja. Fue la
primera gran purga interna siguiendo los manuales del Partido Comunista.
Pero el descontento sigue y en el año 2007
el PNC en Gran Canaria empieza a generar ilusión, a captar militantes y a
realizar actos multitudinarios. En Gran Canaria el PNC se presenta en solitario
en Telde, pero es boicoteado por Coalición Canaria y la Junta Electoral no
aprueba la candidatura con lo que impiden que se presenten. García Ramos teme
perder el chiringuito y declara ilegal el congreso insular del PNC de Gran
Canaria, expulsando al oftalmólogo Juan Francisco Pérez González y a varias
decenas de militantes en una segunda gran purga. Se anula el congreso insular,
que había sido convocado con más del 90% de las firmas de los militantes. Acto
seguido, García Ramos vuelve a nombrar gestoras de forma ilegal y se vuelve a
los tribunales.
En primera instancia se gana el juicio
contra el PNC pero se recurre y en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias
se pierde en segunda instancia por un defecto de forma. En la documentación se
dice que eran militantes del Partido Popular en lugar de decir que eran
militantes del PNC. Un error del abogado que se podría haber subsanado en
tiempo y forma, pero que el abogado del denunciante renuncia a subsanar.
Teniendo en cuenta que el abogado del denunciante es un magnifico abogado, no
se explica una metedura de pata de tal calibre y propia de un principiante.
Álvaro Pérez, presidente de la gestora de Gran Canaria, estaba en el comité del
PNC aún a pesar de ser militante del PP y su hija, estaba en el comité antes de
convertirse en militante del PNC. Las fechorías de Álvaro Pérez se relatan
en el siguiente artículo[1]
García Ramos y sus compinches han incumplido y se han pasado por la entrepierna
la constitución española, la ley de partidos políticos y todas las normas
europeas. Todo ello con la complicidad de Coalición Canaria, del aparato
judicial y los medios de comunicación.
Quien crea que esto es Europa, es que no ha vivido jamás en un país europeo.
Quien crea que en Canarias hay libertad y democracia, quien crea que en
Canarias hay justicia es un ingenuo. En esta colonia ultraperiférica la
corrupción e instrumentalización del aparato judicial es repugnante.
Dimas Martín del PIL es encarcelado en
Lanzarote y ahora la ofensiva mediática se centra en la supuesta corrupción de Ignacio González del CCN por no plegarse a los
medianeros de Madrid atrincherados en la CoCa. En un país en el que no hay pan
para tanto chorizo, es sintomático que ninguno del PP, del PSOE o de CC den con
sus huesos en la cárcel. Parece que la justicia prostituida se usa tan solo
sobre aquellos que le son molestos al aparato colonial.
Artículo anterior: Democracia
ultraperiférica (I)
Fuente: menceymacro.blogspot.com