De futbolista a presidente de Argelia
Antonio
Cubillo Ferreira *
Hasta ahora, el fallecido primer presidente de la
República Argelina, Ahmed Ben Bella, es el único futbolista del mundo que llegó
a presidente de un país. Hace unos días, a los 96 años, falleció en Argelia una
de las grandes figuras históricas de las luchas por la independencia y contra
el colonialismo del continente africano. Natural de Maghnia,
en el oeste argelino, cerca de la frontera con Marruecos, su padre era un berber marroquí, de la tribu de los Uled
Sidi, Rahat que se instaló
en Magnia en 1900 y allí casó con su prima de la
tribu de los mukhalia, donde nacieron ocho hijos. De
joven estudia en el colegio europeo de Maghnia y en
el colegio francés de Tlemcen, donde aprende y domina el francés a la
perfección. Más tarde aprende también el español con los emigrados y refugiados
españoles de la guerra civil española, en Tlemcen y Orán.
Buen deportista, ya en Maghnia
jugaba al fútbol de joven, después en Tlencem, donde
lo fichan para que vaya a Francia a jugar en el Olympique
de Marsella como centrocampista, en la temporada 1939-
Al final de la guerra, cuando se celebraba la victoria
en mayo del 45, el ejército francés lleva a cabo las matanzas de Setif, contra los argelinos que se manifestaban con la
bandera argelina en dicha ciudad, ocasionando 45.000 muertos. Este horrible
crimen del poder colonial fue el que movilizó a la juventud argelina y a los
combatientes que volvían de Europa en contra de la ocupación colonial. Ben Bella entra en el movimiento clandestino MTLD en 1946 y
comienza a militar por la independencia. En
Entre 1946 y 1950 se convirtió en uno de los primeros
dirigentes del movimiento independentista. Junto con los otros dirigentes
revolucionarios (Khider, Ait
Ahmed y Boudiaf) acude a El Cairo para contactar con
el coronel Nasser y los Oficiales Libres egipcios y buscar apoyos y armas, en
lo que fue el principio de la lucha armada, el 1º de noviembre de 1954. Francia
le declara enemigo público número uno; dirige las acciones del FLN en el
exterior, en Egipto, Marruecos y Túnez después de la independencia de estos
países fronterizos. Se hace famoso a través de la radio de El Cairo, Saout el Arabi, con sus discursos
y mensajes. En 1956, cuando se dirigía con otros dirigentes en un avión
marroquí civil que iba a Túnez, la aviación militar francesa desvía el avión
descaradamente y lo detienen en Francia hasta
En 1962 es liberado por el Gobierno francés, y con la
ayuda de Nasser y muchos militantes del interior (y los tanques rusos del
coronel Boumedienne) se convierte en el primer
presidente electo de la República Argelina. Siendo presidente apoyó una
política de deporte nacional y todos los domingos asistía a los campos de
fútbol para ver los partidos, pues siempre fue su pasión. En política puso en
práctica el socialismo autogestionario, la nacionalización del petróleo y de
las tierras y propiedades dejadas por los franceses, la asistencia sanitaria
gratuita y, sobre todo, declaró que Argel se iba a convertir en la capital de
todos los movimientos de liberación del mundo, dando asilo, sobre todo, a los
revolucionarios del continente africano, ofreciéndoles campos de entrenamiento
y ayuda política, así como a sus delegaciones en Argel, otorgándoles el
estatuto de representaciones diplomáticas como cualquier país representado en
Argel.
En julio de 1962, exiliado de Canarias en junio,
asistí en Moscú al Congreso de la Paz que presidía el presidente de la URSS Kruschov. Recuerdo con emoción que el 5 de julio, en plena
reunión, se hizo un silencio y entró en el salón el Sr. Kruschov
acompañado de cuatro combatientes argelinos y nos anunció solemnemente que se
había declarado la independencia de Argelia, tras ocho años de lucha. Los
cuatro mil asistentes, entre los cuales estaba Pablo Neruda, a quien saludé,
nos pusimos en pie y durante doce minutos estuvimos aplaudiendo el nacimiento
del nuevo Estado africano. Poco después, me dirigí a la delegación argelina
allí presente y les pregunté si iban a apoyar a todos los que queríamos
combatir contra el colonialismo en África, incluso a los canarios colonizados
por España. Argel, dijeron, "será la cuna de todos los que luchen como nosotros
contra el colonialismo y por la independencia de sus patrias. Nuestros
valientes mudjahidins han combatido por liberar
Argelia del colonialismo y por la libertad de todos los pueblos sometidos, así
que puedes preparar el viaje, que serás bien recibido".
En Moscú, tras arduas discusiones con el Comité
Central del PCE, con la Pasionaria, Líster y los
otros dirigentes que sostenían la posición de Santiago Carrillo, contrario a la
independencia de Canarias, comprendí que lo mejor era ir a Argelia y desde allí
organizar con los compañeros que habían quedado en Canarias la lucha de
liberación de nuestra patria africana. A mi vuelta a París contacté con un
antiguo guerrillero italiano que luchó contra el fascismo, Atilio Gaudio, periodista e investigador, que se interesaba mucho
por las cuestiones canarias y que había escrito en 1956 un libro sobre los
guanches, "Épicas y dulces Canarias". Atilio era un antifranquista y
un antifascista convencido y lo encontré en varias reuniones con los exiliados
republicados españoles en París y enseguida se ofreció para ayudarme. Le
expliqué mi proyecto y que buscaba cómo contactar con el Gobierno argelino,
mientras hacía mis estudios de doctorado en La Sorbona para aprovechar el
tiempo.
Atilio entonces me dijo que durante la guerra de
liberación argelina él trabajaba en el Reseau Jason,
grupo de franceses conscientes que apoyaban al FLN y que en su calidad de
periodista se dedicó durante años al transporte de las maletas de dinero
recogido en Francia para las guerrillas en Argelia, y que conocía personalmente
a Ben Bella por haberle hecho una entrevista para la prensa italiana. Me dijo
que lo mejor era escribirle una carta personal a Ben Bella -en castellano, pues
lo hablaba bien-, que él se la entregaría personalmente. Así lo hice y la
respuesta del presidente argelino fue que estaba de acuerdo y que podría venir
en cuanto quisiera. En agosto de 1962, acompañado de la secretaria particular
de Atilio Gaudio, fuimos a Argel, donde fui recibido
por el secretario del FLN, Hadj Ben Allah, quien me trasmitió y confirmó la
invitación del presidente Ben Bella para venir a instalarme en Argelia, en
tanto que representante político de los patriotas canarios. En aquel tiempo iba
a Argel como secretario del MAC (Movimiento Autonomista Canario), que habíamos
creado unos cuantos patriotas obreros en Tenerife en 1961, mientras que en Las
Palmas se había creado, también en la clandestinidad, el Movimiento Canarias
Libre, coordinado por Fernando Sagaseta y otros
compañeros.
De vuelta a París organicé lo necesario para
instalarme en Argel, lo cual hice el 1º de octubre de 1963, siendo recibido en
el aeropuerto por un grupo de exiliados republicanos españoles que habían
establecido en Argel la organización III República Española, que presidía el
general Juan Perea Capolino, natural de Tenerife, los
cuales habían sido advertidos desde París de mi llegada a Argel. Del aeropuerto
me llevaron a la embajada de la República Popular China, que celebraba su
fiesta nacional. Conocí allí por primera vez a los representantes de los
movimientos de liberación africanos, que estaban ya instalados con sus oficinas
públicas y que discutían con todos los embajadores acreditados en Argelia y se
discutía de los combates contra el colonialismo y el apartheid, lo cual me
llenó de confianza para poder exponer algún día el caso de Canarias. Los países
que más habían ayudado a la revolución argelina eran la URSS, Egipto, Cuba y
China, enviando armas que transitaban, a partir de 1956, por Marruecos y Túnez.
Cuba había sido el primer país que había reconocido el GPRA, Gobierno argelino
en el exilio, el 27 de junio de 1961, y así lo manifestó ante las Naciones
Unidas. En diciembre de 1961, zarpó de La Habana un buque cubano, el
"Bahía de Nipe", cargado de armas, que
desembarcó en Casablanca y de allí fueron transportadas al campamento que tenía
el FLN próximo a Oudja, cerca de la frontera
argelina. De regreso a La Habana, el citado buque transportó setenta y ocho
guerrilleros heridos y veinte niños de campamentos de refugiados, huérfanos en
su mayoría.
Por esta razón, cuando Ben Bella fue elegido
presidente de Argelia, aprovechando su estancia en Nueva York para asistir a la
admisión de su país en las Naciones Unidas, viajó a Cuba el 16 de octubre en un
avión cubano, después de su entrevista con Kennedy, que lo recibió en
Washington. Las recepciones en la embajada de Cuba eran famosas, y más cuando
en 1965 llegó a Argelia Ernesto Che Guevara y fue recibido por Ben Bella y
todos los revolucionarios africanos de los movimientos de liberación, África
del Sur, ANC, PAIGC de Guinea Bissau y Cabo Verde, fundado por Amílcar Cabral, Frelimo de Mozambique, fundado por Mondlane,
Zapu de Zimbawe, MPLA, de A. Neto.
El 22 de octubre de 1964, nuestro grupo político, el
MAC, se transformó en el MPAIAC (Movimiento por la Autodeterminación y la
Independencia del Archipiélago Canario), Movimiento de Liberación Africano de
Canarias, y se enarboló por primera vez en Argel la bandera de las Siete
Estrellas Verdes, siendo presidente de Argelia Ahmed Ben Bella. A partir de esa
fecha, en tanto que movimiento de liberación, se nos concedió el estatuto de
delegación diplomática con sede y placa CD de nuestro coche, y se publicaron
nuestros comunicados en el periódico oficial del FLN, El Moudjahid,
así como diversas entrevistas en radios y revistas del país, por lo que
Canarias tiene una deuda con la revolución argelina que nunca debemos olvidar.
No vamos a analizar el recorrido político del
presidente Ben Bella hasta el 19 de junio de 1965, en que fue depuesto por un
golpe de Estado (eso es cosa de los historiadores). Lo cierto es que después de
dicha fecha los movimientos de liberación instalados en Argelia no fueron
molestados, sino que se mantuvo el apoyo del Gobierno argelino a favor de
nuestras luchas, ya que el primer presidente de Argelia, A. Ben Bella, había
marcado el camino de hacer de Argel la capital de los movimientos de
liberación.
El pasado 17 de abril, en nombre del MPAIAC y de su
brazo político, el Congreso Nacional de Canarias (CNC), enviamos al actual
presidente de la República Argelina, A. Bouteflika, que había declarado ocho
días de luto nacional, una carta de pésame diciendo que "los canarios
tenemos una deuda eterna con el hermano Ben Bella, con el FLN y con todos los
dirigentes argelinos que continuaron a apoyar las luchas de liberación por el
mundo y que esperamos contar con el apoyo de la Argelia eterna en nuestra lucha
de liberación para instalar en nuestras islas la República Federal Canaria,
Laica y Social que todos deseamos".
* Presidente del partido político independentista Congreso
Nacional de Canarias (CNC), brazo político del MPAIAC.
cnc@elguanche.net cubilloantonio@hotmail.com
Publicado en el periódico El Día, 21-04-2012