Deflación
Elio Rodríguez-Figueroa *
Vengo pronosticando
los efectos lógicos de la saturación de mercados y de la imposibilidad de que
el sistema capitalista resuelva sus cíclicas crisis, ni aún creando mercados a
cañonazos -con las consiguientes matanzas-. No podrán resolver las miserias que
engendran, inherentes tanto a la producción como a la distribución. Entramos,
pues, en las recesiones y la fiesta se les está aguando; no les importa, o
fingen que no, pero, con mayúsculas. A nosotros si nos va a importar; España,
que ha creado una prosperidad, más aparente que real, a base de venta e
hipoteca de sus empresas públicas, cuando empiece sus crisis, pronto, las
víctima más propicias seremos la colonia, nuestra tierra canaria.
¿Y qué vamos a hacer después
de tanto chalaneo y de tanto disparate inversor? Han destrozado nuestros
campos, torpes. ¡Comeremos pelotas de golf muy elegantes!, y rogaremos a los
dioses por una "papita" de nuestra maltratada tierra. Y cuando la
deflación, que vengo anunciando desde tiempo atrás, se haga efectiva, las
"rebajas" sí serán permanentes. Pero, malditos peros, no habrá quien
compre; porque, si bajaran los precios, que sí bajarán, simplones, y también
bajarán por miles los trabajadores al paro. Los señores capitalistas producen y
se hinchan, pero no reparten más allá de lo que sus explotados tengan los
mínimos para que puedan producir. ¿Repartir los beneficios de manera
equitativa? ¡ni hablar!, eso sería socializar, o sea,
abrir las puertas al apestoso Comunismo. Cuando no puedan más, echarán mano del
reemplazo, léase socialdemócratas, y si no resulta se inventarán una o varias
guerras para recomenzar después de la matanza.
Pero y, aquí en
"las afortunadas", qué ocurre si los turistas no tienen ni ánimos ni
dinero, aunque los precios, "la deflación", baje a sus mínimos, ¿qué
hará esa clase política sin corruptos? Mal será su norte cuando no puedan echar
mano del dinero fácil y los horizontes se cierren, ¿a
quién explotar y cómo crear riquezas, puesto que ellos mismos han transformado
en un erial de cemento nuestro bien más precioso: las tierras de cultivo. Le
legaremos a nuestra juventud el porvenir de sus abuelos: emigrar a las Américas
donde el sistema también ha hecho de las suyas.
¿Qué hacer, si aún les
queda tiempo, frente a tantas iniquidad y falta de sentido común? Sólo hemos
visto, en todo este periodo que comienza en 1936, maldades y la carencia de
toda inteligencia para crear algo de seguridad para el futuro de nuestra gente.
Sólo han prosperado mayoritariamente los pícaros y sabihondos, pero ahí está,
señores, "la deflación", la tan temida por el capitalismo y que
algunos, o muchos, ingenuos dicen, ¡pero que bueno! Lo que no les dicen, y
menos a los nuestros en su doble explotación de colonizados y creadores de riqueza,
que la "bajada de precios" tendrá como consecuencia lo que antes
escribía: la bajada por miles al "PARO" y la miseria, mientras los
"buenos y bien pensantes" esperan disfrutar de lo acumulado a costas
de explotar y extorsionar al pueblo. Esta vez los retoques le servirán de poco
y el horizonte nos amenaza. A ellos, turbios y negros nubarrones en su corrupto
entramado financiero, cada vez más desequilibrado; sus balanzas de pago -no
hablo de la nuestra hablo de la de los EEUU-Europa y Japón- y el maremoto sí
que debe estar preocupándoles, pero no se bajarán del burro, no pueden...
¿Qué hacer?, ya lo
veremos, no voy a meterme a "agorero", pero si podemos pronosticar
que para esta tierra nuestra, con los ineptos que vienen manejando lo nuestro,
o los echamos o nos matarán de asco y de hambre. Una vez más, a los compañeros
hay que pedirles que marginen las diferencias y organicemos lo que está a
nuestro alcance: la resistencia pasiva, las unidades de tagoror y un desbordamiento democrático que
reactive las instituciones frente a los desmanes del pos franquismo instalado
en organizaciones como los sectores de ATI y sus caciques de nuevo cuño, como
el tal Paulino Rivero, un trepa que acuña y amenaza a cualquiera que no se
pliega a sus directivas. Lo que nos faltaba, un mediocre en el sentido más
peyorativo; en lo social y lo político, pues no es ni de la clase de señoritos,
ni puede alardear de sus cualidades intelectuales. Un surgido de la casualidad
y especialista en trepar entre tanto simplón.
Canarias, 10-07-2003
22-12-2011
Nota de la
redacción de El Canario:
En homenaje y
con motivo del octavo aniversario del fallecimiento del compatriota Elio Rodríguez
Figueroa [29-12-2003] (*) reproduciremos algunos de sus escritos publicados
en nuestro antecesor El Guanche, que transcienden a su
muerte y que, como el presente, siguen teniendo plena actualidad, o que llevan
en sí un mensaje político con plena
vigencia.